La controvertida y denominada ley antihule, que ya tiene fecha de aplicación desde el próximo 1 de julio, todavía es objeto de críticas de algunos de los afectados, en especial por parte de los comercios.
El presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), Alberto Sborovsky, dijo que la misma normativa carece de mayores cambios y que tiene inconsistencias. “Al final no es antihule, porque no hay mayores cambios, hubo inconsistencia y no cumple la esencia de la ley”, expresó.
Explicó que parte del objetivo de la ley ya se venía aplicando desde hace algunos años, que consistía en que al menos en los supermercados al realizar las compras, hasta la tercera bolsa de productos no se cobrara, y al requerir de una cuarta o más bolsas de polietileno ya iba a cuenta del cliente. Si bien gracias a ello ha disminuido bastante el uso de la bolsa de plástico en los súpers, con la nueva vigencia de la ley lo que se va a hacer es entregar una más gruesa con la idea de que sea reutilizada, que deberá ser una bolsa certificada.
Por lo que de igual forma, al producir dicha bolsa se usará más material de polietileno, a lo que se le debe sumar el aumento de los costos de la materia prima de la bolsa, por lo que la esencia no cambia y los perjudicados seguirán siendo los comercios y el medio ambiente, según mencionó.
Desde la Capasu lamentaron que desde hace 5 años se venga trabajando con una mesa interinstitucional con el MIC, y que se haya resuelto solo entregar una bolsa más gruesa, “es una pena”, dijo Sborovsky. La citada ley antihule, 5.414, ya fue promulgada en el 2015 por el Ejecutivo, cuyo objetivo primario es la de reemplazar el plástico, pero la confusión dada era con qué se va a reemplazar, para que al final se disponga el uso de una bolsa más gruesa, volviéndolo aún más predominante.