La cifra inicial de proyección da cuenta de que la producción agrícola es similar a la del año pasado, pero el Banco Central del Paraguay (BCP) está a la espera de los últimos datos del agro, aunque probablemente el sesgo es a la baja, según afirmó Miguel Mora, economista jefe del BCP.
“El sector privado habla de caída entre el 10 al 15%, mientras que la voz oficial es la del Ministerio de Agricultura y Ganadería, la misma se tendrá la próxima semana. Con esto se evaluara los resultados, para dar a conocer la política monetaria o proyección el 29 de abril próximo”, afirmó.
Justamente, el viernes pasado, el BCP dio a conocer el crecimiento final de la economía en el 2018, tras recopilar los últimos datos del cuarto trimestre de ese año. Con eso, la banca matriz confirmó una desaceleración económica ya desde el año pasado, ya que el PIB cerró con una expansión de 3,6%, menor a lo 4% esperado en diciembre pasado.
Si bien la entidad monetaria no dio a conocer el próximo número de proyección del PIB, ya adelantó que se realizará una corrección a la baja y que dicha cifra estaría en línea con lo que el Fondo Monetario Internacional previó, de 3,5% desde 4%.
Mora explicó que este menor crecimiento en el 2018, de lo que se esperaba, tiene mucho que ver con lo que pasó con los vecinos (Argentina y Brasil) en la región, y que tiene como epicentro abril y mayo del año pasado, cuando se depreciaron fuertemente las monedas. “Tanto el peso argentino, como el real de Brasil frente al dólar, así como una apreciación bilateral respecto a estas dos monedas, con la paraguaya”, dijo.
Agregó que, a partir de esto se presentó un proceso de desaceleración económico, que empezó con el comercio de frontera, y luego se extendió a otros sectores, principalmente, de comercio. No obstante, en el periodo también hubo choques de ofertas relacionada a la producción de energía eléctrica.
Por otro lado, el sector ganadero también registró una merma, por reducción del hato ganadero, y por lo tanto, una menor respuesta por la demanda externa del producto. A esto se le sumó pérdida de competitividad, por las depreciaciones en Brasil.