La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) señaló que prácticamente todas las industrias del sector suspendieron sus operaciones de forma anticipada, con lo que se estima que el nivel de actividad sea extremadamente bajo en lo que queda del año.
A través de un comunicado, señalaron que “las plantas aceiteras están anticipando la suspensión de actividades este año a pesar de una gran producción de soja en la anterior campaña agrícola, con más de 10,5 millones de toneladas”.
Manifestaron que la crisis se debe a la falta de condiciones de las agroindustrias para competir por la producción nacional con las fábricas de la región, ya que en otros países se otorgan beneficios de todo tipo para procesar materias primas agrícolas sin importar de donde se hayan producido las mismas.
“Lo que buscan es aprovechar los beneficios del agregado de valor para su economía, por lo que, si no se aplican medidas similares para contrarrestar esta situación, la industria en Paraguay siempre estará en desventaja”, mencionaron.
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La Cappro explicó que en noviembre la situación negativa se fue volviendo cada vez más crítica, los últimos datos al cierre de octubre indicaron que el volumen de procesamiento de soja fue el más bajo que se haya registrado para el décimo mes en los años que no hubo problemas de disminución de la cosecha y desde que se incrementó la capacidad instalada de la industria nacional, desde principios de la década pasada.
En cuanto a números, mencionaron que la molienda durante octubre fue de 130.837 toneladas, mientras que en el acumulado el procesamiento de oleaginosas sumó 2.574.361 toneladas. En tanto, el volumen industrializado en el mes de octubre constituyó una reducción de más de 140.000 toneladas con respecto al mismo periodo del 2023.
Con esto se demostró una tendencia mensual a la baja que se fue haciendo cada vez más notoria, luego de alcanzar las 329.000 toneladas en mayo, en cada mes se registró sucesivamente una menor molienda que en el anterior, agregaron.
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Estas son las cinco plantas repelentes de mosquitos
Como los mosquitos pueden arruinar nuestro disfrute al aire libre, considerá cultivar plantas de jardín que los repelan de forma natural gracias al aroma de sus aceites esenciales.
Los mosquitos son insectos picadores que se alimentan de la sangre y localizan sus objetivos al sentir los olores y gases que emiten los seres humanos. Por eso, las plantas de jardín que tienen olores fuertes pueden ayudar a camuflar los olores que estos insectos usan para atacar a sus víctimas, confundiéndolos y protegiéndonos de las picaduras.
Pero, para que funcione debes aumentar el poder del repelente de insectos de las plantas liberando sus aceites naturales, ya que raras veces es suficiente con llenar el paisaje de plantas en crecimiento de este tipo y esperar que los mosquitos desaparezcan. En la mayoría de los casos, necesitas una forma más concentrada del aroma de la planta.
Quema o tritura las hojas para liberar los aceites esenciales que producen el olor. También puedes cortar las hojas y los tallos y esparcirlos en tu césped y alrededor de las áreas de estar al aire libre.
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Aquí te contamos qué plantas repelen a los mosquitos:
1. Menta. Todos los tipos de plantas de menta repelen a los mosquitos y hay más variedades de las que piensas. Como son de crecer y propagarse como un reguero de pólvora, coséchalas con abandono en tu búsqueda por ahuyentar a los mosquitos.
2. Lavanda. Es un hecho que a los mosquitos no les gusta su olor, entonces la naturaleza agradable de la fragancia de lavanda significa que puedes frotar las plantas en tu piel como una especie de repelente natural.
3. Romero. Se usa como control natural de plagas, ya que los insectos huyen de su olor a pino. El humo cargado de romero en una parrilla es particularmente efectivo para ahuyentar a los mosquitos de un área al aire libre, y también cumplirá una doble función al dar sabor a tus carnes.
El romero necesita pleno sol para evitar que se caiga la aguja, pero prefiere secarse entre riegos.
4. Tomillo. Planta tomillo entre los peldaños del jardín, donde tus pasos aplastarán algunas hojas y liberarán los aceites repelentes de mosquitos.
5. Salvia. Es una hierba perenne con un hábito de crecimiento semiarbustivo. Tiene un olor acre pero agradable que los mosquitos evitan. Las hojas arrojadas a una hoguera mantendrán alejados a los insectos durante horas.
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Evita la proliferación
Es importante eliminar los criaderos de agua estancada, ya sea en tu casa o vecindario, vacía, voltea, cubrí o bota los artículos que acumulan agua, como llantas, baldes, macetas, juguetes, platos de macetas o basureros.
