Una importante empresa de construcción brasileña evalúa explotar el rubro en el país, para la construcción de viviendas tanto tradicionales como prefabricadas, para los diferentes segmentos de la sociedad, atendiendo la alta demanda, por lo que apuntarán a las clases populares, media y alta.
Fue lo que anunciaron desde el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), tras una reunión mantenida ayer entre el empresario brasileño Waldemir Kurten, presidente del grupo Kurten, junto con los viceministros de Industria, Luis Llamosas y de Comercio, Pedro Mancuello, además del jefe de Gabinete del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Julio Samaniego.
El objetivo es el de instalarse ya próximamente en unos 90 días, manifestó Kurten, tras adentrarse sobre los servicios e incentivos con que cuenta y ofrece el país para la instalación de empresas. Recalcó que la firma, con 38 años asentada en Curitiba, ya construyó tanto en Brasil como en otros 13 países, más de 38 mil casas.
“Nosotros tenemos el interés de instalarnos como industria en Paraguay, a través de la construcción de viviendas prefabricadas y tradicionales, y durante estos días estaré investigando los costos, así como analizar otra serie de datos para nuestra posterior llegada al país, en el menor tiempo posible”, expresó.
En cuanto a los motivos del porqué apuntar a Paraguay, señaló que entre los principales factores se encuentran la seguridad en torno a la inversión, el buen clima de negocios, a más de la cuestión institucional que transmite una economía muy clara y fuerte, agregó.
Por su parte, Samaniego señaló la importancia que desde el extranjero se sientan atraídos con la posibilidad de apostar a un sector tan pujante y demandante como lo es el de la construcción y particularmente en el rubro de las viviendas, por lo que acompañaron muy de cerca al empresario a conocer las ventajas comparativas y los beneficios a los que acceden las empresas extranjeras para invertir en Paraguay.
De esa forma, los responsables de Industria y Comercio comentaron acerca de la Ley 60/90 de incentivos fiscales a la inversión de capital de origen nacional y extranjero que beneficia a las diferentes industrias, con la exoneración total de los gravámenes aduaneros e IVA para la importación de bienes de capital, al igual que las compras locales de fabricación nacional, entre otros.