Desde el 23 de junio, el restaurante Santa Mónica extenderá su horario de atención, desde el mediodía hasta la medianoche, con el objetivo de acercar nuevas propuestas gastronómicas dentro de su característico espacio, ubicado en Alberto de Sousa, Villa Morra, Asunción. Una de las tantas experiencias que podrán encontrar los comensales, en esta nueva franja horaria, es la posibilidad de probar el concepto comfort food: platos caseros que son parte de nuestro imaginario, pero combinados con productos de la más alta calidad, para volver a los orígenes del buen comer, según comentó a La Nación, Chavi Cartes, propietario del restaurante. “Santa Mónica amplía la tradición culinaria a nuevas experiencias y sabores”, agregó.
-¿Cómo nace la idea de crear un espacio como Santa Mónica, enfocado en la idea de platos tradicionales y otras propuestas culinarias?
-Santa Mónica nace de la idea de celebrar la comida, la gente que se inclina por desarrollar platos y también los comensales, que son parte esencial de la estructura de la casa. Nos gusta buscar inspiración en nuestra comunidad, costumbres y más que nada en apuntar a los productores del sector, que se esmeran por entregarnos sus productos de gran calidad.
Desde Santa Mónica creemos en la idea de una economía circular, comunitaria, que nos beneficie a todos.
-Actualmente están ampliando su horario desde el mediodía. ¿De qué trata la idea de platos que denominan confort food, su concepto culinario para la franja almuerzo?
-El concepto que planteamos para la franja horaria del almuerzo es el de atraer comensales que encuentren una atmósfera familiar tanto en local como en las propuestas del menú. Somos conscientes que vivimos en una época difícil para cualquier sector, por eso queremos traer una experiencia atractiva tanto desde la esencia de comer platos clásicos, así como otros de tinte más tradicional. La idea es ir rotando las propuestas con base en la temporalidad de los ingredientes.
-Uno de los puntos fuertes de Santa Mónica es lo que se denomina cocina neoparaguaya. ¿Nos comentan de qué se trata esta propuesta?
-Esta propuesta deriva de las técnicas culinarias que aplicamos a los platos, que son parte de nuestro imaginario local. La chipa guasu, milanesas y fideos son platos que forman parte de esa amalgama esencial que compone la gastronomía local de cualquier familia promedio en Paraguay.
Simplemente tratamos de elevar estos platos clásicos a nuevas fórmulas tanto desde la técnica como la presentación. La gran mayoría de estos platos también responden a los ingredientes propios de nuestra región, enmarcados en valores de calidad y frescor. Desde nuestra perspectiva, una calabaza fresca o la gran variedad de frutas tropicales que hay en nuestro país son mejores, antes que la idea un producto importado que a veces no reúne los estándares de calidad que buscamos.
-¿Una de las iniciativas que tiene el restaurante es traer también una mirada sustentable al rubro?
-La propuesta es realmente sencilla, buscamos los mejores ingredientes, de fácil acceso, ya sean raíces, hierbas, pescados o animales. Siempre que la naturaleza lo permita, usamos el ingrediente en su totalidad, para aprovecharlo al máximo. Desde Santa Mónica venimos investigando cómo rescatar lo que usualmente se considera “desecho” en un restaurante, al punto que podríamos decir que tanto la metodología de curar los residuos como el sabor provienen de esta tesis que aplicamos diariamente.
¿Cómo se entiende esto? Creamos licores de pieles de cebollas (un desecho convencional en cualquier restaurante). Fermentamos las pieles de las papas durante un tiempo en una atmósfera controlada y luego la freímos para darle un toque de textura a nuestros platos, por mencionar algunos ejemplos básicos. El contraste de texturas es un factor muy importante para nosotros a la hora de comer. Un dato curioso es que a veces tenemos sorpresas agradables, como cuando freímos la piel de la papa y resultó en algo similar en sabor a un dorito, pero completamente natural. Otro gran hallazgo fue notar que las tripas de calabaza con sus semillas en infusión a 60 grados Celsius con crema de leche crea un ingrediente de gran textura y con notas de sabor que recuerdan al café o cacao.
El doctor Johnny Drain, que recientemente estuvo en Paraguay, nos mostró desde su ingenio que las cáscaras de citrus (que luego de ser exprimidas, son desechadas en muchos restaurantes) pueden reutilizarse al caramelizar las pieles durante meses a 60 grados, hasta quedar en una tonalidad negra. Esta “pasta negra” luego la utilizamos en nuestro menú para varias aplicaciones: desde aprovechar el contenido ácido y tenderizar las proteínas, hasta utilizarlas en salsas donde aporta cierto amargor, que ayuda al paladar a no fatigarse cuando come algo grasoso (como un pedazo de carne).
Otro gran descubrimiento fue hacer un óleo sacharuum con las pieles de bananas. Algo tradicionalmente desechado en cualquier lugar, nosotros lo mezclamos con azúcar y sal hasta que quede a flote el líquido de la piel.
Una vez logrado esto, se mezcla con azúcar, logrando un almíbar muy atípico que utilizamos extensamente en nuestros diseños de cocktails, para el bar.
-Recientemente estuvo con ustedes el doc experto científico. ¿Irán trayendo más visitas internacionales para el proyecto con el restaurante en diferentes formatos?
-Sí, terminamos la primera fase de consultoría y mentoría por parte del doctor Johnny Drain. La primera fase fue enfocada en técnicas ancestrales de fermentación en distintas variaciones y cómo aplicarlas a nuestro contexto contemporáneo. Más allá de eso, Johnny nos ha ayudado a guiar nuestra visión sobre el futuro de la comida, las formas de lograr ser sustentables dentro del restaurante, reducir desechos de comida y hacer que la escena gastronómica local eventualmente migre a un terreno más consciente.
Tenemos varios contactos internacionales y planes a futuro, nuestro mentor, Charles Michel, educador de comida, está basado en Colombia. Uno de los proyectos en puerta es la colaboración con Pedro Mojica, gran chef argentino. Nos emociona mucho poder trabajar con Mojica, ya que, desde Santa Mónica, somos seguidores de su trabajo y su restaurante Ninho Gordo, enfocado en la comida japonesa.
-¿Dónde la gente puede realizar sus reservas, quien desee visitar Santa Mónica?
-Por ahora, el público puede realizar sus reservas vía santamonica.meitre.com, ya que queremos tener noción de la cantidad de asistentes, para cubrir con las medidas de salubridad que exige la pandemia. De igual forma, si estás por la zona y quieres pasar es factible hacerlo, simplemente pedimos dar los datos personales al llegar al local.