Para el sector cárnico local, la situación de las medidas sanitarias que enfrenta el país entero también representa una crisis con relación a las exportaciones, en especial en el mercado europeo, que es el más afectado con los embarques de la proteína roja. Esto, teniendo en cuenta que varios de los países europeos están sobrellevando uno de los peores momentos de la historia con la pandemia del COVID-19, por lo que el segmento de restaurantes y hoteles necesariamente debe estar cumpliendo con las exigencias, repercutiendo directamente en el consumo de la carne, lo cual afecta a las exportaciones paraguayas, según el sitio Valor Agro. “Los importadores europeos cancelaron contratos y piden a las industrias que frenen los envíos, ya sea de carne Hilton o de Cuota 481, por lo que a pesar de que la Unión Europea no signifique un destino destacado en volumen para la carne bovina paraguaya, el momento es de mucha incertidumbre y se debe analizar día a día la evolución de la crisis”, expresa el artículo.
Y en el contexto contrario, China, que empezó a recuperarse lentamente de la crisis sanitaria, retoma las operaciones e impulsa incipientemente la actividad económica, con lo que los países vecinos se muestran alentadores por la leve recuperación del mercado asiático, con compras más programadas y más profesionales. A la vez, la demanda de China por carne seguirá, ya que una vez superada la pandemia del coronavirus, el déficit de carne por la fiebre porcina no se habrá solucionado, lo que es una buena noticia para Paraguay, dado que los principales competidores en mercados como Chile, Rusia e Israel volverían a dejar espacio para pensar nuevamente en China.