La pareja de productores Mabel Ayala y Alfredo Cohene trabajan desde hace 10 años con el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) para el crecimiento de su rubro. Con una inversión de G. 3.000.000, primer crédito al que accedieron hace 1 década, lograron crear un imperio hortícola en la ciudad de Yhú, departamento de Caaguazú.

A través de su arduo trabajo ahora contribuyen activamente al programa Hambre Cero, proveyendo hortalizas para la merienda escolar, demostrando que con dedicación, los sueños se pueden alcanzar. En contacto con La Nación/Nación Media, Mabel Ayala comentó que hoy cuentan con más de 55 invernaderos en producción, y que comenzaron con un parcela de 1.000 plantas.

Uno de los proyectos que están por ejecutar es alcanzar el doble de invernaderos el próximo año, es decir, llegar a más de 100 para dar abasto al programa de merienda escolar. “Nuestra motivación para poder entrar con todo a este proyecto es para el Hambre Cero; nos dijeron que va a abarcar todo el país para abastecer y estamos queriendo entrar con todo en el mercado”, expresó Ayala a LN.

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Los productores trabajaban con la proveedora Charlotte, adjudicada por el programa Hambre Cero y con la visión de crecimiento que manifiestan, tienen como objetivo ser parte de la alimentación saludable de niños y jóvenes, además de dinamizar la economía con la creación de empleo.

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“Con la iniciativa de Hambre Cero, nuestra producción tendrá más valor. Queremos contribuir no solo a la producción, sino también a generar empleo para mujeres y jóvenes que trabajan con nosotros diariamente, lo que ayuda económicamente a cada hogar”, sostuvo.

Por su parte, Alfredo Cohene, esposo y sociocomercial de Mabel Ayala, también habló con LN sobre su trabajo y visión a largo pazo en el rubro hortícola. Mencionó que están felices por ver cómo han crecido en estos años, que les genera orgullo que muchos trabajadores pudieron culminar sus estudios trabajando con ellos, y que ahora les crea entusiasmo ser parte de la merienda escolar.

“Nos sentimos realizados al tener este trabajo, podemos trabajar en nuestras casas, le damos mucha mano de obra a nuestros vecinos. Ahora el gran desafío es el próximo año producir mayor volumen para abarcar nuestro país (el programa Hambre Cero). Era nuestro sueño el llegar a esto, el producir y prácticamente ya tener comercializado lo que producimos”, precisó.

Por último enfatizó en la importancia del CAH y del programa Hambre Cero que son dos vías para movilizar la economía e inyectar con mas divisas al país. “El próximo año tener un mercado nacional grande con nuestra producción le va a venir bien la país, porque la agricultura lo mueve todo”, acotó.

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