Además, limpia canaletas y desagües de lluvia de los techos, tapa los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua, limpia frecuentemente los tarros de agua para mascotas, trata piscinas con cloro o sal y retira la vegetación que pueda servir de guarida para el mosquito. Y, no olvides usar repelentes.
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Grado de inversión: Gobierno debe definir una política industrial para atraer capital extranjero
Uno de los indicadores que Standard & Poor’s (S&P) tuvo en cuenta para mejorar la calificación crediticia a Paraguay a inicios del año, fue su sólido desempeño económico durante una década, ya que el producto interno bruto (PIB) creció en términos reales una tasa anual promedio de 4,1 % entre el 2010 y el 2019.
Al respecto, el presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), Antonio Iati, expresó a La Nación/Nación Media que ese logro, al igual que el grado de inversión conseguido en julio del 2024 por Moody’s, elevan el posicionamiento de Paraguay ante el mundo y propicia un mejor entorno para el desarrollo de nuestra economía. En ese sentido, destacó el papel importante que desempeñaron las inversiones radicadas en la agroindustria nacional para ello.
Por eso, el titular de Cappro afirmó que para aprovechar al máximo el grado de inversión y que más empresas extranjeras vengan al país, es clave que el Gobierno defina una política industrial, para transmitir a estas firmas la seguridad de que las condiciones se mantendrán a largo plazo, de modo a que las agroindustrias y todas las que puedan vincularse a estas, puedan tener la garantía de que su inversión está protegida.
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“Para que se puedan dar más inversiones y puedan aprovechar el potencial existente en cuanto a disponibilidad de materias primas, será clave que el Gobierno defina una política industrial. Sostenemos que la agroindustria es una de las áreas que el Gobierno debe fortalecer, instalando políticas públicas y en particular políticas industriales que permitan derribar obstáculos, alentar el crecimiento industrial y aumentar la inversión en el país”, resaltó Iati a LN.
Institucionalidad y reglas claras
Otros de los puntos mencionados por Iati, que la administración actual debe tomar en cuenta para potenciar la coyuntura microelectrónica actual es establecer los mecanismos que permitan demostrar ante los mercados más exigentes que toda la producción nacional cumple con las exigencias de los más altos estándares a nivel mundial, así también, desarrollar un plan maestro que permita mantener y mejorar las condiciones de navegabilidad de nuestra principal vía de conexión comercial al mundo, la Hidrovía Paraguay – Paraná.
“En resumen, las condiciones necesarias para consolidar inversiones en el país son: institucionalidad y estabilidad de las reglas de juego. En lo referente a la industria en general, establecer políticas industriales para acelerar el agregado de valor en el país, para el desarrollo de Paraguay y en beneficio de su gente”, finalizó el titular de la cámara.
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Inversiones
La Cappro, que aglutina a las industrias aceiteras, es el rubro industrial más importante del país en materia de saldo de inversión extranjera directa, con US$ 861 millones, según datos del Banco Central del Paraguay. Por eso sostienen que la consolidación de la molienda de la soja dentro del territorio paraguayo es el eslabón fundamental para el desarrollo del resto de la cadena: la producción avícola, porcina, la piscicultura, los productos lácteos, el biodiésel, las margarinas, entre otros.
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Cappro exige “políticas industriales” para alentar el crecimiento de la industria aceitera
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) emitió un comunicado a través del cual instan al Gobierno a impulsar medidas que puedan alentar el crecimiento del sector agroindustrial de modo que Paraguay deje de ser un país donde mayoritariamente se exporte materia prima.
“Necesitamos definitivamente instalar políticas públicas y en particular políticas industriales que permitan derribar obstáculos, alentar el crecimiento industrial y la reinversión en el país. Desde Cappro estamos comprometidos en trabajar en esa dirección”, expresa el comunicado difundido este lunes 13 de enero.
El gremio indicó en este documento que el sector industrial es uno de los que más necesita cambiar su realidad y dentro de este gremio, necesita un mayor impulso la industria aceitera porque a pesar de la buena cosecha de soja, la principal oleaginosa y materia prima agrícola del país, en el 2024 se registró el porcentaje industrialización más bajo de la última década.
La Cappro mencionó que de una cosecha de 10,70 millones de toneladas de soja producida en Paraguay, el 75 % de ese volumen fue exportado como materia prima y solo 25 % fue procesado en las industrias locales. “En consecuencia, las industrias aceiteras paraguayas quedaron con una capacidad ociosa en torno al 40 %, con una caída en el volumen de la molienda de más del 10 % con relación al año 2023″, lamentaron.
