El guaraní se encuen­tra en línea con otras monedas de la región, en especial con el real, señala el comentario semanal de Basa Capital. Aparentemente, el tipo de cambio alcanzó un nivel donde se podría supo­ner un desplazamiento late­ral. G. 6.800 es un techo que se está respetando y las inter­venciones del Banco Central del Paraguay (BCP) se inten­sifican en esos rangos. Tanto las multinacionales como los importadores realizan demandas en estos niveles, agrega el análisis de la casa de bolsa.

“Ubicamos soportes o pisos para el corto plazo en G. 6.600 y G. 6.500; mientras que las resistencias o techos en G. 6.800 y G. 6.900. El gráfico de Reuters, de un año de varia­ción porcentual con relación al dólar, muestra al real y al guaraní en rangos similares de comportamiento”, explica Basa Capital.

El tipo de cambio cerró la semana en el mercado mino­rista en G. 6.720 la venta, por debajo de hace 8 días, cuando la cotización se asomó a G. 6.750, según el historial de las casas de cambios. El pre­cio del dólar de referencia se ubicó en G. 6.739,7 al cie­rre del viernes último, según publicó el portal del Banco Central del Paraguay.

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Hasta el cierre de mayo, las ventas del Banco Central permanecían de manera regular, pero sin la misma intensidad observada en el primer trimestre del año. Esto permitió tener al par dólar-guaraní mucho más ajustado a la realidad del mercado en su día a día, situándola en línea con otras monedas de la región.

LA FED

Por otro lado, un pequeño paso de la Reserva Fede­ral (Fed), pero un gran paso para el mercado de bonos. El inesperado anuncio del banco central que dirige Jerome Powell apenas ha provo­cado reacción en los merca­dos, pero supone la precuela del temido proceso de taper­ing, o reducción de estímu­los monetarios, una vez enca­rrilada la salida de la crisis en EEUU.

La Fed ha tomado la deci­sión de liquidar la cartera de bonos privados de empresas, crédito y ETFs que compró como parte de sus instrumen­tos de emergencia durante la agitación financiera que pro­vocó el covid-19.

Se trata de una partida de deuda corporativa por valor de 5.000 millones de dóla­res y participaciones en fon­dos cotizados por otros 8.500 millones.

En total, 13.500 millones de dólares (unos 11.000 millones de euros al cambio actual), según lainforma­cion.com.

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