Si bien entre noviembre y diciembre es normal que haya escasez de cortes de carne por los festejos y celebraciones de fin de año, los precios actuales son exorbitantes y evidencian manipulación, según explicó el empresario y expresidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Pedro Galli.
El mismo sostuvo que, si bien no se conocen los motivos exactos de los precios, sí tienen indicios de que grupos empresariales de origen extranjero están teniendo posiciones predominantes en el mercado, lo que podría favorecer la manipulación. “Es difícil probarlo, ya que no es ilegal tener una posición dominante o preeminencia en el mercado. La ilegalidad radica en los acuerdos para fijar precios, lo cual está penado por la ley”, indicó Pedro Galli a la 680 AM.
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Al respecto, dijo que si los precios fueran reales y transparentes, deberían reflejarse en toda la cadena de valor productiva, cosa que no está sucediendo. Explicó que normalmente el mercado se caracteriza por una gran cantidad de productores que venden y por muy pocos compradores. “Entonces, los compradores pueden ponerse de acuerdo para manipular precios”, dijo.
También recordó que ellos, como productores primarios, no pueden influir en el precio de la carne, porque su labor incluye solo la entrega del ganado, que hoy tiene un precio mucho más bajo que lo habitual, y que les ocasiona costos más altos.
“Nosotros lo que hacemos es entregar el ganado, que actualmente está mucho más bajo de lo normal, y este comportamiento del mercado no se refleja lo que se paga al productor. Generalmente, estos cambios suceden entre la industria y la comercialización al consumidor”, aseguró.
Al respecto, la Cámara de Comerciantes Mayoristas y Minoristas del Paraguay (Comampar) indicó que esta situación permite que carnes de pollo y cerdo sean más consumidas como reemplazo a la carne vacuna.
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Sinafocal entregó certificaciones a más de 120 trabajadores ganaderos y albañiles
El Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (Sinafocal) entregó más de 120 certificados a trabajadores de estancias y del área de la construcción. Destacan que los operarios del área ganadera fueron capacitados en producción de ganado bovino de recría, reproductores y terneros, así como en montaje y mantenimiento de instalaciones, maquinarias y equipos, entre otros.
Durante la Expo Regional Canindeyú, Sinafocal entregó certificaciones a 36 trabajadores empíricos que se dedican al rubro ganadero en estancias. Fueron capacitados en el marco de un operativo de certificación de competencias laborales impulsado en conjunto con el Instituto Técnico Superior Rural del Paraguay, dependiente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
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Los 36 trabajadores del área ganadera recibieron capacitación en producción de ganado bovino de recría, reproductores y terneros para leche, producción de ganado bovino de reproducción y engorde para carne y montaje y mantenimiento de instalaciones, maquinarias y equipos de la explotación.
Construcción
Por su parte, 85 trabajadores empíricos del área de la construcción, que se desempeñaban en obras ubicadas en Asunción y en el Centro Acuático Olímpico, recibieron sus certificaciones de competencia de parte del centro evaluador del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), con acompañamiento de Sinafocal y con el apoyo de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios del Paraguay (Capadei).
De acuerdo con Sinafocal, el proceso de certificación se basó en los estándares del perfil profesional denominado “Operaciones Auxiliares de Albañilería” y busca revalorizar la mano de obra de los trabajadores de la construcción del país.
Igualmente, afirman que el modelo se implementó en el marco de una cooperación interministerial entre el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess) y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para beneficio y desarrollo de la fuerza laboral paraguaya.
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Daniel Prieto: “La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya”
Ser uno de los 10 mayores exportadores de carne bovina del mundo, le posiciona a Paraguay como un actor importante dentro de la cadena alimentaria a nivel internacional. Mantener ese prestigio requiere de un compromiso y una fuerte convicción hacia este rubro.
Por eso, en una nueva entrega de Hacedores, La Nación/Nación Media conversó en un mano a mano con el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto Davey, un amante del campo, un hombre en cuyas venas circula el amor entrañable hacia el sector pecuario gracias a los valores que le inculcaron sus padres, una persona que día a día pone lo mejor de sí para asegurar el pleno bienestar y el próspero crecimiento de la ganadería.
