La Comisión Mixta Paraguayo-Argentina del Río Paraná (Comip) se reunió para avanzar en la coordinación de acciones que permitan mitigar el déficit hidroclimatológico que afecta la navegabilidad del río Paraná, desde Ituzaingó hasta su confluencia con el río Paraguay. Las condiciones actuales del cauce afectan significativamente el transporte y la producción en Misiones e Itapúa y perjudican la competitividad del comercio exterior paraguayo, según dieron a conocer desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones.
El encuentro se inició el miércoles último en la sede de la Dirección de Relaciones Públicas de la Entidad Binacional Yacyretá, en Ayolas, y culminó ayer en las instalaciones del puerto Trociuk en Carmen del Paraná. Estuvieron presentes autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), Prefectura General Naval, Entidad Binacional Yacyretá, Itaipú Binacional y otros representantes del sector logístico y naviero nacional.
En el marco de la reunión se evaluaron las condiciones hidrometeorológicas actuales, pronósticos para los próximos meses y su impacto en la navegabilidad de los ríos Paraguay y Paraná. Igualmente, se analizaron las intervenciones previstas, la operativa portuaria, la seguridad y la coordinación logística y técnica de cara a enfrentar el segundo semestre del año, que podría presentar serias dificultades en términos de navegabilidad.
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Así, se realizó una visita técnica a enclaves estratégicos para observar la operativa portuaria y la movilización de convoyes y barcazas. También se desarrolló un ejercicio de coordinación técnica del esclusado de Yacyretá, simulando escenarios y evaluando procedimientos con propuestas de mejora frente al preocupante escenario de los próximos meses.
El titular de la Dirección General de Marina Mercante, Patricio Ortega, anunció la convocatoria de una nueva reunión el 11 de julio para acelerar el paso de la esclusa de navegación de Yacyretá y apoyar una declaración de emergencia hidrológica en el Congreso Nacional. Con estas decisiones se busca mejorar la gestión de la navegación fluvial, incluyendo trabajos de dragado en pasos críticos y optimización de la logística portuaria.
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Crisis hidrológica: advierten del impacto en precios y buscan otras vías de transporte
Luego de que el río Paraguay alcanzara un nuevo récord histórico de bajante, desde el Centro de Importadores del Paraguay advirtieron que la crisis hidrológica impactará directamente en la economía del país, atendiendo a que los sobrecostos de logística repercuten necesariamente en un reajuste de los precios de los productos importados, entre los que se destaca el combustible. De ahí que ya se están analizando otras modalidades de transporte.
El último viernes 6 de septiembre, el río Paraguay alcanzó un nuevo récord de bajante al registrar un nivel de -0,76 metros a la altura del Puerto de Asunción superando la marca histórica de 2021 (-0,75 metros). Hoy, el mismo cauce hídrico descendió hasta la referencia de -0, 89 metros, según la Dirección de Meteorología e Hidrología. La crisis hidrológica afecta la navegación y el transporte fluvial, que es la principal vía de comercio exterior del país.
En este sentido, el director ejecutivo del Centro de Importadores del Paraguay (CIP), Hugo Royg, recordó que en la medida en que los niveles del río descienden, los costos del transporte fluvial se incrementan, por lo que el impacto se traslada directamente a los precios del producto y, por ende, afecta a los consumidores finales y la economía en general.
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“El 80 % de las importaciones aproximadamente llega por vía fluvial. De ahí que los precios de los productos se verán afectados por la bajante del río. El combustible es uno de ellos. Este panorama se suma a los importantes sobrecostos que ya tenemos debido a que Paraguay es un país mediterráneo”, mencionó Royg a GEN/Nación Media. Según detalló, mientras en otros países de la región el costo de transporte fluvial equivale al 6,3 % del valor de la carga, en Paraguay asciende al 9,3 % por el hecho de no contar con litoral marítimo.
