Este año los precios de la soja sufrirían nuevamente una baja a causa de la prolongada sequía, y la superproducción que están registrando los competidores del mercado internacional como Brasil o EE.UU, ocasionando un doble impacto al sector agrícola, según explicó el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo.
La tendencia bajista ya se había experimentado el año pasado con un valor de USD 370 por tonelada, mientras que el último año de buen precio fue el 2023 cuando se vendía a USD 520. “Este año está para el productor en torno a USD 330 a USD 340”, mencionó a la 1.000 AM.
Esto hace que el punto de equilibrio para recuperar el capital operativo requerido para la inversión sea cada vez más alta, puesto que de 1.500 kilos que se necesitaban para empatar incluso con 2.000 kilos quedan cortos, comentó.
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“Tenemos entonces dos cosas que complican este año, el menor precio que se reflejó en el menor ingreso de dólares y por cada 100 puntos que baja el precio si se venden 10 millones de toneladas son USD 1.000 millones menos para el país como un elemento más que genera presión”, aseveró.
Añadió que al igual que el año anterior, cuando se vendió más volumen, pero se facturó menos, este periodo tendría el mismo impacto. “Es una gran interrogante cuál va a ser el número final porque está todavía en desarrollo la cosecha con resultados muy dispares y difíciles de estimar todavía, pero de que va a haber menos producción lo hará”, dijo.
Cristaldo remarcó que se espera llegar al menos a los niveles del año pasado para estar más holgados, pero el escenario es complicado. Al cierre del 27 de enero de este 2025 la cotización en la Bolsa de Comercio de Chicago cerró en USD 384.
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Paraguay podría ser un ganador indirecto en el conflicto comercial entre China y Estados Unidos
La situación arancelaria entre China y Estados Unidos, de mantenerse hasta el cuarto trimestre de este año, podría beneficiar a los commodities de Sudamérica, cuyos precios serían más competitivos que los del país del norte. En ese marco, visualizan a Paraguay como “ganador indirecto” ya que su producción de soja se exporta para trituración y se espera que ingresen mayores divisas una vez que se mejore la navegabilidad de los ríos.
La economista Adriana Guillén explicó a la 1000 AM que los commodities de Brasil y Argentina, y de forma indirecta los de Paraguay, pueden resultar beneficiados si el intercambio de aranceles entre Estados y China llega hasta el cuarto trimestre de 2025, porque en ese periodo el país norteamericano comienza su época de cosecha de soja y maíz.
“Si las restricciones comerciales se mantienen hasta el cuarto trimestre de este año, época en que EE. UU. cosecha soja y maíz, Sudamérica tendría una ventaja mucho más grande para poder ofrecer sus productos como alternativa”, explicó la economista, haciendo alusión a que el mercado chino optaría por precios más competitivos.
Guillén explicó que en este contexto, los principales beneficiados serán Brasil, por sus proyecciones de cosecha récord en soja, y Argentina por su producción de maíz, y que Paraguay ganaría de forma indirecta por su oferta de granos para triturar.
“Si vamos a hablar de Argentina, Brasil y Paraguay; Brasil es el primer beneficiado, segundo Argentina y Paraguay un ganador indirecto porque lo que hace es exportar para triturar, entonces Paraguay está en espera. Actualmente está teniendo problemas para la salida a nivel fluvial, ahora podría salir y generar mayores ingresos de divisas al país”, sostuvo.
Igualmente, mencionó que estas ventajas eventuales no se limitarían solo a la soja sino también a productos como la carne y el maíz, ejemplificando que tras los aranceles de Estados Unidos, amplió sus pedidos de granos a Brasil y reanudó su importación de aves de Argentina.
Guillén explicó también que el sorgo es un producto que tiene a China como su mayor comprador y que también se vería afectado por la situación arancelaria con Estados Unidos, abriendo oportunidades para otros países.
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Disgregación física de productos planteada por la Unión Europea preocupa a productores locales
Productores de oleaginosas manifestaron su preocupación con respecto a la resolución de la Unión Europea sobre la trazabilidad total de productos agrícolas, que exige además una segregación física de los productos, que implicaría que las cargas de distintos productores no puedan mezclarse durante la recolección o el almacenamiento. Recuerdan que la producción de granos en el país se realiza de forma colectiva.
El director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore, explicó a la 1330 AM, que observan con preocupación la disposición de la Unión Europea referente a la trazabilidad, que comenzará a regir próximamente. Afirman que los distintos sectores trabajaron en una plataforma tecnológica para cumplir con las exigencias del bloque, pero la disgregación de productos descoloca a los productores.
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Detalló que una delegación paraguaya compuesta por Capeco, la Unión de Gremios de la Producción (UGP), la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), viajó a Bruselas, Bélgica, para presentar los avances de la plataforma. Pastore señaló que obtuvieron buena recepción aunque sin garantías de que los planteamientos de Paraguay sean incorporados.
Pastore recordó que la producción de soja en Paraguay es un esfuerzo colectivo, principalmente para los pequeños productores, por lo que consideran tal aspecto de la normativa como un obstáculo estructural para la producción nacional. Además, hizo hincapié en que en los últimos 20 años la producción colaboró en la reducción de la pobreza, que pasó de un 50 % a poco más del 20 %, a través de la integración de productores a la cadena de valor.
“La producción y comercialización de granos no funciona de esa manera. En el mundo, las instalaciones, los silos de acopio, los puertos, las industrias, están diseñados como para que precisamente la producción de uno y otro productor se mezclen”, sostuvo.
El representante de Capeco explicó que Brasil y Argentina tienen condiciones similares, por lo que no descartó la posibilidad de un pronunciamiento conjunto sobre esta medida de la Unión Europea.