El sector, a pesar de enfrentar desafíos, en la actualidad se posiciona como un actor fundamental dentro de la economía paraguaya. Defender este sector significa contribuir a la estabilidad macroeconómica de Paraguay, porque un campo próspero significa dólar estable, inversiones y empleo, según Prieto.
- ¿Qué lo inspiró a involucrarse en el sector pecuario?
Mi pasión por la ganadería nació en la infancia. Crecí en el campo entre animales, aprendiendo el valor del trabajo de la mano de mi familia. Vengo de “una familia de larga tradición ganadera”, como bien lo describió un historiador en su libro. Mis abuelos y mis padres ya eran ganaderos, y ellos me inculcaron no solo el conocimiento técnico, sino también el respeto por la tierra y por la gente del campo.
Mi padre falleció cuando yo era niño, y de la mano de mamá fuimos cultivando el amor por el gremio con su ejemplo, como directiva de la ARP y dedicó mucho esfuerzo a proyectos sociales del gremio. Ver su entrega seguro fue uno de los ejemplos que encendió mi vocación gremial.
Participar en las ferias ganaderas, ayudar en las tareas cotidianas del campo y convivir con la naturaleza me enseñaron el orgullo de ser productor. Sentí siempre que la ganadería no es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación. Es un gran compromiso saber que, con nuestro trabajo, alimentamos al país y al mundo, y generamos progreso para muchas familias. Esa mezcla de pasión familiar y compromiso social fue lo que me impulsó a dedicarme de lleno al sector pecuario.
Con mi señora Patricia, siempre inculcamos este estilo de vida a nuestros hijos, y esto permitió que hoy ellos tengan sus propios proyectos ganaderos. Por eso el lema de la Universidad Rural del Paraguay de la ARP es: estudia con los que saben. Entendemos que ser parte del gremio, formarse en estos espacios genera una red de vínculos que son útiles para toda la vida.
- ¿Qué representa para usted ser presidente de la ARP?
Es, ante todo, un enorme honor y una gran responsabilidad. La ARP es la institución civil más antigua y emblemática del Paraguay, con más de 140 años de historia, y ha sido pilar en la construcción del Paraguay productivo. La ARP es más antigua que los partidos tradicionales o los clubes de futbol.
Ser su presidente representa para mí la confianza de mis colegas productores y el compromiso de redoblar el trabajo en defensa de los reales intereses y necesidades del productor. Significa ponerme al servicio de un gremio que es la voz de miles de ganaderos, desde el pequeño productor hasta el gran exportador, y velar porque sus necesidades sean atendidas.
También lo asumo como una continuación de un legado. Muchos líderes que me precedieron –incluso gente cercana, como mi propia madre– dedicaron su vida a esta asociación. Por eso honrar la confianza depositada en mí implica mantener altos los valores de la ARP: la unidad, la integridad y la visión de futuro. Ser presidente del gremio no es solo presidir reuniones; es estar en cada detalle, desde acompañar a un productor afectado por diferentes tipos de problemas, hasta dialogar con autoridades nacionales buscando soluciones para el sector.
En lo personal, ser titular de la ARP me llena de orgullo patriótico. La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya, generando alrededor de USD 2.000 millones en exportaciones y más de 360.000 empleos directos.
- ¿Cómo equilibra su vida privada y su rol como presidente de la ARP?
Encontrar el equilibrio es un desafío, pero cuento con el apoyo incondicional de mi familia. Estoy casado hace 30 años con Patricia, mi esposa, quien comprende perfectamente esta vocación y a siempre me acompaña en actividades del gremio. Mis hijos –Luján y Nicolás ya son adultos y Sofia está en el último año del colegio, y son plenamente conscientes que ser presidente de la ARP significa renunciar a algunos espacios en familia, aun así, trato de estar lo más presente posible, manteniendo las tradiciones familiares como el asado de los domingos y las idas al campo que nos permite estar juntos y aprovechar el tiempo.
Organizo mis días de manera de cumplir con mis responsabilidades gremiales, laborales y familiares. Los fines de semana, si no tengo eventos oficiales, me refugio en la tranquilidad del campo con la familia, son momentos sencillos, pero fundamentales para no perder el equilibrio emocional. También creo que es importante involucrar a la familia en este camino.
