En el informe reciente de Política Monetaria (IPoN), el Banco Central del Paraguay (BCP) ajustó su pronóstico de inflación para el cierre del 2020, de 1,2% a 1,6%, cifra que ya fue alcanzada a un mes de fin de año, de acuerdo al reporte de Índice de Precios al Consumidor (IPC). La banca matriz publicó ayer el reporte y se visualizó una inflación de 0,7% en noviembre, principalmente por las presiones inflacionarias de los bienes alimenticios, además de aumentos registrados en los bienes duraderos y a otros bienes de la canasta relacionados a la salud y al mantenimiento y reparación del hogar.
Con ese resultado, la inflación acumulada asciende así a 1,6% en lo que va del año, por debajo del 2,2% verificado en el mismo periodo del 2019. La inflación interanual, por su parte, fue del 2,2%, superior a la tasa del 1,7% registrada en el mes de octubre del corriente año, y también mayor a la tasa del 1,9% apuntada en el mes de noviembre del año pasado. Los técnicos del BCP argumentaron que esta corrección del Índice de Precios al Consumidor que mide la inflación es acorde con una demanda interna que dio señales de recuperación con respecto a lo pronosticado preliminarmente y con un tipo de cambio que se ubica en un nivel mayor al previsto. La convergencia de la inflación a la meta de 4% se dará de manera paulatina hacia el 3er trimestre del 2022.
Dentro de los alimentos destacaron los incrementos de precios observados en las carnes vacunas, los cuales, según referentes del sector, se deben a una menor oferta local y por una creciente demanda externa del producto. Los bienes sustitutos de la carne vacuna como las carnes de aves, de cerdo, las menudencias y los embutidos también mostraron un comportamiento al alza. Adicionalmente, en la agrupación de alimentos se vieron aumentos de precios en las pastas y el arroz, en bebidas gaseosas y en aceites. No obstante, estos incrementos fueron parcialmente atenuados por las reducciones registradas en productos lácteos, huevos y azúcar.
En los bienes durables se subrayan las alzas de precios de los autovehículos, equipos telefónicos, equipos informáticos y de algunos electrodomésticos, como consecuencia de la depreciación del guaraní respecto al dólar estadounidense verificada en el mes de referencia.