“Como país mediterráneo, tenemos que generar diferentes vías de salida del país, otras alternativas, de tal forma a evitar problemas coyunturales como el que estamos viviendo con la bajante. El transporte fluvial es uno de los más baratos, pero en este panorama, tenemos que ver la forma de llegar por tierra. Eso se debe hacer con inversiones públicas”, añadió.
El director ejecutivo del CIP adelantó el complejo panorama de navegabilidad que se avizora para lo que resta del año e inicios de 2025. “La sequía nos hace prever un 2025 muy difícil en términos de navegabilidad, con ciertas presiones inflacionarias por los incrementos de los costos no solamente internacionales, sino los costos de transporte”, refirió.
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¿Bajante puede dejar innavegable al río Paraguay?
Los niveles del río Paraguay siguen críticos, y si bien se alejó un poco de la bajante histórica, hoy en Asunción está en -0,69 m tras descender 4 cm, la tendencia es que se mantenga durante los próximos meses incluso. Ante esta situación nace la interrogante de qué pasaría al superar el récord mínimo, y si se podría llegar a declarar innavegable el cauce.
Sobre esta posibilidad y el preocupante nivel del río, el director de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), Julio César Vera, aseguró que eso no acontecerá y que de hecho, siempre se va a navegar aunque en condiciones críticas.
“El río no deja de bajar y lo peor de todo es que en la alta cuenca, en la zona del Pantanal tampoco llueve, lo mismo acontece en el resto de la República Federativa del Brasil, especialmente en la cuenca del río Paraná. Presumimos que por un periodo de 45 días más, aproximadamente, se va a mantener este estado”, expresó a la 780 AM.
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Tendencia se mantiene
Ayer con el hidrómetro en -0,65 m, a hoy bajó 4 cm, dijo Vera y recordó que la semana anterior se llegó a -0,74, casi alcanzando el récord histórico. “Con esta tendencia de lluvias esporádicas que vienen, solamente sirve para que el río se mantenga sin bajar más por uno o dos días, o subiendo 5 o 6 centímetros, que no es la solución”, remarcó.
Y la principal problemática con la bajante, es que los convoyes y las barcazas no alzan a plenitud sus cargas, muchas veces navegan con el 60 % de la capacidad o al 70 % máximo debido al calado. El titular de la ANNP advirtió que de persistir esta situación puede desencadenar un ligero aumento de precios, al mantener las navieras el mismo costo operacional transportando menos volumen de carga.
Vera añadió que dentro de todo este contexto, se están ejecutando los trabajos de dragado con total normalidad mediante 3 contratos que siguen vigentes, lo cual ayuda enormemente para mantener la navegación. Mencionó el convenio suscripto con una firma brasileña y el MIC para trabajos de desrrocamiento en 13 puntos críticos que se detectaron, desde el río Apa hasta Asunción.
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“La Niña” anuncia un verano caliente
Por Carolina Vanni
carolina.vanni@nacionmedia.com
Tamara Esquivel, estudiante de enfermería, se queja porque la temperatura bajó y ella debe madrugar para ir a la facultad. Si no sube en el bus a las 5:40 no podrá llegar al centro de Asunción para entrar a las 8:00 en la clase.
La joven de 20 años vive en la ciudad de Julián Augusto Saldívar, a unos 23 kilómetros de la capital, y si bien la distancia no es demasiada, el mal servicio del transporte público y las pésimas condiciones de la ruta Departamental 27 hacen que el trayecto se vuelva largo y tedioso.
Estando en la parada de su barrio comienza a lloviznar y sopla un viento frío que la obliga a acomodar su bufanda y luego meter las manos en los bolsillos. En su barrio ninguna esquina tiene refugio para quienes esperan el bus, por lo que, debe soportar la condición climática hasta que se suba en el bus.