- ¿Qué legado quiere dejar como presidente de la Asociación Rural del Paraguay?
Pienso a diario en el legado, porque uno está de paso en los cargos, pero las instituciones perduran. Me gustaría que, al terminar mi periodo, la ARP quede fortalecida, moderna y unida. Un legado clave sería haber acercado aún más la ARP a todos los productores, desde el pequeño ganadero del interior hasta el gran exportador, de modo que sientan que el gremio es su casa.
Aspiro a dejar una ARP institucionalmente más sólida y con mecanismos de trabajo eficientes y transparentes. Y si me dejan soñar, me gustaría sentar las bases para el Master Plan de la Rural que plantea un mayor desarrollo del predio durante todo el año, y no solo durante la expo. Espero que al finalizar mi mandato ya sea una realidad el Instituto Paraguayo de la Carne para hacer de este rubro algo más predecible, y donde todos puedan participar.
Quiero que se recuerde este periodo como aquel en que dimos un salto de calidad en varios frentes. Por un lado, en la integración gremial interna: haber fortalecido las regionales de la ARP, creando canales para que cada productor, sin importar su ubicación, tenga voz y voto efectivos en las decisiones.
Por otro lado, en la innovación sectorial: estamos sentando las bases del Instituto Paraguayo de la Carne, un proyecto ambicioso que impulso con mucha convicción, pues creo que dejar constituida esa entidad será transformadora para la cadena cárnica nacional. Un instituto así permitirá promover nuestra carne en el mundo con marca país, generar estadísticas, transparencia y confianza, para poder orientar con previsibilidad políticas de largo plazo.
Asimismo, me gustaría consolidar la alianza público-privada como política de Estado. Si logramos institucionalizar una colaboración fluida entre gremio y Gobierno para atender al sector (en sanidad animal, infraestructura, apertura de mercados, etc.), eso será un legado importante, y de hecho quienes me antecedieron ya trabajaron sobre esta alianza que hoy se ve reflejada en modelos exitosos como los de Fundassa.
¿Cómo ve la evolución del sector pecuario en los próximos 5 años?
Veo con preocupación la baja del stock ganadero, esto nos da la señal de que debemos sentarnos todos los representantes de la cadena de valor, para buscar una salida que vuelva a ampliar el hato. Soy muy optimista y creo que vamos a lograr esta mesa de trabajo y todos juntos vamos a llegar a una solución en beneficio del futuro de la patria.
En los próximos 5 años veo a Paraguay consolidándose como referente mundial en producción de carne sostenible y de alta calidad, ganando nuevos mercados y fortaleciendo su cadena de valor. Proyectamos un crecimiento sostenido en volumen de producción y exportaciones. Ya en el corto plazo, para 2025 vemos un aumento en los envíos al exterior, y esa tendencia debería continuar en los años siguientes a medida que se abran más destinos. Si hacemos bien las cosas, Paraguay podría escalar puestos entre los principales exportadores de carne bovina del mundo. Actualmente estamos entre los 10 países que más carne bovina exportan en todo el mundo.
- ¿Cómo contribuye la ARP al desarrollo económico y social?
Somos custodios de la soberanía nacional, con el cuidado y el desarrollo de la tierra. La contribución de la ARP al país se da en múltiples niveles. En lo económico, como mencioné antes, el sector ganadero aporta divisas vitales y genera cientos de miles de empleos. La ARP, al ser la organización que articula este sector, contribuye directamente impulsando políticas y acciones que sostienen ese aporte.
Cada negociación que hacemos para abrir un mercado, cada programa sanitario que coordinamos con el Estado, o cada inversión que promovemos en ferias y exposiciones repercute en ingresos para Paraguay. Pero quizás la contribución más importante es ser defensora y promotora de la producción nacional.
La ARP ha estado presente históricamente en las grandes decisiones económicas del país abogando por un clima favorable a los negocios rurales: baja de impuestos distorsivos, apertura comercial, incentivos al agro. Esas gestiones han permitido que Paraguay hoy sea competitivo en varios rubros. Un dato: el campo (agropecuaria) es responsable de cerca del 75 % de las divisas que ingresan al país.
