En dos meses, la deuda pública de Paraguay se incrementó en un 5,8%, en comparación al monto registrado al cierre del ejercicio fiscal 2018, y representó el 21,2% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Según la Dirección de Política de Endeudamiento, dependiente del Ministerio de Hacienda, el pasivo total del país ascendió a US$ 8.507,9 millones al cierre de febrero del 2019, superando a los US$ 8.035,5 millones registrados al término del 2018.
En efectivo, este aumento de la deuda representa unos US$ 472,4 millones, que prácticamente obedecería a la colocación de bonos realizados por Paraguay en febrero en el mercado internacional por US$ 500 millones.
Del pasivo total que acumula el país a febrero; el 81,4% (US$ 6.925,6 millones) corresponde a compromisos asumidos por Paraguay a nivel internacional, mientras que el 18,6% restante es deuda interna con acreedores locales.
Entre los principales acreedores aparecen los organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento , el Banco de Desarrollo de América Latina, el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata y otros. A estas instituciones, el país adeuda a febrero del 2019 las sumas de US$ 1.478,6 millones; US$ 633,8 millones; US$ 397,4 millones; 139,3 millones y US$ 144,2 millones, respectivamente, detalla.
Aparecen como acreedores los organismos bilaterales con US$ 209,3 millones y el Banco Central del Paraguay (BCP) con US$ 644,7 millones. Para este año, el proyecto de Presupuesto General de la Nación 2019 autoriza a Hacienda contraer nueva deuda por US$ 1.400 millones, mediante la colocación de bonos y préstamos de organismos multilaterales.
De ese total, alrededor de unos US$ 600 millones está previsto para la emisión y colocación de bonos; US$ 500 millones a nivel internacional (que ya fueron realizados) y US$ 100 millones a nivel doméstico (de manera mensual desde febrero). De ese total captado mediante los bonos, US$ 300 millones serán utilizados para el “bicicleteo” de deuda, US$ 44 millones para destinarlos a inversión financiera y US$ 257 millones a inversión física (en obras de infraestructura y construcción de viviendas).