En los primeros cuatro meses del año el menor flujo de ganado con destino a los frigoríficos causó una considerable merma en la actividad industrial. De acuerdo a los datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) en el primer cuatrimestre del año el nivel de faena de bovinos experimentó una retracción del 14,5% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Entre enero y abril de este año las industrias cárnicas sacrificaron un total de 529.225 cabezas, que corresponden a unos 90.003 bovinos menos que el volumen faenado en los primeros cuatro meses del 2018, que fue de 619.228 cabezas, refiere el reporte del servicio veterinario oficial.
La oferta de ganado está reprimida y esto afectó el nivel de operatividad de las industrias frigoríficas en los primeros meses del año. El ritmo de faenas disminuyó y también se registraron mermas en el comercio exterior de productos cárnicos.
Es importante tener en cuenta de que uno de los frigoríficos de mayor operatividad, que es Frigochorti, sufrió un siniestro y eso también impulsó a la menor actividad de la industria cárnica. Este planta apenas logró faenar unas 1.070 cabezas en abril, según los registros de Senacsa. Los frigoríficos con mayor nivel de faena en abril fueron JBS Belén, Frigochaco, Concepción y Neuland.
PRECIOS
Los niveles actuales de la cotización del ganado no llenan las expectativas del sector primario y tampoco de las industrias. Los ganaderos afirman que los márgenes de rentabilidad están muy ajustados y por otra parte los industriales sostienen que con la coyuntura actual del mercado internacional se complica la competitividad.
Valor carne destacó que existe una insatisfacción generalizada ya que este valor no resulta atractivo para los ganaderos, pero tampoco significa buenos negocios para los exportadores.
El valor del novillo en el mercado local se encuentra estancado desde hace varias semanas en US$ 2,70 el kilogramo (peso al gancho), según datos de ARP.