- ¿Cómo ve las oportunidades y desafíos del mercado internacional?
El mercado internacional presenta un panorama muy dinámico para nuestra producción pecuaria, con grandes oportunidades, pero también alta competencia. En los últimos años Paraguay dio saltos históricos: logramos el acceso a Estados Unidos y Canadá para nuestra carne bovina, lo cual fue un hito que consolidó a nuestro país en la élite de exportadores de carne premium. Esto nos abrió la puerta a diversificar destinos y reducir la dependencia de mercados tradicionales.
Ahora bien, cada mercado tiene sus propias exigencias y desafíos. En Estados Unidos y Canadá ya estamos exportando, pero debemos seguir ampliando cuotas y compitiendo con calidad y volumen. En Europa, el desafío es adecuarnos a las estrictas normativas de sostenibilidad y trazabilidad; sin embargo, eso puede convertirse en nuestra ventaja competitiva si demostramos que nuestra carne es natural y sostenible.
Por otro lado, está el enorme mercado de Asia. Si bien Paraguay, por motivos geopolíticos, no tiene acceso al mercado de China continental, apuntamos a otros importantes del Asia-Pacífico. Actualmente Taiwán es uno de nuestros grandes compradores y aliado comercial.
Ficha personal
- Cargos anteriores: miembro suplente de la Regional Central Chaco 2015, miembro titular de la Regional Central Chaco 2016 - 2018. Presidente de Central Chaco 2018 - 2020, presidente de Fundassa Central Chaco 2016 - 2017, vicepresidente de la ARP 2020 - 2024, presidente de Fundassa 2023, actualmente presidente de la ARP y de Feprinco.
- Formación académica: médico Veterinario, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad San Pablo (USP). Complementó su formación con cursos en gestión agropecuaria y liderazgo gremial.
- Pasatiempo: amante de la vida campestre, en su tiempo libre disfruta de montar a caballo y compartir jornadas en la estancia con su familia. Aficionado al deporte. Le gusta compartir alrededor de la parrilla con familia y amigos.
- Vinculación con la ARP: socio de la Asociación Rural del Paraguay desde hace más de 25 años, proviene de una familia con larga trayectoria en el gremio, su madre es miembro de la directiva de la ARP, vicepresidenta de la Regional San Pedro y presidente de la Fundación Pa´i Puku.
- Hijos: Luján, Nicolás y Sofía , quienes también comparten la tradición y valores del campo inculcados por la familia Prieto Quevedo. Casado con Patricia Quevedo, hija de ganaderos.
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“La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya”
No es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación, expresó el ganadero.
Ser uno de los 10 mayores exportadores de carne bovina del mundo le posiciona a Paraguay como un actor importante dentro de la cadena alimentaria a nivel internacional. Mantener ese prestigio requiere de un compromiso y una fuerte convicción hacia este rubro.
Por eso, en una nueva entrega de Hacedores, La Nación/ Nación Media conversó en un mano a mano con el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto Davey, un amante del campo, un hombre en cuyas venas circula el amor entrañable hacia el sector pecuario gracias a los valores que le inculcaron sus padres, una persona que día a día pone lo mejor de sí para asegurar el pleno bienestar y el próspero crecimiento de la ganadería.
El sector, a pesar de enfrentar desafíos, en la actualidad se posiciona como un actor fundamental dentro de la economía paraguaya. Defender este sector significa contribuir a la estabilidad macroeconómica de Paraguay, porque un campo próspero significa dólar estable, inversiones y empleo, según Prieto.
–¿Qué lo inspiró a involucrarse en el sector pecuario?
–Mi pasión por la ganadería nació en la infancia. Crecí en el campo entre animales, aprendiendo el valor del trabajo de la mano de mi familia. Vengo de “una familia de larga tradición ganadera”, como bien lo describió un historiador en su libro. Mis abuelos y mis padres ya eran ganaderos, y ellos me inculcaron no solo el conocimiento técnico, sino también el respeto por la tierra y por la gente del campo.
