Uno de los tantos derechos que tiene el consumidor es el de recibir información clara, eficiente y suficiente sobre los productos que se ofertan, al igual que servicios, explicó la ministra de la Secretaría de Defensa del Consumidor (Sedeco), Sara Irún, a canal GEN/Nación Media.
Aseguró que la normativa es clara y que si los consumidores se encuentran en una situación contraria, deben reclamar, tomar evidencias de esta práctica común en muchos comercios, para que se pueda denunciar y la secretaría pueda actúe de oficio. “Es algo muy recurrente ver una promoción de precios de algunos productos remarcados, pero en caja tiene otro precio. Eso se debe reclamar en góndola y luego en nuestros canales de reclamo”, dijo la ministra.
Una vez que se realiza el reclamo con pruebas (fotos, facturas), la Sedeco ordena una fiscalización y si corresponde, impone un sumario administrativo al comercio o supermercado. Finalmente, en un periodo de 10 días de etapa conciliatoria, el consumidor recibe la diferencia y se resuelve el caso.
Expuso que de las más de 600 audiencias conciliatorias que llevan este año, el 80 % ya pudo solucionarse. Por eso, instaron a los consumidores a formalizar sus reclamos a través de denuncias y que no solo se expresen por las redes sociales.
“Instamos a los consumidores a que sean responsables y controlen que los productos tengan precios; ya que mayormente todo se queda en redes sociales. Si no denuncian, no vamos a fiscalizar. Una vez formalizado el reclamo, iniciamos investigaciones y sumarios administrativos si corresponde”, precisó.
Acerca de empresas que ya están sancionadas y multadas, expuso que por más de que repitan ciertas prácticas, lo que compete a Sedeco es seguir sancionando hasta que la empresa cumpla con los derechos del consumidor.
En el caso de los comercios que no exponen los precios de sus productos, también reciben sanciones. Puso como ejemplo una farmacéutica que ya fue multada por ese hecho y que plantea colocar precios a través de una aplicación para fomentar la conciencia ambiental y dejar de lado el uso del papel.
“Tenemos solo dos fiscalizadores a nivel país, prácticamente somos todólogos en Sedeco, intentamos hacer de todo porque las necesidades son ilimitadas. Con las 50 personas que somos, hacemos todo lo que se puede”, finalizó.