La recuperación de Paraguay en el 2021 está condicionada por factores sanitarios y tensio­nes políticas, señala la con­sultora CPA Ferrere, tras su reunión del Servicio de Análi­sis y Pronósticos Económicos, que mantiene su proyección de crecimiento económico en 3,5% para este año, y 5% para el 2022.

En Paraguay se confirma una recuperación, pero lenta y asimétrica. Sectores pri­marios apuntalarán resul­tado, pero con menos fuerza que en el 2020. Ante segunda ola de covid-19, perspectivas del sector terciario se dete­rioran. Pérdida de empleos, más informalidad y meno­res ingresos podrían pro­longar y profundizar shock de demanda, son algunos de sus reflexiones, tras dar a una presentación virtual.

“La mejora del escenario externo mejoran perspecti­vas, mientras que segunda ola de covid-19 afecta a sectores sensibles. Presiones bajis­tas relacionadas al escena­rio sanitario, retraso en el plan de vacunación y escena­rio regional adverso”, agre­gan. En tanto, la consultora añade que las oportunidades se centran en la recuperación en la mejora sostenida en los precios de commodities que impulsará la inversión del sector y proyectos de gran envergadura en 2021/22.

Por otro lado, mencionan que las presiones inflacionarias se moderan y política monetaria mantendría el perfil expan­sivo. “Componente tenden­cial se modera por debilita­miento del dólar a nivel local. La incertidumbre por crisis sanitaria y política podría retrasar recuperación econó­mica y repunte de precios”, agregan los analistas de la consultora.

También se presenta una volatilidad del tipo de cam­bio: innovaciones coyuntu­rales versus fundamentos. “Durante el 2020, a rit­mos distintos, el guaraní se depreció 7% versus 10% de la canasta de monedas de la región. La moneda de Para­guay se deprecia menos inten­samente y con rezago respecto de la tendencia global”, agrega.

Los fundamentos apuntarían a un debilitamiento del gua­raní. Sin embargo, financia­miento del déficit fiscal volve­ría alentar una participación activa del Banco Central del Paraguay (BCP) en el mer­cado cambiario que mode­rarían la depreciación, men­ciona la consultora.