La Dirección General del Tesoro Público informó que las solicitudes de transferencias de recursos correspondientes a la deuda flotante 2024 (con ingresos al 6 de enero de 2025), por un valor total de G. 751.982.230.777, se procesarán para su pago del 8 al 17 de enero.
Respecto a si estos compromisos asumidos por el Estado a corto plazo podrían afectar la estabilidad de las finanzas públicas, el economista Wildo González manifestó a La Nación/Nación Media que cuando la demora en el pago de las deudas toma más tiempo del previsto, esto puede generar problemas en el flujo financiero de las empresas proveedoras o contratistas del Estado, pero no compromete la estabilidad económica del país.
“Esto más bien termina siendo un tema de gestión pública, no de acciones que comprometan la estabilidad del país. El no pago a tiempo puede comprometer los planes futuros de expansión e inversión del proveedor o contratista; esto, en caso de ser recurrente o de una magnitud considerable, puede afectar la inversión agregada y, por ende, disminuir el dinamismo de la economía en los sectores en los que operan estas empresas”, precisó González a LN.
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Indicó que esto, adicionalmente, puede generar un incremento en la incertidumbre económica, y enfatizó que es bien conocido el efecto negativo y fuerte que esto tiene en el desempeño del crecimiento económico de una economía. “Su impacto negativo, muchas veces intenso, en el mercado laboral”, enfocó.
Con respecto a cómo el gobierno debe mejorar para evitar incumplir estos compromisos y, en el peor escenario, incrementar la deuda en el futuro, dijo que principalmente depende de una buena planificación financiera en la gestión pública, especialmente en la elaboración de presupuestos plurianuales.
Expuso que estas acciones, ya tomadas por gobiernos pasados y por este, se encaminan a una política fiscal estable y predecible que no represente riesgo para la actividad económica ni comprometa los recursos destinados a diversos sectores: programas sociales, inversión pública y pago a proveedores y contratistas.
No obstante, siempre existen imprevistos, y lo importante es mejorar la gestión pública, pensando siempre en la posibilidad de eventos no previstos, y de esta manera tener un plan para cubrir estas necesidades, finalizó.