Paraguay, un país pequeño que no está bien preparado para el turismo internacional, como los demás países de la región, pese a fuertes cam­pañas de la Secretaría Nacio­nal del Turismo, de todos sus ingresos, apenas representa 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) para esa activi­dad. Sin embargo, el nego­cio se centra más bien en el turismo emisivo, que sí afrontó la pandemia de una manera más cruda, según representantes del sector.

El negocio, que práctica­mente se enfrentó a 14 meses de encierro, sorteó en el último tiempo la reapertura de vuelos, pero con muy poca efectividad, debido a las res­tricciones y medidas sanita­rias. Eso llevó a que el 90% de las empresas del sector estén “ahogadas”, a punto de que­brar inclusive.

Osvaldo Morínigo, presi­dente de la agencia Giro­mundo, comentó que el sec­tor ya venía sorteando años malos desde el 2018 y el 2019, con caídas del 17 y 18% de la actividad. Sin embargo, la pandemia del 2020 empeoró la situación, donde las acti­vidades pararon en su tota­lidad, lo que obligó a las empresas a tomar decisio­nes rápidas, como suspen­siones laborales, reorgani­zaciones, entre otras.

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“Si bien el sector local no sin­tió los golpes como los demás países, porque Paraguay no vive del turismo receptivo, gente del exterior que vienen a visitar. Si se vio afectado el turismo emisivo, que es donde nos especializamos. El golpe fue catastrófico en una pandemia financiera”, dijo.

A pesar de algunas medidas del Gobierno, como los cré­ditos, no fueron tan efecti­vas, ya que el plazo de año de gracia se consideró como año perdido, ya que no se puede controlar la pande­mia. “prácticamente todos estamos en bancarrota y de hecho, hay muy poca posibi­lidad de ver una recuperación en el rubro, ya que no hay pro­moción para viajes”, dijo.

A pesar de que Brasil sigue abierto, y con un precio mucho más bajo por falta de turistas argentinos, el nivel de viajeros no crece, añadió por su parte Mauri Peruzzi, de Punto Viaje. “En cuanto a la apertura de frontera, se vio y se pudo trabajar para Bra­sil a principios de año, pero ahora se está parando de nuevo por la situación”, dijo.

Muchas agencias no pueden redireccionar sus negocios al turismo interno, a raíz del sobrecosto que se genera y la competencia con las fir­mas particulares que ofre­cen paquetes a precios bajos. Muchas firmas no cuen­tan con flotas para viajes, haciendo que el viaje sea caro.

“El nivel de interconexión dis­minuyó a raíz de la segunda ola de contagios, y el costo para viajar, por los PCR y pruebas covid, hacen que sea menos atractivo, por el costo adicio­nal por pasajero”, dijo. Gre­mios conformó una mesa de trabajo con el Gobierno, pero no tuvieron mucha efectivi­dad en el retorno, por parte de las autoridades.

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