COMENTARIO
Por Rubén Ramírez Lezcano, excanciller nacional
Es un acuerdo de libre comercio sin precedentes para ambos bloques y uno de los más importantes en la historia a nivel global, pues crea un mercado de bienes y servicios de 800 millones de consumidores y casi una cuarta parte del PIB mundial. Garantiza para los países miembros del Mercosur el acceso a un mercado estratégico, con un PIB per cápita de US$ 32.000 en promedio, promoviendo el comercio al eliminar los aranceles para el 93% de las exportaciones del Mercosur y otorgar un trato preferencial para casi todo el 7% restante.
Al mismo tiempo, impulsa el aumento del PIB a través de la transformación de la matriz productiva, la integración del país en cadenas de valor, la generación de empleo y el desarrollo de las economías regionales. Producirá un efecto positivo en la gobernabilidad, pues genera calidad institucional, reglas claras, transparencia y previsibilidad. Con esto, culmina un proceso de negociación que se extendió durante más de 20 años.
Y para tener en cuenta la dimensión del acuerdo, como instrumento comercial, afectará a 770 millones de consumidores que representan el 20% del PIB mundial en términos de PPP o Paridad del Poder Adquisitivo (Purchasing Power Parity) per cápita en el mundo, que viene a liberalizar un mercado multimillonario y hasta la actualidad caracterizado por altos aranceles. La Comisión Europea calcula las exportaciones del bloque al Mercosur en el 2018 en unos US$ 50.800 millones, mientras las importaciones desde los cuatro países sudamericanos fueron de US$ 48.100 millones.
De acuerdo con lo firmado en Bruselas, para los países del Mercosur los plazos de desgravación arancelaria para el ingreso de productos europeos se extenderán, en promedio, en períodos desde 10 hasta 15 años, mientras que la UE aceptó plazos de desgravación para importaciones desde el Mercosur de forma inmediata.
A la vez, el enfoque estratégico en cuanto a reducción de aranceles podría ser el más lucrativo de los que ha firmado la UE, con una reducción de US$ 4.550 millones, cuatro veces más que el suscrito con Japón. Mercosur se compromete a eliminar los aranceles del 35% que hasta la fecha imponía a los autos europeos y los de hasta el 18% a las piezas de automoción.
Por su parte, Europa modifica los aranceles a más del 99% de los productos agrícolas procedentes de los países firmantes: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Incluye a la eliminación de impuestos de importación al 81,7% de los productos agrícolas del Mercosur, mientras que ofrece cuotas o preferencias para el 17,7% restante.
Aun así, hay ciertos desafíos para el Mercosur, y este acuerdo aún debe ser revisado por los órganos jurídicos de la UE, así como discutido y aprobado por todos los países miembros de la UE y del Mercosur, con lo que se estima que su vigencia plena podría estar aplicable en dos años, si no existieran problemas de carácter político en cualquiera de las partes. Al mismo tiempo, las negociaciones intra-Mercosur serán claves para determinar los beneficios y alcances de equilibrios en términos de las cuotas que correspondan a cada país del Mercosur, donde el cupo de exportación de carne vacuna es uno de las más complejos por determinar. En conclusión, es un muy buen acuerdo en beneficio del Paraguay.