El presidente de la Cámara Paraguaya de Biocombustibles (BIOCAP), Massimiliano Corsi, presentó recientemente el potencial de este sector energético en Paraguay, que desde el 2019 viene duplicando su producción en biodiésel y aumentando un 15 % la del etanol.
“Paraguay tiene todas las condiciones para ser un espacio estratégico en la producción, logística y comercialización del biocombustible en América del Sur. La ubicación privilegiada en el centro del continente, lo convierte en un potencial nodo”, expresó.
Esto, en el marco de su presentación en el panel Bioenergy for Climate Change - Mitigation and Energy Access, dentro de la undécima Semana de la Bioenergía realizada en Roma, organizada por el Global Biofuel Partnership (Asociación Mundial de la Bioenergía (GBEP) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Herramienta de transición energética
Contextualizó el alcance de los biocombustibles, como una herramienta esencial para la transición energética en todo el mundo. “Necesitamos más biocombustible en más sectores para una ruta efectiva de reducción de emisiones de CO2″, remarcó durante el evento internacional.
En este sentido, el referente local puso énfasis en la necesidad país de contar con políticas de estado a largo plazo, tomando en serio los desafíos de la transición energético. “Paraguay necesita un mandato obligatorio para promover la inversión en biocombustible”, dijo.
Subrayó que es preciso un marco regulatorio previsible, un horizonte de aumento gradual de la mezcla de biocombustibles con los combustibles fósiles para los próximos años, de modo a estimular a los inversiones y productores.
Marco normativo
Agregó que los biocombustibles ya ocupan un rol estratégico en sectores que necesitan emitir menos gases de efecto invernadero como el transporte aéreo, marítimo o terrestre, o grandes industrias que emplean calderas para su cadena de producción.
No obstante, acentuó que para cumplir ese papel con efectividad, es necesario una industria capaz de satisfacer la demanda a un precio razonable, lo cual implica desarrollar aún más el sector con inversiones, que solo llegarán si se garantiza un marco normativo claro, estable y previsible. “Los mandatos deben ser claros, escalables y obligatorios”, acotó.
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