POR DIEGO SANABRIA, periodista diego.sanabria@gruponacion.com.py

La producción de cebolla nacional siempre fue insuficiente ante la demanda interna, pero uno de los principales problemas es que su cosecha aún se realiza de manera primitiva, según manifestó Líder Medina, especialista en cebolla y técnico de inspección agraria del Ministerio de Agricultura. “Tenemos un rendimiento muy primitivo aún, aunque algunos productores ya utilizan sistema de riego, que fueron incorporando a través de programas que financian el Gobierno y otros con recursos propios”, señaló.

Sostuvo que a pesar de la sequía que se tuvo en este 2020, se llegó a una buena producción y comercialización que superó las 5.000 toneladas. “Estimamos que del consumo general anual de la cebolla en nuestro país solo el 20% es nacional, ya que el resto ingresa masivamente por las fronteras. Se calcula que alrededor de 1.200 familias se dedican a este rubro, según el censo que realizamos en el 2019”, detalló.

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Indicó que la producción de cebolla es uno de los pocos rubros que tiene la característica de ser distributivo de los ingresos. “Es un producto del cual el pequeño productor aprovecha la mano de obra familiar ya que todo es manual, aunque hace algunos años algunos productores ya están mecanizando sus cultivos como se hace en Argentina y Brasil”. Mencionó que en el 2016, la cosecha llegó a unas 8.000 toneladas a nivel nacional, ya que la misma depende siempre del precio del año anterior para su producción. Destacó que con los productores trabajan en el aspecto técnico en la planificación, revisión de suelo, control de plagas, variedades, épocas de siembra, procesos para el cultivo correcto, uso de herbicidas, cosecha, curado y almacenamiento.

“Lo que más demanda tiene el mercado es la cebolla amarilla o rosada, la cual es el 95% de la producción total. Las cebollas blancas hoy son producidas por empresas argentinas en nuestro país, dijo. Sobre la producción de cebollas de bulbo o moradas, indicó que el mismo tiene su nicho de mercado, principalmente en la capital y en la zona de Itapúa. “Se produce aún en volúmenes muy pequeños, ya que representa apenas alrededor del 2% al 5% del consumo total”.

Indicó que uno de los problemas es que el pequeño productor no almacena su producción, ya que termina su cosecha y quiere vender todo, por lo que no espera mejores precios. Incluso, la cebolla morada es más rentable que la tradicional. “En la zona de Artigas es donde se produce más este tipo de cebollas, al igual que en San Pedro del Paraná”.

RENDIMIENTO Y ZONAS DE CULTIVO

Por cada hectárea se produce alrededor de 10.000 a 12.000 kilos del pequeño productor, pero aquellos que utilizan sistema de riego mecanizado llegan a 20.000 y hasta 30.000 kilos por hectárea. En el 2019, se cosecharon alrededor de 600 hectáreas y este año subió a 800, pero la sequía hizo que su rendimiento sea menor al 2019.

Estiman que el 2021 va a ser mejor, pues los productores están comenzando a mejorar sus modelos de producción, por lo cual el rendimiento por hectárea va a mejorar. La cebolla se cultiva en todo el país, pero la zona principal es el departamento de Paraguarí, en varias localidades, como Ybytymí, La Colmena, colonia César Barriento, compañía Apyraguá, entre otras. La producción es muy buena en Caaguazú, Itapúa, San Pedro, Artigas, entre otros lugares.

También en el Chaco paraguayo, en el departamento de Boquerón, en Mariscal Estigarribia se está cosechando alrededor de 100 hectáreas. Uno de los principales enemigos del rubro es el contrabando, ya que ingresa al país volúmenes enormes de cebolla que hacen que los productores pierdan rentabilidad e intereses, explicaron.

El productor pequeño no almacena su cosecha esperando un un mejor precio en el mercado.



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