La Asociación Paraguaya de Criadores de Ovinos (APCO), junto con otros productores, se encuentran abocados a concretar un programa de mejoramiento de más razas del sector ovino, con el apoyo de creadores de razas británicas, apuntando a reproducir genética de primer nivel. La noticia fue proporcionada por el presidente de la asociación, el ingeniero Nicolás Peña, quien aseveró que los logros obtenidos con la reciente exportación de ovejas por parte de algunas cabañas al mercado argentino es el fruto del trabajo de más de 40 años, y desde los años 2000 enfocados en el mejoramiento de la genética ovina.
“La asociación recibió ofertas de apoyo del Reino Unido para el mejoramiento de las razas británica Hampshire Down y Texel, y estamos muy interesados junto con otros productores por lo que ya estamos viendo mecanismos para que los protocolos puedan ser accesibles”, indicó a La Nación. Mencionó que hace unos días estuvieron en contacto con referentes de Inglaterra, de modo de avanzar en los procesos para que las puertas del mercado británico puedan estar abiertas con gestiones rápidas, de modo de que los productores puedan importar de forma fácil los embriones para el mejoramiento. Para ello, necesitan que el Gobierno y las autoridades pertinentes ayuden en las gestiones, para que se pueda concretar lo que sería un siguiente paso más agigantado para el rubro ovino, que puede fácilmente llegar a ser una alternativa de diversificación de la ganadería paraguaya.
Ejemplificó que pese a que la mayoría de los sectores, retraídos por el factor sanitario y la crisis, el precio de la oveja todavía se mantiene, y se está pagando G. 22 mil el kilo del cordero al gancho faenado. Para avanzar en las gestiones, señaló que solo es preciso que se liberen las fronteras, por lo que una vez que se pueda retomar de alguna manera a la normalidad respecto al covid-19, podrían ya concretar la importación de embriones para las razas Hampshire y Texel. Estimó que para un desarrollo y mejoramiento de tales razas y llegar a un nivel de exportación como se logró ingresar a la Argentina con la raza Dorper, podría durar unos 7 años para las adaptaciones requeridas.
Aseveró que tras encontrar ese nicho de mercado en el vecino país, Paraguay se posiciona como referente exportador en razas carniceras en la región, y más aún lo será una vez iniciado el proceso de mejoramiento también de las razas británicas. “Acá en Paraguay tenemos todas las razas; pero, para mejorarlas necesitamos incorporar sangre de afuera, y de esa manera luego de las adaptaciones, quedamos como referentes a nivel regional, ya que hoy en día podemos decir que podemos reproducir genética de primer nivel”, recalcó.
SECTOR NECESITA TRANSFORMACIÓN
La producción ovina u ovinocultura local tiene que pasar por un proceso de formalización, pues si bien se habla desde la asociación de unas 800.000 cabezas, el titular del gremio estimó que a nivel país entre otros productores independientes llegarían a 1 millón de cabezas de ovino.
Y si el número varía ampliamente con los registros proporcionados por el Servicio Nacional de Salud y Calidad Animal (Senacsa), se debe porque allí solo se contabilizan los vacunados contra la fiebre aftosa, que son propiedad de ganaderos que se dedican también a otros rubros, explicó.