La preocupación aumentó esta semana en Paraguay con el nuevo escenario económico en Argentina, cuyos efectos negativos no tardarán en notarse en el mercado local. Ante una “caldeada” incertidumbre desatada por la crisis política, que no se resuelve, una fuerte depreciación del peso argentino vino a remover las expectativas locales, ya que se empieza a estimar un crecimiento del PIB menor al 1%.
Ahora, con todos estos factores que pasan, justo en el momento en el cual por lo menos la gente estaba empezando a hablar de que julio no fue un mal mes, vinieron todas estas volatilidades en agosto. “Nosotros ahora vemos que inclusive el 1% de crecimiento del PIB estimado va a ser imposible de alcanzar, tenemos una estimativa que estaría más cerca del cero y dependiendo de qué pase en uno o dos meses, no podríamos descartar de que sea un decrecimiento negativo para finales de año”, advirtió el economista Carlos Fernández Valdovinos, miembro del directorio del Banco Basa.
Para poner más complejas las cosas, en un momento en el que Paraguay necesitaba mejorar este segundo semestre, se suma el shock proveniente desde Argentina. El peso argentino se deprecia 30% en un día y, en el corto plazo, eso evidentemente hace mucho más barato todos sus productos, lo que fomentará el contrabando, especificó. “Veníamos mal y nos vienen problemas políticos domésticos, y ahora viene pegando el coletazo argentino, entonces creo que ese 1% de crecimiento está un poco elevado”, expresó.
Para el economista Juan Cresta, si bien se estimaba una recuperación para este segundo semestre, hay condiciones que no se dieron, lo que hace cambiar toda expectativa de expansión prevista, por lo tanto el panorama sigue siendo desalentador. “Desde mi punto de vista, para el año que viene se prevé un mejor escenario y habrá mejores perspectivas que este año, independientemente de quién esté al mando de la política económica”, especificó.