La industria textil local vaticina cerrar un buen año pese a haber sido afectada por la pandemia, pero a diferencia de otros sectores, los confeccionistas pudieron mantenerse y sostenerse con la provisión de insumos preventivos e indumentaria para la emergencia sanitaria.
Eso respecto al mercado local y para el internacional los números son más alentadores, pues las exportaciones textiles acumuladas de enero a octubre del 2020 alcanzaron US$ 169.907.047, un leve aumento en comparación a la venta en el mismo período del 2019, por valor de US$ 161.768.478, según la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), del Ministerio de Industria y Comercio (MIC).
En el comparativo mensual, el aumento fue mucho más, en un 28,6%, pues en octubre pasado fueron exportados tanto prendas de vestir como indumentarias variadas por valor de US$ 19.326.042, frente a los envíos de octubre del 2019 cuando las divisas fueron de US$ 15.027.201.
La industria local de confecciones llega al mercado internacional con textiles de algodón sin confeccionar; creció casi 40% con US$ 411 mil frente a octubre del 2019 por US$ 296 mil, sintéticos sin confeccionar (-43,5), telas de uso especial que se incrementó 203,3%; de US$ 800 mil a US$ 2,4 millones, demás telas sin confeccionar, abrigos y camperas (-22%), prendas de vestir (-43,7%), como trajes, pantalones, faldas y vestidos, camisas y blusas.
Entre los datos más relevantes, la exportación de prendas interiores trepó hasta un 1.644%, que si bien en monto representa US$ 1,3 millones frente a los US$ 76,5 mil en octubre del 2019, es un avance más para el sector. También remeras y camisetas, cuyos envíos aumentaron 277%, de US$ 109 mil a US$ 419 mil, y confecciones distintas a prendas de vestir que crecieron 9,1%, con US$ 4,4 millones a más de otras prendas de vestir.
Las prendas para bebés no tuvieron buen puerto, no se llegó a embarcar en el último mes. Si se compara el acumulado, también el rubro de prendas íntimas fue el que más creció en todo el año (364,4%), seguido de telas de uso especial (216,4%), mientras la mayor caída anual, de 53%, se dio en camisas, blusas, abrigos y camperas (-47%), entre otros.