Mi padre falleció cuando yo era niño, y de la mano de mamá fuimos cultivando el amor por el gremio con su ejemplo, como directiva de la ARP y dedicó mucho esfuerzo a proyectos sociales del gremio. Ver su entrega seguro fue uno de los ejemplos que encendió mi vocación gremial.
Participar en las ferias ganaderas, ayudar en las tareas cotidianas del campo y convivir con la naturaleza me enseñaron el orgullo de ser productor. Sentí siempre que la ganadería no es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación. Es un gran compromiso saber que, con nuestro trabajo, alimentamos al país y al mundo, y generamos progreso para muchas familias. Esa mezcla de pasión familiar y compromiso social fue lo que me impulsó a dedicarme de lleno al sector pecuario.
Con mi señora Patricia, siempre inculcamos este estilo de vida a nuestros hijos, y esto permitió que hoy ellos tengan sus propios proyectos ganaderos. Por eso el lema de la Universidad Rural del Paraguay de la ARP es “Estudia con los que saben”. Entendemos que ser parte del gremio, formarse en estos espacios genera una red de vínculos que son útiles para toda la vida.
–¿Qué representa para usted ser presidente de la ARP?
–Es, ante todo, un enorme honor y una gran responsabilidad. La ARP es la institución civil más antigua y emblemática del Paraguay, con más de 140 años de historia, y ha sido pilar en la construcción del Paraguay productivo. La ARP es más antigua que los partidos tradicionales o los clubes de fútbol.
Ser su presidente representa para mí la confianza de mis colegas productores y el compromiso de redoblar el trabajo en defensa de los reales intereses y necesidades del productor. Significa ponerme al servicio de un gremio que es la voz de miles de ganaderos, desde el pequeño productor hasta el gran exportador, y velar porque sus necesidades sean atendidas.
También lo asumo como una continuación de un legado. Muchos líderes que me precedieron – incluso gente cercana, como mi propia madre– dedicaron su vida a esta asociación. Por eso honrar la confianza depositada en mí implica mantener altos los valores de la ARP: la unidad, la integridad y la visión de futuro. Ser presidente del gremio no es solo presidir reuniones, es estar en cada detalle, desde acompañar a un productor afectado por diferentes tipos de problemas, hasta dialogar con autoridades nacionales buscando soluciones para el sector.
En lo personal, ser titular de la ARP me llena de orgullo patriótico. La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya, generando alrededor de USD 2.000 millones en exportaciones y más de 360.000 empleos directos.
– ¿Cómo equilibra su vida privada y su rol como presidente de la ARP?
–Encontrar el equilibrio es un desafío, pero cuento con el apoyo incondicional de mi familia. Estoy casado hace 30 años con Patricia, mi esposa, quien comprende perfectamente esta vocación y siempre me acompaña en actividades del gremio. Mis hijos Luján y Nicolás ya son adultos y Sofia está en el último año del colegio, y son plenamente conscientes de que ser presidente de la ARP significa renunciar a algunos espacios en familia, aun así, trato de estar lo más presente posible, manteniendo las tradiciones familiares como el asado de los domingos y las idas al campo que nos permite estar juntos y aprovechar el tiempo.
Organizo mis días de manera de cumplir con mis responsabilidades gremiales, laborales y familiares. Los fines de semana, si no tengo eventos oficiales, me refugio en la tranquilidad del campo con la familia, son momentos sencillos, pero fundamentales para no perder el equilibrio emocional. También creo que es importante involucrar a la familia en este camino.
–¿Qué quiere dejar como presidente de la Asociación Rural del Paraguay?
–Pienso a diario en el legado, porque uno está de paso en los cargos, pero las instituciones perduran. Me gustaría que, al terminar mi periodo, la ARP quede fortalecida, moderna y unida. Un legado clave sería haber acercado aún más la ARP a todos los productores, desde el pequeño ganadero del interior hasta el gran exportador, de modo que sientan que el gremio es su casa.
Aspiro a dejar una ARP institucionalmente más sólida y con mecanismos de trabajo eficientes y transparentes. Y si me dejan soñar, me gustaría sentar las bases para el Master Plan de la Rural que plantea un mayor desarrollo del predio durante todo el año, y no solo durante la Expo. Espero que al finalizar mi mandato ya sea una realidad el Instituto Paraguayo de la Carne para hacer de este rubro algo más predecible, y donde todos puedan participar.