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Lluvias en el campo generan mejores expectativas para la zafriña de soja y maíz
Desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP) indicaron que en las últimas semanas se normalizaron las lluvias en los campos, por lo que se generaron más expectativas en el sector productivo en cuanto a la cosecha de la zafriña. No obstante, todavía se tiene un largo camino para tener las producciones: fines de mayo para la soja, mientras que el maíz se prevé para junio.
“Están en desarrollo con una expectativa de que podamos tener una cosecha razonable, hubo un nivel de afectación en el arranque por déficit de lluvia, pero ahora hay una expectativa de recuperación y ojalá los niveles de producción sean buenos”, indicó Héctor Cristaldo, titular del gremio, en contacto con La Nación/Nación Media.
En cuanto a la zafriña de soja, dijo que esta ya fue sembrada en un 100 %, en muchas regiones existe muy buen desarrollo y otras donde están con falta de lluvia. “Pero en general está bien y esperemos que continúe así, que no aparezca ninguna contingencia extra”, mencionó.
En cuanto a las estimaciones, mencionó que para la soja el área sembrada abarcó aproximadamente 350.000 a 400.000 hectáreas y para el maíz 800.000 a 900.000 hectáreas. “Está con buen desarrollo; ya hay lugares, parcelas donde ya están en el estado del famoso choclo para la chipa guasu y eso solo un poco más avanzado; los otros todavía están en desarrollo vegetativo”, subrayó.
El maíz tuvo su “golpe” en los primeros días, entre finales de febrero y comienzos de marzo, pero al término del tercer mes del año, cuando se normalizaron las lluvias, hubo una recuperación. “No sabemos qué nivel de afectación pudo haber tenido ni cuánto va a rendir todavía; es muy prematuro”, agregó Cristaldo.
Cristaldo manifestó que actualmente nos encontramos saliendo del fenómeno de La Niña y se esperan lluvias más cerca de lo normal que antes, o por encima de lo normal. “El intermedio es lo que podría estar; La Niña se está debilitando, por eso mejoró el régimen de lluvias y por eso esperamos que vengan dentro del régimen normal para estar con más tranquilidad”, sostuvo.
Se aguarda a que rinda la zafriña para observar si se acercan a la meta que se propusieron para esta campaña, pero se prevén 1.500.000 a 1.600.000 toneladas menos de cantidad de soja producida en zafra, lo cual ya es irrecuperable.
La zafriña ayudará a cerrar la brecha, pero si hubiésemos tenido una zafra normal, con 10.700.000 toneladas más la zafriña, se llegaría a unas 11.000.000 millones de toneladas. “Ahora con los dos juntos no llegamos todavía a 10 millones o estaremos cerca, pero no se sabe”, dijo. En cuanto al maíz, normalmente el promedio es de 6.500 kilos de rendimiento en un año normal, pero todavía no se tienen números de la posible cosecha.
Datos claves
- Los cultivos de zafriñas de soja y maíz se encuentran bien y esperan que continúen así.
- Se aguarda a que rindan las cosechas para observar si se acercan a la meta que se propusieron para esta campaña.
- El fenómeno de La Niña se está debilitando y mejoró el régimen de lluvias.
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Aranceles entre Estados Unidos y China podrían generar oportunidades comerciales para la soja paraguaya
El mercado internacional de la soja atraviesa una etapa de alta volatilidad, según explicó Hugo Pastore, director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco). Afirmó que los aranceles impuestos por China a la soja estadounidense podrían impulsar la demanda en Argentina y Brasil, países que podrían optar por la soja paraguaya para reforzar sus envíos.
Pastore explicó a La Nación/Nación Media que existe una falta de una orientación concreta en el mercado de Chicago, donde se definen los precios de referencia para la soja a nivel global. Entre los factores que influyen en esta inestabilidad se encuentran la moratoria temporal de aranceles en Estados Unidos para países que no sean China, y las restricciones impuestas por el país asiático a la compra de soja estadounidense.
Esta última situación, explicó el referente gremial, debería generar una mayor demanda china hacia otros grandes exportadores como Brasil y Argentina, lo que eventualmente podría favorecer indirectamente a Paraguay. “Podría haber un efecto colateral positivo para nuestro país, si estos países comienzan a buscar reemplazo de stock comprando productos paraguayos. Pero eso aún es una hipótesis”, explicó a LN.
Frente a este contexto, Pastore señaló que el productor local está actuando con “prudencia”, evaluando las oportunidades que se presentan en el mercado de forma diaria.
Exportaciones en alza
Además de la soja, Pastore destacó el buen comportamiento de otros rubros en el comercio exterior paraguayo. Entre ellos, mencionó a LN al trigo, que viene mostrando un “salto interesante” en sus exportaciones hacia Brasil, tras una cosecha 2023 con buenos rendimientos y calidad.
También se registra un buen ritmo en la exportación de arroz, nuevamente con Brasil como principal destino, y una continuidad sostenida en las exportaciones de maíz, pese a que la zafra anterior fue poco favorable.
En cuanto a los cultivos actuales, Pastore adelantó que la zafriña de soja debería comenzar en los próximos días, con un mayor volumen esperado en mayo, mientras que el maíz zafriña se recolectará entre finales de junio y agosto.
Mejoras en la navegación fluvial
Otro aspecto que influye directamente en el desempeño exportador es el nivel de los ríos. En ese sentido, Pastore valoró positivamente la paulatina recuperación del caudal, tanto del río Paraguay como del Bermejo, este último afectado por sedimentos que dificultaron la navegación en febrero y marzo.
“La mejora en los niveles del río es una buena noticia. Si bien aún no alcanzamos el nivel ideal, se observa una tendencia auspiciosa que nos permite recuperar el ritmo de exportaciones”, concluyó.