Quizás uno de los rubros que aún puede protegerse de la sequía es la producción de lácteos, según explicó el presidente de la Cámara Paraguaya de Industrias Lácteas (Capainlac), Erno Becker. “El Chaco es el sector bastante castigado por la sequía, no obstante en la producción de leche no hay tanta afectación, ya que los mismos tienen su modelo de ensilaje cuando el tiempo lo permite, por lo que cada tambero se prepara para seis a 12 meses de forraje”, dijo.
Sin embargo, indicó que la pandemia está afectando de diferentes formas, ya que las industrias que estaban produciendo para hoteles, heladerías, eventos y rubros están paralizadas, lo que hace que caiga la comercialización. “En general cuando se paga un Pytyvõ, la situación es distinta porque la familia consume más leche, eso es positivo. Hay meses buenos y malos, podemos decir que se mantiene la venta y producción de lácteos”, afirmó.
Becker destacó que el crecimiento que habían estimado para el 2020, en torno al 5%, se va a mantener. “Hay que tener en cuenta que las exportaciones siguen, aunque no sean tan atractivos en precios, ya que en general tenemos un excedente”.
Recientemente, el Senado aprobó el proyecto de ley que declara en situación de emergencia agrícola-ganadera a los departamentos de Guairá, Paraguarí, Presidente Hayes, Alto Paraguay y Boquerón por un plazo de 90 días. Desde hace cinco meses la sequía afecta al territorio del Chaco, donde no se registran grandes precipitaciones. Los chaqueños sufren por la escasez de agua en zonas lejanas del río Paraguay.