El sector arrocero atraviesa por un muy buen momento en cuanto a la comercialización a nivel internacional del cereal, que se vio impulsada en la pandemia por una alta demanda del consumo global, pero a nivel local se produjo una reducción en la producción. Es lo que manifestó a La Nación el titular de la Cámara Paraguaya de Industriales de Arroz (Caparroz) y de la Asociación de Productores de Arroz de Tebicuary (APAT), Ignacio Heisecke.
“Para nosotros, lo que pasó es que nos vimos favorecidos en función a la pandemia. Si bien tuvimos nuestras afecciones como todos los sectores, con esta mayor demanda del consumo a nivel internacional tuvimos que fortalecer los mercados de exportación”, expresó.
Heisecke explicó que de hecho ya venían trabajando años atrás para impulsar aún más los envíos, y que con la pandemia les permitió seguir con la estrategia de dejar la dependencia del mercado brasileño como principal destino, que con esfuerzos lograron diversificar los mercados. En ese sentido, mencionó que los principales mercados alternativos son México, Centroamérica, Chile y Europa, con los cuales ya se venía trabajando pero con la pandemia se vio fortalecido el comercio con estos países compradores.
MAYOR INGRESO
Es así que el aumento mundial del consumo fortaleció directamente a Paraguay como país proveedor de arroz en la generación de divisas, que también se vio beneficiado por una mejor cotización del cereal a nivel internacional. La producción anual se estima entre 1.000.000 y 1.200.000 toneladas en promedio, de las cuales el 90% es destinado a la exportación. En tanto que a nivel local la producción se vio reducida en la zafra 2020/2021, que fue algo retrasada ya que culminó a finales de mayo por cuestiones climática. La merma estimada es del 20 al 30% en comparación a la campaña anterior, y eso redundó en el aumento del precio en el mercado doméstico, que podría extenderse por ese 2021, acotó.