El gremio tomó las palabras del viceministro de Industria, Marco Riquelme, quien en su asunción al cargo manifestó, “Quiero ayudar a cambiar la realidad industrial y económica del Paraguay” y afirmó que el principal desafío es el darle valor agregado a la materia prima que se produce en el país para dejar de ser solo un país exportador de materia prima.
“Cuanto más se industrialicen las materias primas del Paraguay, más beneficioso será para el desarrollo del país y de su gente. Creemos que la incorporación del nuevo viceministro de Industria será una oportunidad para trabajar en una agenda común con el sector público para comprender la situación de la industria aceitera de nuestro país, aclarar conceptos y eliminar prejuicios”
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Aprovechemos la capacidad de producción de nuestras industrias aceiteras
- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- Consultor financiero
- jzaratelazaro@gmail.com
Durante el 2024 nuestras industrias procesadoras de granos utilizaron 2.642.056 toneladas, inferior en 200.000 t vs. el 2023 (según informe de la Cappro), en un año con una muy buena producción de soja, a nivel nacional superior a los 10 millones de toneladas.
Es de importancia relevante, pues tenemos a nivel país modernas industrias con tecnología de punta que el año pasado pudieron trabajar a no más del 60 por ciento de su capacidad instalada por falta de materia prima, ya que el mayor volumen cosechado se lo sigue exportando en estado natural, donde Argentina sigue siendo nuestro principal comprador, habiendo absorbido en 2024 más del 80 por ciento de nuestras ventas externas, que las utilizan para mezclarlo con su producción local, darle valor agregado y tener posibilidades de obtener precios de ventas más remunerativos, en un año en que la cotización de la oleaginosa tuvo una sensible disminución en su precio vs. el 2023 que había sido la mayor de los últimos 6 años.
En noviembre de 2024 se procesaron solo 67.594 toneladas, puesto que al operar a niveles muy inferiores a su capacidad máxima de producción, es natural que su estructura de costos y gastos operacionales se resientan y se vuelvan más onerosas, afectando a su gestión económica.
La aparente falta de previsibilidad es superable. Tengamos en cuenta que estas empresas han realizado importantes inversiones en sus plantas industriales, orientados a incrementar su capacidad de procesamiento de granos.
Aparentemente, se habrían modificado en varias ocasiones normas que impactaron negativamente en sus niveles de competitividad por la materia prima vs. las industrias de otros países.
En 2024 nuestras industrias procesadoras de granos trabajaron solo al 60 por ciento de su capacidad instalada, siendo recomendable que se puedan implementar políticas públicas que puedan incrementar la competitividad del sector, en un momento en que el focus primario deberían ser potenciar a nuestras industrias locales.
El Gobierno, a través de sus autoridades económicas, debería reunirse cada año con los directivos de estas industrias a fin de determinar el nivel de materia prima que precisarían, a fin de evitar que se den estos tipos de coyunturas desfavorables.
Según la Cappro, nuestras industrias aceiteras locales son las únicas en la región que no se ven beneficiadas con la recuperación del IVA provenientes de las ventas externas de productos industrializados, agregándose la necesidad de implementar un régimen de admisión temporaria de materia prima que les permitan importarlos de otros países para la cobertura de periodos de baja disponibilidad de granos.
La carencia de normas más claras junto a un tratamiento fiscal más equitativo hace que las mismas sigan dependiendo del impacto de shocks externos.
Apoyemos a este importante sector de nuestra industria, que nos permita consolidarnos como uno de los líderes a nivel mundial en procesamiento de oleaginosas.
Según la Capeco, las proyecciones de cosecha estimada para este año para los principales países productores de soja en grano a nivel regional serían superiores, estimándose que Argentina estaría cosechando no menos de 53 millones de toneladas, superior al 2024.
Brasil, a la fecha, ya alcanzó el 90 por ciento de la superficie proyectada de siembra esperándose una cosecha global de unos 166 millones de toneladas de soja en grano, superior en mas del 12 por ciento vs. la zafra anterior.
La cotización de la oleaginosa en el mercado internacional se mantendría deprimida este año, lo cual podría presionar más a la baja la mayor producción estimada de Brasil y Argentina, por lo que más que nunca deberíamos proponernos a potenciar los niveles de producción de nuestras industrias aceiteras locales, dándole valor agregado a nuestros granos en estado natural.