El comercio fronterizo paraguayo, principalmente con Brasil, sintió un duro golpe este 2019 a raíz del bajón económico local y regional, además, por sobre todo, del proceso de reforma en el vecino y la devaluación de su moneda. Sin embargo, sigue la dinámica de este negocio. En tanto, los comercios podrían reducirse aún más en zonas francas a raíz de una nueva disposición brasileña.
El régimen de zonas francas (ZF) rige en el Paraguay desde 1995 con la Ley 523 y, en la actualidad, dos se encuentran operando en el país, específicamente en Ciudad del Este, donde fueron ocupadas por 143 empresas, generando cerca de 2.500 empleos directos y 7.500 indirectos. El principal socio bajo esta modalidad de comercio fue Brasil.
Sin embargo, en diciembre se puso en vigencia un decreto que trata sobre las reglas de origen. Con esto, algunas mercaderías ya no estarían exentas de tributos, lo que dificultaría su exportación al país vecino, señala el análisis de Mentu en su informe diario Pulso Financiero.
La consultora menciona al respecto que desde ahora la certificación de mercaderías originarias de zona franca solo cubriría al sector automotor por el acuerdo a ser firmado con Brasil. Esto significará que los demás rubros deberán pagar aranceles establecidos por el Brasil, dado que estos bienes, al producirse en ZF, son considerados por el bloque comercial Mercado Común del Sur (Mercosur) como extrazona.
Hace 15 días, los gobiernos de Paraguay y Brasil concluyeron las negociaciones para el acuerdo automotor entre los países.
La firma solo aguarda fecha y se espera entre en vigencia desde los últimos días de este año. La ministra de Industria y Comercio, Liz Cramer, oficializó el pacto político y dio a conocer los 18 puntos del acuerdo bilateral.
Entre los principales puntos resalta que Paraguay no dejará de importar autos usados y el acceso preferencial para productos de maquila con Índice de Contenido Regional (ICR) menor al 50%.