Esta realidad es la de miles de personas que a diario deben transportarse en colectivo desde las afueras de Asunción hasta el centro. Si bien el verano dejó de ser agradable debido a las elevadas temperaturas, “resulta más llevadero”, dice Tamara a LN.
Veranos infernales
Los veranos están cada vez más calientes y los inviernos se van volviendo cálidos. En los últimos años, Paraguay sufrió una alteración en su clima, efecto del calentamiento global que se da a consecuencia del aumento de los gases de efecto invernadero.
Un trabajo realizado por el profesor Benjamín Grassi, denominado Estudio del Clima en Paraguay, indica que el año 2019 fue el más caliente en nuestro país con una temperatura de 1,5 °C por encima del promedio del período 1961-1990.
“El cambio climático es una realidad innegable que nos está afectando. Pero no es solo un problema ambiental, es también un problema social, económico y de seguridad”, nos dice Ethel Estigarribia, directora de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).
En consecuencia del aumento de la temperatura promedio en el país, las olas de calor aumentaron en un 72% más con relación a la era preindustrial y los veranos son tres veces más calientes, según el mismo estudio. Sin dudas, Paraguay es vulnerable al cambio climático, por su ubicación, su clima, la falta de infraestructura para el desarrollo, lo que incide en la calidad de vida de la gente.
Este año el país sufrió los embates del calentamiento con temperaturas nunca antes registradas. La sensación térmica llegó, inclusive, a los 50 °C, el 15 de marzo pasado en que la gente debió soportar una siesta infernal. ¿Es proporcional la vulnerabilidad con relación a la responsabilidad en la problemática? No. Paraguay aporta solo el 0,09% de la emisión de gases, pero sufre las consecuencias a causa de la pobreza y desigualdad.
Aumento de la temperatura global
El director de la Oficina Regional para las Américas de la Organización Meteorológica Mundial, Julián Báez, explica que, si acá hace mucho frío ahora, en el norte el verano es mucho más extremo, sin embargo, al hacer un promedio del año, el termómetro cada vez sube más, asegura a LN.
Según la Organización de las Naciones Unidas, la temperatura media de la Tierra es ahora 1,1 °C más elevada que a finales del siglo XIX. Pero el dato alarmante lo dio en febrero de este año el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la UE, al asegurar que, en el período comprendido entre febrero de 2023 y enero de 2024, la temperatura aumentó 1,52 °C.
“Hay una clara evidencia científica de que en los últimos años hemos tenido un aumento sostenido en la temperatura media del planeta”, sostiene a LN Julián Báez. Esta variación se ve reflejada en las distintas regiones con la ampliación de los eventos climáticos, explica.
Para este año nuevamente está pronosticado el fenómeno climático La Niña. Eso significa que el verano será mucho más cálido, afectando no solo a la agricultura, sino además a la navegabilidad de los ríos, que ya actualmente está bastante resentida por la alarmante bajante, producto de la falta de lluvias y dragado. En Paraguay, más del 90% de la producción primaria se mueve por la hidrovía.
“Si llueve menos el principal sector que se ve afectado es el de la agricultura y la ganadería. Y el otro sector es el fluvial, y dependiendo de la intensidad, si sigue el déficit de lluvia, también puede afectar a la producción de energía. No siempre se dimensiona el impacto, pero mirando todos los aspectos, resultan desoladores”, asegura Báez.
Acciones
En el 2014 se presentó el Plan Nacional de Cambio Climático, que, en su fase I tiene por objetivo trabajar las estrategias de mitigación, orientados por un planeamiento a largo plazo y a crear comunidades resilientes al cambio climático. La mitigación, en términos de cambio climático, es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según explica Ethel Estigarribia, Paraguay necesita de 16.200 millones de dólares para poder implementar las medidas de mitigación y 6.530 millones de dólares para poder implementar medidas de adaptación.