Quiero que se recuerde este periodo como aquel en que dimos un salto de calidad en varios frentes. Por un lado, en la integración gremial interna: haber fortalecido las regionales de la ARP, creando canales para que cada productor, sin importar su ubicación, tenga voz y voto efectivos en las decisiones.
Por otro lado, en la innovación sectorial: estamos sentando las bases del Instituto Paraguayo de la Carne, un proyecto ambicioso que impulso con mucha convicción, pues creo que dejar constituida esa entidad será transformadora para la cadena cárnica nacional. Un instituto así permitirá promover nuestra carne en el mundo con marca país, generar estadísticas, transparencia y confianza, para poder orientar con previsibilidad políticas de largo plazo.
Asimismo, me gustaría consolidar la alianza público-privada como política de Estado. Si logramos institucionalizar una colaboración fluida entre gremio y Gobierno para atender al sector (en sanidad animal, infraestructura, apertura de mercados, etc.), eso será un legado importante, y de hecho quienes me antecedieron ya trabajaron sobre esta alianza que hoy se ve reflejada en modelos exitosos como los de Fundassa.
-¿Cómo ve la evolución del sector pecuario en los próximos 5 años?
–Veo con preocupación la baja del stock ganadero, esto nos da la señal de que debemos sentarnos todos los representantes de la cadena de valor, para buscar una salida que vuelva a ampliar el hato. Soy muy optimista y creo que vamos a lograr esta mesa de trabajo y todos juntos vamos a llegar a una solución en beneficio del futuro de la patria.
En los próximos 5 años veo a Paraguay consolidándose como referente mundial en producción de carne sostenible y de alta calidad, ganando nuevos mercados y fortaleciendo su cadena de valor. Proyectamos un crecimiento sostenido en volumen de producción y exportaciones. Ya en el corto plazo, para 2025 vemos un aumento en los envíos al exterior, y esa tendencia debería continuar en los años siguientes a medida que se abran más destinos. Si hacemos bien las cosas, Paraguay podría escalar puestos entre los principales exportadores de carne bovina del mundo. Actualmente estamos entre los 10 países que más carne bovina exportan en todo el mundo.
–¿Cómo contribuye la ARP al desarrollo económico y social?
–Somos custodios de la soberanía nacional, con el cuidado y el desarrollo de la tierra. La contribución de la ARP al país se da en múltiples niveles. En lo económico, como mencioné antes, el sector ganadero aporta divisas vitales y genera cientos de miles de empleos.
La ARP, al ser la organización que articula este sector, contribuye directamente impulsando políticas y acciones que sostienen ese aporte. Cada negociación que hacemos para abrir un mercado, cada programa sanitario que coordinamos con el Estado, o cada inversión que promovemos en ferias y exposiciones repercute en ingresos para Paraguay. Pero quizás la contribución más importante es ser defensora y promotora de la producción nacional.
La ARP ha estado presente históricamente en las grandes decisiones económicas del país abogando por un clima favorable a los negocios rurales: baja de impuestos distorsivos, apertura comercial, incentivos al agro. Esas gestiones han permitido que Paraguay hoy sea competitivo en varios rubros. Un dato: el campo (agropecuaria) es responsable de cerca del 75 % de las divisas que ingresan al país.
–¿Cómo ve las oportunidades y desafíos del mercado internacional?
–El mercado internacional presenta un panorama muy dinámico para nuestra producción pecuaria, con grandes oportunidades, pero también alta competencia. En los últimos años Paraguay dio saltos históricos: logramos el acceso a Estados Unidos y Canadá para nuestra carne bovina, lo cual fue un hito que consolidó a nuestro país en la élite de exportadores de carne premium. Esto nos abrió la puerta a diversificar destinos y reducir la dependencia de mercados tradicionales.
