La Sociedad Científica del Paraguay otorgó el título de socio honorario al Dr. Mohan Kohli, por su destaque en su aporte a la ciencia no solamente en nuestro país, sino a nivel universal. En ese marco, el experto brindó una conferencia de ingreso titulada: ¿Puede la ciencia crear riqueza?, en la cual destacó que Paraguay puede generarla hoy día gracias a sus recursos agrícolas.
Kohli explicó que más del 30 % de la economía nacional depende de la actividad agropecuaria, siendo el sector agropecuario el motor principal del Producto Interno Bruto (PIB). “En años donde hay buena producción agropecuaria nuestro PIB sube hasta el 13 %, y en los años en que cae por razones del clima el PIB puede bajar a 3 % hasta 8 %”, argumentó.
Asimismo, agregó que los países ricos lo son porque se dedican primeramente al desarrollo científico, mientras que los países pobres lo siguen siendo porque no lo hacen. “En otras palabras, la ciencia no es cara, lo cara es la ignorancia. Paraguay es un país rico, tiene riqueza de recursos naturales, mucha agua, tierra, biodiversidad”, comentó.
Aspectos económicos
Aseguró que nuestro país es rico en agricultura y ganadería, con una posición estratégica para el comercio. Tenemos aspectos económicos como la siembra directa que hoy día cubre el 98 % de la carga agrícola nacional impactando en la producción, ya que de las 3,6 millones de hectáreas que cubre la soja, 3,4 millones de hectáreas son con este método.
“Los datos del BCP nos muestran que casi USD 200 mil que se ganaban por exportación en el 1.994 ahora estamos teniendo en el complejo USD 4 mil millones. Ese es el impacto de la ciencia y así se crea la riqueza a nivel rural”, destacó, agregando que los polos agrícolas como Santa Rita, Katueté, Hernandarias, son grandes muestras.
En resumen, el experto manifestó que la ciencia puede crear riqueza por su capacidad para generar nuevas ideas, mejorar procesos y mejorar la calidad de vida en general. Solo esto conduce a una sociedad más próspera.
“Para generar más apoyo para la ciencia necesitamos involucrar al público, a los formadores de políticas y al sector privado. Lo más importante no solo es educar y convencer a la comunidad sobre los beneficios económicos, sino tener una comunicación constante y de una forma transparente”, añadió. Por eso, la academia y las instituciones deberían participar más activamente en la definición de las políticas públicas.