“Se sigue con una política de mal gasto público y no estamos en condiciones ante una economía golpeada por la pandemia”, señaló el presidente del Club de Ejecutivos, Jaime Egüez, tras la reunión de gremios de varios sectores económicos. Se reunieron ayer para pronunciarse acerca de la situación económica y política del país y las previsiones a futuro.
Entre los 35 gremios presentes estuvieron, desde la Federación de la Producción la Industria y el Comercio (Feprinco), la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Paraguay; la Unión Industrial Paraguaya y la Asociación Rural del Paraguay, entre otros. “Paraguay enfrenta el inicio de un período clave para el futuro. El 2021 deja atrás un año de parálisis en la economía, con una ruptura de hábitos sociales arraigados, un clima de incertidumbre que sacudió los fundamentos del trabajo, la educación y la convivencia, amenazados por una pandemia que conmovió al mundo y marca un quiebre histórico”, agrega.
A criterio de los gremios, el país sorteó esas dificultades con un relativo éxito si se lo compara con la región y, en general, con el resto del mundo. La mayor parte de la responsabilidad de este mediano impacto recayó sobre un sector privado que, desde los distintos campos de trabajo, aportó lo suyo con un sostenimiento del empleo en todo cuanto fue posible, incluso un leve crecimiento en algunas áreas. Las actividades más golpeadas comparten características con el resto del mundo y requieren un tratamiento y apoyo muy especial.
“El sector público, con una apuesta importante a la inversión pública contracíclica, tuvo un papel en el cuidado del empleo, pero no pudo sacudirse el lastre de una dinámica de años de ineficiencia, clientelismo y corrupción manteniendo intactas casi todas las prestaciones a sus funcionarios mientras que el sector privado tuvo que ajustar nóminas de personal y salarios a sus dependientes. Quienes no pasaron el examen fueron los “politiqueros”, quienes encerrados en un microclima fueron los artífices de esa inercia para preservar vergonzosos privilegios, clientelismo, negociados y corrupción”, señalan.
Este escenario se agrava y complica al tener por delante años electorales sucesivos, con internas partidarias y elecciones municipales precisamente para este 2021. El horizonte del 2022 es igualmente político con la preparación de las elecciones nacionales y el 2023 será absolutamente político con el desarrollo de las elecciones presidenciales. “Quienes desde sus unidades empresariales y productivas han puesto el hombro, han soportado penurias, encierros y pérdidas de trabajo pagando impuestos y contribuyendo a la formalidad, merecen que quienes fueron electos como “Servidores Públicos” hoy integrantes de los tres Poderes del Estado, empaticen con estos principios, reflexionen y trabajen por Paraguay y su gente”, agregan.