El crecimiento de la deuda por efecto de la pandemia es una característica de todos los países de la región. “La pregunta es: ¿Qué hubiésemos hecho sin endeudamiento ante esta emergencia sanitaria? Nuestra solvencia fiscal nos permitió dar respuesta”, señaló la viceministra de Economía, Carmen Marín. En cuanto al estudio de sostenibilidad de la deuda, desde el Ministerio de Hacienda están a disposición para explicar en detalle sus proyecciones. “Por citar una precisión: la estimación de cierre 2020 es del 33,1% del PIB, en parte explicado por medidas de Ñapu'ã Paraguay”, comentó Marín.
Sobre el modelo de financiamiento del déficit de infraestructura, Ñapu'ã Paraguay incorpora diversas medidas a fin de diversificar las fuentes de financiamiento, en entre ellas potenciar el rol del sector privado (APP), también la reforma de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) contribuirá en este sentido, afirmó. “No hay un único camino, el desafío es grande y debemos apuntar a otras medidas complementarias”, destacó.
La deuda pública representa hoy el 30,7% del PIB, lo que resulta sumamente riesgoso para una economía de pequeño volumen, con baja capacidad para generar empleos, y con un precario desarrollo del tejido industrial, gran proporción de trabajo informal, señaló el reporte “Informe anual: Segundo año de gestión del gobierno de Mario Abdo Benítez”, de Sociedad de Economía Política del Paraguay. A eso, agrega además como elemento débil del país, un sector externo dependiente de la producción de commodities para la exportación (soja y carne), cuya característica es la fluctuación de los precios en el mercado internacional y el nulo efecto redistributivo.