Las proyecciones de una mayor producción de soja de Argentina y Brasil, significarían una poca probabilidad de cambio en los precios de la oleaginosa nacional que hace varios años viene con una tendencia a la baja, según comentó Hugo Pastore, director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).

“Mucha oferta no es ninguna señal de que puedan mejorar los precios o tener algún tipo de repunte. Esto puede ponerle más presión todavía a lo que son los precios de la cosecha y cuando se confirme la estimación”, sostuvo Pastore para La Nación/Nación Media. Los precios de entrega de puertos de Asunción actualmente rondan los USD 350.

De esta manera se sigue marcando la tendencia de que por el momento la cotización no se recuperará, pues no hay una noticia que anuncie que existiría un cambio en los precios. No obstante, mencionó que habrá que ver como son las relaciones entre los dos grandes jugadores del mercado como lo son EE.UU. y China, una vez que asuma el presidente Donald Trump. “Vamos a ver qué tipo de política comercial asumen entre ellos, pero eso ya es futurología”, aseguró sobre un factor que estará siendo monitoreado.

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Según indicó la Capeco, de acuerdo con las proyecciones, la producción de soja de Argentina llegaría a entre 53 y 53,5 millones de toneladas, mayor a los 50 millones de toneladas obtenidos en el ciclo anterior. La mejora sustancial estuvo impulsada por las precipitaciones óptimas ocurridas durante el mes de noviembre y una reducción en la incidencia de plagas, como la cigarrita, en las principales zonas productoras que favorecieron la ampliación de las áreas destinadas a siembras tardías.

Brasil, por su parte, ya alcanzó el 90 % de siembra de la superficie proyectada y se espera una producción de 166,21 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 12,5 % en comparación con la cosecha 2023/24. Las lluvias registradas en noviembre favorecieron la implantación y desarrollo del cultivo en la mayoría de los estados productores que ya iniciaron la siembra temprana de la oleaginosa.

- La alta producción de Argentina y Brasil ocasiona poca probabilidad de cambio en los precios de la oleaginosa nacional.

- Se sigue marcando la tendencia de que por el momento la cotización no se recuperará.

- Habrá que ver las relaciones entre los dos grandes jugadores del mercado como lo son EE.UU. y China.

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La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) informó que a noviembre de este año Paraguay ya exportó 7,8 millones de toneladas de soja en grano, por lo que al finalizar este 2024 estaría muy próximo a llegar a las 8 millones de toneladas enviadas, puesto que queda poco remanente de soja para ser exportado en diciembre.

El gremio indicó que a raíz de la disminución que sufrió la cotización internacional de la oleaginosa se generó una disminución de USD 135 millones en el ingreso de divisas, en comparación con el mismo periodo de 2023, según detallaron en su informe de Comercio Exterior a cargo de la licenciada Sonia Tomassone.

“La disminución en los precios internacionales del grano repercutió negativamente en el ingreso de divisas, comparado el mismo periodo de la zafra anterior. Lo mismo sucede con los derivados de la soja, a pesar del mayor volumen exportado”, precisó la asesora de la Capeco.

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Con relación a los destinos, acotó que Argentina siguió posicionándose como el principal comprador con el 85 % de participación, seguido por Brasil que alcanzó el 10 %, Rusia el 3 % y otros que figuraron en la lista fueron Perú, España, EE.UU., Uruguay, Japón, Chile, Corea del Sur, Kuwait, Guatemala e Indonesia.

Mencionó que el ranking de exportadores lo siguieron liderando las empresas que cuentan con plantas de procesamiento en el país, exportando 3,5 millones de toneladas de soja que fueron exportadas como grano, no procesándolas localmente, sostuvo. Es así que unas 50 empresas fueron responsables de las exportaciones del grano al penúltimo mes del año.

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El presidente de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), Alfred Fast, habló sobre las condiciones en que se está cerrando este 2024 y las perspectivas para el próximo año, alentadoras debido a las últimas lluvias, aunque la baja cotización internacional de la soja persiste.

