• POR ALBA DELVALLE
• Periodista
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La actual situación polí­tica por la que atraviesa el país puede jugar en contra de las negociaciones de más de 20 años, que a finales de junio se concretaron con un acuerdo de libre comercio entre los bloques del Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE), porque puede afectar a las inversiones que se tengan que hacer para aprovechar la alianza. Es por ello que urge que el Gobierno pueda despejar la crisis para que los acuerdos internaciona­les de cooperación se puedan ir implementando, sostienen el economista Aníbal Insfrán y el consultor Enrique Varela, de Avantgarde Consulting Group.

Para Insfrán, el escenario polí­tico es un elemento y al ana­lizar de qué manera podría entorpecerlo si el acuerdo de libre comercio Mercosur-UE se materializa con más preci­sión, explica que no se estaría aprovechando de la manera más ideal porque no vendrían las inversiones adecuadas, que no se están dando justamente a consecuencia de la incerti­dumbre y, por ende, la ejecu­ción de los negocios.

“La situación política lo que está generando es incertidum­bre, que podría frenar algunos proyectos u obras y negocios, y que no se están haciendo como en los bancos, por ejemplo, en los que hay menos depósitos porque los inversores están expectantes”, añadió.

Por su parte, Varela sostuvo que se tiene que ir despejando el escenario político para que los acuerdos internacionales de cooperación se puedan ir implementando, ya que cual­quier medida que habilite a productos paraguayos ingre­sar al mercado de la UE es muy importante.

“Si tenemos la posibilidad de entrar al mercado europeo con aranceles preferenciales, sig­nifica más exportaciones para el país, eso es más ventas, más rentabilidad, más estabilidad que atrae inversiones y eso genera empleo”, explicó.

Como accionar por parte de los negociadores del bloque que compete a Paraguay, actual­mente se está evaluando y aguardando a la vez la apro­bación de los congresos birre­gionales la entrada en vigencia de los aranceles preferenciales, en especial de forma inmediata del SGP, que concede reduccio­nes de hasta cero a los países beneficiarios, según indicó el viceministro de Comercio, Pedro Mancuello.

“Hay un calendario de des­gravación progresiva, lo pri­mero es que recuperamos el SGP en forma inmediata a la vigencia, pero requiere la aprobación de los congresos y, por otro lado, tenemos por ejemplo arancel cero para 100 toneladas de azúcar orgánica en forma exclusiva para Para­guay”, resaltó.

En cuanto al acuerdo, es gené­ricamente buena tal apertura y más porque Europa en gene­ral no es un competidor fuerte para Paraguay, que es pro­ductor de commodities, gra­nos, carnes que ellos no pro­ducen, por lo tanto se trata de un acuerdo complementario y positivo, dijo Insfrán.

En ese sentido, Varela reco­mienda tener cuidado en el avance de las negociaciones y los pasos que se deben seguir dando, los tiempos en que se van a ir aplicando y si los dis­tintos países de la región acom­pañarán de la misma forma, teniendo en cuenta además que la Argentina estará en medio de un proceso electoral.

Productos agrícolas y com­modities como la carne son principalmente los benefi­ciados con el acuerdo de libre comercio, además de la libera­lización arancelaria de más de 5.000 productos que estaban incluidos dentro del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP). En el caso de la carne, se seguirá disputando el porcen­taje de la cuota de 99 mil tone­ladas que ofrece la UE para el Mercosur.

Al respecto, el presidente de la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC), Juan Carlos Petten­gill, mencionó que Paraguay se mantendrá firme en la pro­puesta equitativa planteada ya en el 91, Tratado de Asunción, de 25% para los 4 miembros del bloque sudamericano.

“Nosotros creemos que la coyuntura política ya va a ser resuelta, esperamos de hecho que el Gobierno ya continúe su curso y trabajar conjunta­mente, ya que seguimos expor­tando y trabajando normal­mente, pero abogamos siempre a la estabilidad”, señaló.

Así también, la comunidad europea, que recibirá lo que no produce, podrá transfe­rir al país tecnología, conoci­miento y el know how, donde ambos bloques podrán ganar, sin olvidar que el consumidor local también puede recibir el beneficio de precios más acce­sibles al importar productos con aranceles reducidos.

El sector servicios también entra como jugador importante, ya que la Unión Europea es el primer importador mundial de servicios por valores que superan los 700 mil millones de euros anuales y el acuerdo facilitará el incremento de la inversión extranjera al otor­gar certidumbre y estabilidad a los inversionistas, teniendo en cuenta que otros países que firmaron acuerdos con el blo­que europeo incrementaron significativamente la capta­ción de dichos fondos, según publicaciones.