Desde la Unión de Gremios de la Producción se puntualizó algunos de los principales desafíos y coyunturas que afectan al campo. Héctor Cristaldo, presidente de la UGP, en entrevista con Unicanal, destacó que este es un año desafiante para el sector productivo del Paraguay.

Desde la mirada de la producción agrícola, Héctor Cristaldo recordó que durante la campaña 2021/2022 se vivió una severa sequía que afectó a todo el país, pero en la siguiente se dieron mejores condiciones para gran parte de la Región Oriental. Sin embargo, la zona norte tuvo un déficit de lluvias que impactó en sus rendimientos.

El mismo escenario se repitió en la temporada de zafra 2023/2024, con escasas lluvias en los departamentos de San Pedro, Concepción, Amambay y parte de Canindeyú, que sufrieron un daño enorme en su producción, sumando tres años malos, y lo que se reflejó en una disminución del área de siembra.

Solo en San Pedro, se reportó unas 60.000 hectáreas menos debido a la descapitalización del productor, principalmente, de los pequeños productores. “También se da la particularidad de que en el año 2022, se logró una buena producción de zafriña para amortiguar el daño. Pero este año no fue posible debido a la falta de lluvias”, explicó Cristaldo.

Rescató que desde el Banco Central del Paraguay y el Ministerio de Economía se tomaron las medidas para facilitar el refinanciamiento de deudas, y que las negociaciones con el grupo más afectado están bien encaminadas a fin de lograr las condiciones que les permitan seguir trabajando.

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En relación con el precio, recordó que se toma de referencia el precio de Chicago y a partir de este se establece un “premio”, descuento que recibe el productor. “Toda la logística del traslado de la chacra al silo, del silo al puerto, del puerto local al puerto ultramar y destino, son contemplados en este premio. Normalmente, se cotiza entre los USD 30 - USD 45, pero este año superó los USD 100, después bajó a USD 70-80“, detalló.

A este fenómeno se sumó la caída del precio en Chicago, con una disminución de USD 150 en comparación al 2022, y el aumento significativo de los costos de producción.

El ingeniero Cristaldo recordó que sobre una producción de 10 mil toneladas de soja, con la caída de los precios, son USD 150 millones que dejaron de entrar al país para dinamizar la economía. Situación que también influye en la suba de la cotización del dólar.

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También ocurrió que el productor no cerró ventas temprano, sino que esperó hasta marzo para colocar su producción, en la espera de mejores precios.

Asimismo, la falta de lluvias está dificultando la navegabilidad, lo que genera sobrecostos para los distintos actores y una pérdida de competitividad. “Todo esto nos presenta un año complicado”, indicó.