POR DIEGO SANABRIA
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El suelo chaqueño paraguayo se encuentra viviendo uno de sus peores años como consecuencia de la severa sequía que vive la región, la cual se agrava paulatinamente por los efectos de la pandemia. La Región Occidental siempre se ha destacado en varios rubros que dinamizan la economía nacional, entre ellos la ganadería, la producción de lácteos y granos. El primero de ellos es el más golpeado, según Gustav Sawatzky, presidente de la cooperativa Chortitzer. “La sequía en la colonia ha tenido un fuerte impacto, la gente en la zona de Loma Plata es una de las más afectadas ya que apenas tuvimos 170mm de lluvia en lo que va del año cuando en esta misma época en el 2019 ya habíamos sobrepasado los 300mm. Todo está muy seco en la Región Occidental por lo que muchos productores luchan por la subsistencia de sus animales buscando agua por todos los lados”, dijo.
Señaló que incluso los pocos pozos de agua no rinden mucho tiempo ya que en dos o tres semanas se salinizan. Sostuvo que realmente es una lucha de día a día para tratar de sobrevivir, muchos están apurando a los frigoríficos para vender y estos están llenos porque hay una sobredemanda. Agregó que la gente prematuramente debe vender vientres y muchos animales con cría. Alrededor de 18.000 a 20.000 vacas preñadas se faenó porque la gente no sabía qué hacer. Son situaciones cíclicas y ahora nos tocó muy fuerte. Acotó que se espera algo de lluvia, pero muy ligera en este mes. “Esperamos lluvia para el otro fin de semana, pero apenas unos aguaceros que de todas maneras son como oro para nosotros. Las grandes lluvias se esperan para octubre y noviembre por lo que nos quedan unos 60 días duros en adelante”, señaló.
Otro segmento que sufre los problemas de la falta de agua en la región son los productores de granos, quienes tienen innumerables inconvenientes para exportar. “Tenemos diferentes aspectos que considerar, pero el principal está relacionado a la navegabilidad ya que los días de uso de los ríos estamos con serias dificultades ante la falta de lluvias”, expresó Hugo Pastore, directivo de Capeco. Acotó que el río Paraguay continúa con chances de navegación, pero con carga disminuida, mientras en Paraná está con problemas muy serios donde la navegación se realizan solo vía “ventanas de agua” que son muy puntuales como las que ahora mismo se están desarrollando que permiten sacar pequeños volúmenes de productos en operativos muy específicos.
“Lastimosamente no hay suficiente aguas en las represas que también son su materia prima para la producción de energía. Se deben acelerar y mejorar los trabajos de dragado en el Paraná y en el Paraguay. Es un punto de estrategia nacional y fundamental. En un año normal se movilizan 2.500.000 de toneladas, este año con suerte vamos a llegar a las 500.000 toneladas”.
OTROS RUBROS AFECTADOS
Hugo Pastore, directivo de Capeco, sostuvo que las actividades relacionadas a la soja, trigo y maíz, están articuladas directamente al río y al no poder navegar por el Paraná, una opción como válvula de salida de productos es agilizar lo máximo posible el tránsito comercial con el Brasil. “Es uno de los puntos más sensibles que tenemos a consecuencia de la pandemia, especialmente con Ciudad del Este, pues tenemos otras fronteras por donde salen las mercaderías, pero son mucho menos camiones. Necesitamos que eso pueda funcionar de la manera más ágil posible. En el trabajo de campo hasta ahora el covid-19 no afectó, pero sí en todas las formas de mover los productos fuera de las fronteras”, aseveró. Dijo que el país tiene una capacidad instalada para industrializar la soja en alrededor de 4 millones de toneladas y se producen más de 10 millones de toneladas por lo que sí o sí deben exportar. “Brasil que es un mercado nos puede comprar unas 600.000 toneladas y el otro gran destino es Argentina y Rusia, el primero 5 millones y los rusos un millón de toneladas. Lo mismo en trigo, y el maíz, ya que nuestro mercado está más que abastecido”.