“Este fue un año muy movido, porque otra vez tuvimos varios escenarios con falta de lluvias en diversas zonas en la parte norte de la región oriental y parte del Chaco, pero estamos cerrando bien porque a estas alturas ya en casi todas las regiones hubo algo de lluvia y los cultivos están desarrollándose bien”, expresó a la 780 AM.

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Con relación a la siembra de soja de este periodo, indicó que prácticamente ya terminó, luego de registrarse una bonanza de lluvias, incluso excesivas en zonas del sur y este del país, pero dentro de la normalidad. Esto generó optimismo y un buen cultivo de la principal oleaginosa.

Fast mencionó que, además de una buena cosecha de soja, también se destacó el sésamo, rubro en el que están apostando tanto grandes como pequeños productores. Todo esto gracias a las condiciones climáticas que pudieron revertir proyecciones iniciales del fenómeno La Niña, aunque todavía puede aparecer, dijo.

“Muy lindos están los cultivos, porque en el campo todo depende finalmente de la lluvia y el buen tiempo. Mirando ya para el año que viene con las pilas puestas, porque si sigue lloviendo así tendremos un 2025 normal para producir bien”, agregó el referente del sector productivo.

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Asimismo, abarcó el desempeño de los cultivos en la zona del Chaco, donde generalmente la siembra se da un poco más tarde por la espera de las lluvias, pero indicó que en ciertos lugares ya están acumulando la cantidad de humedad necesaria para arrancar. Tanto para la soja como para el algodón, un rubro que ingresó con fuerza en la región occidental.

Por lo que todo apunta, tras los milímetros acumulados, a que tendrán las condiciones para plantar e incluso lograr un buen rendimiento, ya que los años anteriores fueron bastante difíciles por la falta de lluvias. “El productor nunca dejará de producir, de confiar y de apostar a pesar de todas las condiciones, como el clima o el precio, que no se prevé que mejore”, sumó.

No obstante, son situaciones con las que el productor tiene que lidiar, dijo, buscando la manera de ingeniarse y ser más eficiente para producir con menos recursos, ajustarse el cinturón y seguir trabajando, remarcó el titular de Fecoprod.

Alfred Fast, titular de la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), analizó la situación climática actual, considerando que se podría esperar un buen desarrollo para la producción nacional, debido a los pronósticos de una “Niña” débil, el fenómeno climático relacionado con las sequías.

“En cuanto a la situación climática, estamos muy alivianados y contentos porque, de seguir así, tendremos una buena cosecha de soja”, puntualizó Fast, para La Nación/Nación Media, destacando la posibilidad de lograr un buen cierre de año para el sector agrícola en el país.

El presidente de la Fecoprod manifestó que desde el sector agro solo buscarán mejorar la productividad del trabajo, con el objetivo de sacar un mayor provecho a las bondades climáticas. De este modo, la cosecha estaría garantizada en calidad y cantidad.

“En Paraguay debemos cuidar mucho al sector productivo porque, si no crecemos como país, eso se resentirá en todos los estamentos. Si la producción en Paraguay no crece, todos los ciudadanos estarán afectados porque ingresarán menos divisas”, señaló.

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“Estamos muy felices porque está lloviendo. En San Pedro se registraron lluvias, después de que el panorama esté muy negativo por la sequía en el territorio, y ahora se puede hablar de una recuperación de cultivos”, señaló Fast, agregando que lo mismo se observa en el sur del país.

En el Chaco también empezó a llover, lo cual observan con mucha expectativa, por el tipo de suelo con el cual se trabaja en el territorio. El titular de la Fecoprod explicó que en el campo se necesita, por lo mínimo, lluvias cada semana para desarrollar el cultivo.

Desde la Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) habían vaticinado la llegada de una “Niña” un poco más débil, de la habitual. Su llegada estaba prevista entre noviembre y diciembre, lapso en el cual se está observando un clima menos devastador para el campo del país.

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