Hasta julio del 2020 se procesaron 1.972.170 toneladas de oleaginosas, una caída de 11% con relación al promedio de lo registrado en el mismo periodo en los últimos 3 años y de más de 160 mil toneladas con respecto al acumulado a julio del 2019, de acuerdo al informe de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
Luego de 2 meses con leves mejorías en la comparación interanual de la molienda, en julio volvió a reducirse, pues las 306.250 toneladas del mes representan el menor volumen desde el 2012, agudizando la caída en el total para el año. Varios factores negativos se conjugaron este año, donde se destacan el retraso de la cosecha que llevó a una gran caída de la molienda en los primeros meses del año, por falta de disponibilidad de materia prima, el bajo nivel de los ríos que limitó la posibilidad de navegación para dar salida a lo procesado, así como a los nuevos protocolos aplicados a causa de la pandemia para asegurar la salud tanto de los colaboradores como la de todos los involucrados en la cadena de valor.
Al cierre del 7º mes del año la industrialización acumulada de soja representa el 71% de la capacidad nominal en las fábricas en el mismo periodo. Este valor es el mismo que se había obtenido al cierre del 1er semestre, pero si se compara con el uso conseguido al cierre de julio del 2019, se redujo 7 puntos porcentuales. Considerando el mal desempeño que se volvió a registrar en la molienda del último mes en comparación a años anteriores, cada vez resulta más complicado pensar en una recuperación en el indicador de aprovechamiento de la capacidad, ya que el espacio para recuperar el volumen procesado se va reduciendo y no existen indicios que hagan pensar que los factores negativos existentes vayan a disiparse en lo que queda del año.