El temor sobre el supuesto riesgo en el nivel de endeudamiento público que alcanzó el país es por todo punto de vista infundado. La mayoría de los expertos nacionales e internacionales reconocen públicamente en los medios de comunicación y en diversos foros que el nivel de la deuda externa de Paraguay es la más baja del América Latina, 24,4% en relación a su Producto Interno Bruto (PIB).
Los últimos informes del Fondo Monetario Internacional (FMI), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y del Banco Mundial señalan que el perfil de la deuda externa de Paraguay es la más conservadora en comparación con otros países de Latinoamérica.
En ese ranking de deuda pública en relación al PIB el que tiene el menor índice en la evolución de su deuda es Paraguay que registra el 24,4%; Chile, 24,9%; Perú alcanza al 25,5%.
A su vez los países con mayores niveles deuda pública en relación al PIB son Brasil con el 83,4%; Uruguay con el 59,8%; Argentina con 53,4% y México 53,3%. Paraguay está considerado como un país de ingresos medios, y la situación de la sostenibilidad de la deuda paraguaya, en relación con otros países de Latinoamérica, está considera como tolerable.
El viceministro de Economía, Humberto Colmán, al referirse sobre la sostenibilidad de la deuda, en el blog de la Subsecretaría de Estado de Economía, explica que si se analiza "en el marco de la Sostenibilidad de la Deuda (DSF, por sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (…) y se toma como referencia el nivel más duro y exigente, para los países de ingresos bajos y menor desarrollo, el límite tolerable para el servicio de la deuda sobre los ingresos fiscales es 18%" y, aún bajo ese duro análisis del umbral más exigente, "se puede decir que Paraguay tiene una deuda claramente viable y manejable" (ver gráfico del servicio de la deuda).
"Paraguay tiene la menor carga del servicio de la deuda entre los países de la región de los que se disponen de datos. Mientras en la región el servicio de la deuda representó el 16,7% de los ingresos en el 2015, con México (27%) y Colombia (23%) entre los países con mayores riesgos, en Paraguay ese indicador a finales de 2017 fue solo el 11,9% de los ingresos (…); es decir, estable y muy por debajo del límite tolerable", asevera el viceministro Colmán.
Hay que agregar que el servicio de la deuda en el 2017 fue del 16,9% de los ingresos; es decir, en los últimos 10 años la carga del servicio se redujo significativamente, lo cual ratifica que la preocupación por el ritmo de crecimiento de la deuda es injustificada.
LOS BENEFICIOS DEL FINANCIAMIENTO EXTERNO
El viceministro Humberto Colmán explica que la deuda es un instrumento bien utilizado que impulsa el bienestar de la población paraguaya. Estos compromisos permiten a las empresas "invertir para elevar sus ventas, lo que en el futuro les permitirá repagar su deuda, a las familias a mantener o suavizar su consumo ante vaivenes temporales del ingreso, comprar bienes de capital duraderos como las viviendas y fortalecer el capital humano de sus integrantes".
A su vez, para el Estado paraguayo la deuda es el instrumento que permite elevar la inversión pública, lo cual repercute positivamente en el crecimiento económico del país. "Cuando la economía crece se generan más empleos, mejoran los ingresos y, finalmente, el Estado recauda más, con lo que la deuda bien invertida se repaga sola", puntualiza el viceministro de Economía, del Ministerio de Hacienda.
La inversión pública del gobierno de Horacio Cartes creció 16,4% nominal en los últimos cuatro años, alcanzando el 3,2% del PIB en el 2017, nivel más alto registrado desde el 2003. En el presente Gobierno, como nunca antes se realizaron obras de infraestructura de gran envergadura en varias zonas del país. Asimismo, la inversión total del sector público fue del 4,8% del PIB en 2017; es decir, más de US$ 1.400 millones.
El perfil de la deuda paraguaya es la más conservadora, la más baja de la región gracias a su adhesión a la ley de "regla de oro" por lo que los recursos provenientes de la misma solo pueden usarse para gastos de capital y al refinanciamiento de empréstitos mejorando las condiciones. Además, el buen desempeño de la política fiscal, el cumplimiento disciplinadamente de la Ley de Responsabilidad Fiscal son aspectos que brindan una mayor seguridad.