En cuanto a las medi­das tomadas para contrarrestar esta crisis, una vez que se vayan levantando gradualmente las medidas de confinamiento, los estímulos tendrán un mayor efecto, aunque estos no serían permanentes, dijo Alexandre Tombini, repre­sentante jefe para las Amé­ricas del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).

En ese sentido, resaltó la importancia de las refor­mas estructurales, como por ejemplo las del sistema de pensiones, límites al gasto público, medidas para ampliar la base tributaria, la eficiencia del gasto y todas aquellas que contribuyan a mejorar la productividad de la economía en general.

Fue en el marco del Ciclo de Seminarios Virtuales del Instituto Banco Central del Paraguay (BCP). Tombini abordó la necesidad de que las políticas económicas con­templen un enfoque inclu­sivo, dado que una de las con­secuencias de la pandemia es precisamente el aumento de la pobreza y de la desigual­dad. Es así que se torna fun­damental seguir fortale­ciendo esta lucha no solo en las economías emergentes, sino en la economía global.

Tras el paso de la crisis del covid sobre la economía mundial, quedarán impor­tantes lecciones para lograr un crecimiento sostenido, entre las cuales, además de las reformas estructurales necesarias para los países, se encuentran las políticas de inclusión social para reducir las desigualdades, las de pro­tección del medioambiente y las de digitalización de la eco­nomía, afirmó.

Siguiendo con esta línea de importancia, consideró que el proceso de digitalización de la economía en general –y, por ejemplo, servicios finan­cieros en particular– es una tendencia que “llegó para quedarse”, y que con la pan­demia ha ganado mayor rele­vancia, por lo que las políticas deben igualmente incorporar esta visión para el presente y futuro.

Durante su presentación, el representante del BIS, Alexandre Tombini, concluyó que, en cuanto a los desafíos futuros, ellos dependen de la fase de la crisis que en estos casos son la iliquidez, la insol­vencia y la recuperación

Señala que las políticas fis­cal y estructurales serán muy probablemente más importantes en las fases de insolvencia y recuperación. Dado que el espacio de polí­tica es limitado, las medidas deberán ser más selectivas y focalizadas, mientras que las políticas estructurales son la única manera de crear creci­miento económico sosteni­ble, destacando que la auto­nomía del Banco Central es esencial.