La pandemia fue lapi­daria con el mercado laboral y, conforme a un análisis elaborado por el espe­cialista en empleos y director de Empleos de la ANR, Enrique López Arce, Paraguay cerró en el 2020 el peor período de los últimos 30 años.

También advirtió que el espe­rado “rebote” del 2021 no sería por completo ya que la pande­mia todavía sigue latente con aumento masivo de casos comunitarios. “Lo primero que hay que entender es que la tasa de ocupación no es lo mismo que el empleo, teniendo en cuenta el informe de la Direc­ción General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec)”, expresó.

En el informe no se plasma lo que sufre el que busca empleos y, por otro lado, refirió que también es preciso analizar las variaciones del PIB de al menos los últimos 15 años, ya que está directamente relacio­nado a la generación de nuevos puestos netos anuales.

Si se observan los últimos 5 años, se viene creciendo en términos del 4% y 3,4%; solo en el 2009 hubo un crecimiento nega­tivo y el 2012 fue mínimo, y el resto de los años le fue bien al país para luego enfrentarse a la pandemia, que dejó un 2020 con -1%, el peor resultado en décadas. Básicamente, si la situación económica mejora, el empleo también se corrige a la alza directamente, gene­ración de más puestos de tra­bajo y formalidad.

En términos similares, menciona también al último informe del Banco Mundial (BM), Evaluación del Empleo en Paraguay 2018, que habla de que el país debe buscar 66.000 puestos nue­vos por año, lo cual se podrá lograr si se mantiene un cre­cimiento mínimo del PIB de 3,7%. En dicho período, se generaron 72.000 nue­vos puestos en promedio, ya que el crecimiento fue mayor al estimado. Otro indicador para analizar al empleo en el 2020 es el último informe del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, con datos cruzados con el IPS, que reveló que se generaron solo 10.193 empleos formales. “Este dato del Mtess representa proba­blemente el peor número de los últimos años, y podemos decir que esto fue el resultado de la fase 0 de la cuarentena, que afectó al 75% de la fuerza de trabajo”, subrayó.

Si bien, muchos organismos locales y externos hablan de que Paraguay tuvo los números menos negativos de la región, que podría servir de consuelo, López Arce recuerda que son números negativos en fin. Alega que también es impor­tante entender que la tasa de informalidad del Paraguay llegó a bajar hasta cerca de un 71%, cuyo logro se revir­tió a causa de la pandemia, como suele ocurrir en todos los mercados que pasan por un mal momento económico. “Cuando los países atravie­san por un mal momento económico, la informalidad aumenta, a la par de denun­cias públicas que se desnu­dan, sobre todo en redes socia­les, principalmente de abusos laborales por el descreimiento de las autoridades públicas laborales”, agregó.

Y el motivo del aumento de la Población Ocupada, de 3.318.921 a 3.454 040 –según la Dgeec– es que la ciudada­nía tuvo que salir a rebus­carse y reinventarse, pues no se puede dejar de comer, lo cual no significa que tales números reflejen al empleo digno, que es lo que se debería perseguir y no solo alardear números, sentenció.

En cuanto al desempleo abierto, la subocupación y los inactivos circunstanciales que bajaron, si se los analiza entre el tercer trimestre del 2020, comparado con el cuarto tri­mestre que tuvo un aumento.