Sostiene que elaborar los planes para reducir la huella de carbono es todo un desafío, porque no es solo decir cuáles son las metas, sino que debe tener un sistema de monitoreo. “Hay que tener indicadores y se tiene que poder medir. Y la única herramienta es la ciencia, se tiene que contabilizar todas las acciones que tenemos. Lo que necesitamos es financiamiento”, asegura.
Entre los proyectos que trabaja el Mades con otras instituciones está la reducción de las emisiones en la agricultura y la ganadería, así como también la movilidad, donde no solo se busca la incorporación de buses eléctricos y mejorar el sistema de transporte público para usar menos vehículos particulares.
“Estamos trabajando para ver si hay modelos sostenibles para la agricultura y la ganadería. Este año vamos a tener el inventario de los cinco sectores que más generan las emisiones”, dice al indicar que “el inventario” es el espejo del desarrollo económico, donde se va a reflejar las actividades que generan mayores emisiones.
Una de las actividades que más genera emisiones en nuestro país es el cambio del uso del suelo, que lleva a la deforestación para ampliar los horizontes de la ganadería y la agricultura, también generadores de emisiones. El Instituto Forestal Nacional (Infona) cuenta con un Sistema de Alertas Tempranas de Deforestación, buscando abordar de manera efectiva la deforestación ilegal, considerando que gran parte de la deforestación en el país es legal.
¿Qué hago como ciudadana?
Aunque la mayor emisión de gases de efecto invernadero se genera en las actividades económicas de gran escala, la ciudadanía puede ayudar a mitigar con pequeñas acciones: mantener las veredas en buen estado para caminar y no usar su automóvil, así como usar transporte público antes que el particular.
Otra acción ciudadana que puede ayudar es comprar preferentemente productos locales y comer más frutas y verduras. No arrojar basura en las calles, que luego terminan en los cauces hídricos.
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El impacto del cambio climático en nuestras vidas
Por Carolina Vanni
carolina.vanni@nacionmedia.com
Hace tiempo el clima registra variaciones y no se comporta de manera “habitual”. Algunas personas dicen que es un proceso natural del planeta que ya había pasado por una situación similar, mientras que otros piensan que esto es producto de la actividad humana irresponsable.
Más allá de las controversias, las fake news (noticias falsas) y las divisiones entre ecologistas y terraplanistas, los fenómenos meteorológicos severos dejan sus huellas en las personas. Las tormentas y raudales causan estragos en la ciudad y en el campo la sequía pone en jaque la generación de alimentos y al ecosistema con los incendios que arrasan con lo que hay a su paso.
Gonzalo, estudiante del Colegio Felipe Toledo, piensa que los malos hábitos de consumo (la cultura del descarte) y la mala utilización de los recursos naturales nos condujo a donde estamos. Él cree que muchas enfermedades están asociadas a la crisis del clima. Según Greenpeace, sí favorece la transmisión de patógenos causantes de males, como el dengue, asma, diarrea y otros más.
Julián Báez, director de la Oficina Regional de la Organización Meteorológica Mundial para las Américas, asegura que el cambio climático se está acelerando con impactos muy significativos en todos los aspectos y “se siente más en los países menos desarrollados”.
Pero, ¿cómo nos afecta? En esta nota los expertos explican los alcances en el día a día. Un sector vulnerable es la niñez y adolescencia, cuya capacidad se ve amenazada para sobrevivir, crecer y prosperar, según Unicef.
Vulnerabilidad
El aporte de Paraguay a las emisiones globales es del 0,09 %, comenta Óscar Rodas, director de Cambio Climático y Políticas de WWF Paraguay. Pero según el Índice de Vulnerabilidad y Adaptación al Cambio Climático en la Región de América Latina y el Caribe, Paraguay está en la categoría de “riesgo extremo”.
La alta dependencia económica en la producción primaria, la escasa infraestructura y mala planificación de las ciudades, así como la falta de un sistema de alerta temprana; la pobreza, la desigualdad y medios de subsistencia, son algunos aspectos que hacen a la vulnerabilidad.
