El sistema bancario pareciera sentir el mal momento económico del país, medido por el “termómetro” de capacidad de pago de los clientes, que es la morosidad. Esta tasa subió en julio a 3,11% de 2,97% a junio, un incremento de 0,14 puntos porcentuales en un mes, mientras que también es superior a la tasa de 3,0% registrada en el mismo mes del año pasado, de acuerdo a los datos de la Superintendencia de Bancos del Banco Central del Paraguay (BCP). La tasa de morosidad bancaria es la más alta en casi 2 años, de acuerdo al historial de la banca matriz. Al mirar el retraso de pago de crédito respecto a la cartera total, los sectores de consumo, comercio por mayor y menor siguen liderando con casi 6%, 5% y 4%, respectivamente.
El sector de la construcción ostenta el cuarto puesto con mayor nivel de morosidad, con una tasa de 3,2%; mientras que el de vivienda y el del agro registraron una tasa de 3,11% y 3,02%, cada uno.
Por otro lado, la tasa de crecimiento del crédito también muestra una desaceleración producto del bajón económico por el que atraviesa el país. La cartera en el sector bancario cerró con una caída leve de 0,1% en julio respecto al mes anterior; mientras que la tasa interanual, es decir julio del año pasado frente a mismo mes de este año, mostró un crecimiento de 13%. El volumen total de la cartera cerró en G. 87,5 billones, lo que se traduce en US$ 14.255 millones, según los datos del Banco Central del Paraguay. En cuanto a las expectativas para otorgar créditos, estas se van reduciendo, según el informe de Encuesta sobre la Situación General del Crédito al segundo trimestre del 2019.
El economista Carlos Fernández Valdovinos dijo que de todos los números macros, el que se ve en el sector financiero es el que mejor resultado tiene porque el crecimiento del crédito es razonable. Sin embargo, aclaró que ahora hay que ver cómo reaccionan los agentes económicos a toda esta situación coyuntural (crisis política), ya que podría implicar de repente, si hay un diferimiento de los planes, que va a terminar afectando la demanda de crédito, pero está por verse.