Ahora bien, cada mercado tiene sus propias exigencias y desafíos. En Estados Unidos y Canadá ya estamos exportando, pero debemos seguir ampliando cuotas y compitiendo con calidad y volumen. En Europa, el desafío es adecuarnos a las estrictas normativas de sostenibilidad y trazabilidad; sin embargo, eso puede convertirse en nuestra ventaja competitiva si demostramos que nuestra carne es natural y sostenible. Por otro lado, está el enorme mercado de Asia. Si bien Paraguay, por motivos geopolíticos, no tiene acceso al mercado de China continental, apuntamos a otros importantes del Asia-Pacífico. Actualmente Taiwán es uno de nuestros grandes compradores y aliado comercial.
FICHA PERSONAL
Cargos anteriores: miembro suplente de la Regional Central Chaco 2015, miembro titular de la Regional Central Chaco 2016 - 2018. Presidente de Central Chaco 2018 - 2020, presidente de Fundassa Central Chaco 2016 - 2017, vicepresidente de la ARP 2020 - 2024, presidente de Fundassa 2023, actualmente presidente de la ARP y de Feprinco.
Formación académica: médico veterinario, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad San Pablo (USP). Complementó su formación con cursos en gestión agropecuaria y liderazgo gremial.
Pasatiempo: amante de la vida campestre, en su tiempo libre disfruta de montar a caballo y compartir jornadas en la estancia con su familia. Aficionado al deporte. Le gusta compartir alrededor de la parrilla con familia y amigos.
Vinculación con la ARP: socio de la Asociación Rural del Paraguay desde hace más de 25 años, proviene de una familia con larga trayectoria en el gremio, su madre es miembro de la directiva de la ARP, vicepresidenta de la Regional San Pedro y presidente de la Fundación Pa´i Puku.
Hijos: Luján, Nicolás y Sofía , quienes también comparten la tradición y valores del campo inculcados por la familia Prieto Quevedo. Casado con Patricia Quevedo, hija de ganaderos.
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Panamá propone ser una vidriera para empresas paraguayas
Panamá busca ser una vidriera para empresarios paraguayos y una plataforma de negociación y oportunidades con sus pares panameños, según afirmó el embajador paraguayo en Panamá, Enrique Jara Ocampos, durante una reunión con el titular del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Javier Giménez. Igualmente, abordaron oportunidades de inversión que impulsa el Gobierno Nacional.
El embajador Jara Ocampos manifestó al ministro de Industria y Comercio que Paraguay debe ver a Panamá como una vidriera para el país, y que los empresarios paraguayos pueden intercambiar experiencias y asociarse con los empresarios panameños. Asimismo, explicó que firmas paraguayas pueden instalarse en el istmo y aprovechar la plataforma logística del país.
“Por sobre todas las cosas, utilizar la conectividad aérea panameña que nos facilita muchísimo y tratar de impulsar el comercio. Estamos próximos a habilitar el mercado para la carne paraguaya; creo que lo tendremos en unos dos meses más”, afirmó el diplomático.
Igualmente, abordaron estrategias para atraer inversionistas, así como proyectos de infraestructura que puedan ser impulsados con profesionales de Panamá, además del intercambio comercial que interesa a ambos países.
Sobre la atracción de inversiones, el embajador de Paraguay destacó una presentación que realizó el ministro del MIC en Panamá frente a la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de su país y aseguró que tuvo impacto ya que existen numerosas consultas y acercamientos en la representación diplomática para establecer contactos.
“Estamos encaminados y vamos a trabajar intensamente en el Ministerio de Industria, como recientemente en la ExpoComer donde asistió el viceministro de Mipymes, Gustavo Giménez, con un grupo de empresarios, con una excelente presentación de Paraguay y yo creo que va a tener sus resultados en poco tiempo”, apuntó.
Zona Libre de Colón en Panamá
En enero de este año, el viceministro de Industria, Marco Riquelme, visitó la Zona Libre de Colón (Zolicol), en Panamá, para estudiar la posibilidad de utilizar esta zona como un hub logístico para productos paraguayos como carne y farmacéuticos para toda la región de Centroamérica.
Paraguay tiene en la mira esta zona libre para la distribución de productos como carne, soja, aceites y medicamentos a mercados estratégicos como Costa Rica, Honduras, Perú y Ecuador, además de la atracción de capitales.
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