Desde hace siete meses el Banco Central del Paraguay ha decidido mantener su tasa de política monetaria (TPM) en una referencia del 6 %, debido a que consideran ya se encuentra en el rango de neutralidad, según explicó este miércoles el economista jefe de la institución, César Yunis. Detalló además que la dinámica económica está evolucionando en torno a las proyecciones de la banca matriz, que estima un crecimiento de 3,8 % para el cierre de año.
“Paraguay y otras economías de la región ya habían iniciado el ciclo de relajación de política monetaria a partir del segundo semestre del año pasado, que también continuó a lo largo de este año. Nuestro país arrancó la reducción de sus tasas en agosto de 2023 y siguió hasta marzo de 2024, llevando la tasa del 8 % al 6 %. Actualmente, entendemos que ya se encuentra en el rango de neutralidad”, recordó.
Yunis mencionó que si bien la decisión del recorte de tasas de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), puede considerarse un elemento importante, es solamente parte del análisis que se realiza para tomar una decisión de política monetaria. Más allá de este aspecto, lo que se espera del proceso de normalización de la TPM en Estados Unidos es una menor presión sobre el tipo de cambio.
“La FED acaba de reducir la tasa en 50 puntos básicos: esto entendemos le va a quitar un poco de presión al tipo de cambio. Los mercados ya han internalizado esta reducción, pero también hay que recordar que la evolución del dólar depende de varios otros factores”, enfatizó. Yunis precisó que en la evolución (presión al alza) de la moneda extranjera impactó la caída en casi 30 % de los precios de los commodities (soja y otros granos), que generó un menor ingreso de divisas al país.
Respecto a la dinámica económica actual, el economista jefe señaló que se ha observado la reversión de los precios de los rubros volátiles de la canasta (productos frutihortícolas), mientras la inflación y las medidas de tendencia están en torno al 4 %, la meta del BCP. A la par, se ha observado un buen desempeño en el sector servicios, manufacturas y la ganadería, pese a la caída en la generación de energía eléctrica, por lo que la proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) se mantiene en 3,8 %.