Óscar Rodas explica que la situación geográfica, la mediterraneidad, la tipología plana que favorece las inundaciones, así como el tipo de clima tropical, contribuyen a la vulnerabilidad. Al ser un país mediterráneo se utilizan los ríos para importar y exportar y con la sequía el transporte fluvial se encarece.
Así nos afecta
“El cambio climático impacta en la calidad de vida de la población”, dice Ethel Estigarribia, directora de Cambio Climático del Mades. Las sequías prolongadas, las inundaciones, la afectación de plantas y animales, pérdidas económicas, calidad y disponibilidad de los recursos hídricos, entre otros, son algunos efectos.
Las olas de calor con altas temperaturas, así como los raudales que incluso causan muertes cuando llueve mucho, forman parte de la convivencia diaria con el cambio climático, explica Ethel Estigarribia.
Cuando hablamos de sequía, afecta a los cultivos, a la navegabilidad de los ríos y agudiza la escasez del agua, como en el Chaco. La crecida obliga a la gente a abandonar su casa y buscar sitios secos, como los refugios, en donde las condiciones de vida son precarias y proliferan las enfermedades por el hacinamiento. Cuando los albergues son insuficientes, se ocupan plazas y calles.
Paraguay es un gran productor agrícola y ganadero y la sequía o la inundación ponen en peligro la seguridad alimentaria. “Para la producción de alimentos, sean de origen animal o vegetal, se necesita de un clima estable”, indica Julián Báez.
En el 2023, unos 2.845 alumnos de 16 escuelas sufrieron por las inundaciones, según el Ministerio de Educación y Ciencias, que recomendó clases y cierre de los procesos de forma virtual en las zonas afectadas. “Cuando llueve no hay clases y en días calurosos es imposible lograr que los niños se concentren”, explica Sonia Maidana, maestra de la Escuela Básica 135.
En el 2023 el país sufrió la epidemia de chikungunya debido a la proliferación de mosquitos por las condiciones climáticas y los malos hábitos de la gente. La enfermera María Aquino dice que las altas temperaturas afectan a la gente con golpes de calor, insolación, deshidratación, diarrea y vómito.
Ingresando al sitio web Aire Paraguay se puede saber la calidad del aire. La contaminación a consecuencia de los incendios lleva a más cuadros alérgicos, explica el doctor Ricardo Meza, alergista e inmunólogo del Hospital de Clínicas.
Mitigar y adaptar
La mitigación es la acción de reducir la generación de los gases de efecto invernadero. Paraguay tiene un compromiso asumido de reducir la huella de carbono en sectores como el uso de la tierra, la agricultura y ganadería; el sector energético, en los procesos industriales y en el uso del combustible fósil.
La Ley 251/93 ratifica la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y la Ley N° 5875 de Cambio Climático busca implementar acciones de mitigación que reduzcan la vulnerabilidad y mejoren las capacidades de adaptación.
Un trabajo conjunto logró la elaboración del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2022-2030, que lleva adelante trabajos en el campo y en la ciudad para lograr el desarrollo resiliente al clima. La construcción de infraestructuras para la protección de ciudades, así como políticas para reducir pérdidas, son algunas acciones implementadas.
“Forestar, reforestar, usar conscientemente la energía eléctrica, evitar la impermeabilización del suelo, son acciones ciudadanas que pueden ayudar”, explica Julián Báez, mientras Gonzalo plantea el uso de “fuentes de energías renovables” y el “reciclado”, que es la reutilización de materiales como el vidrio, plásticos y metales. Para lograr esto se deben mejorar los sistemas de recolección, trabajar en la educación y aprender a separar la basura.
Óscar Rodas sostiene que cuando tengamos mayores sistemas de alerta, de información sobre los eventos climáticos extremos, “se podrá organizar mejor los sistemas productivos, de salud, de protección social, para aumentar la resiliencia ante el cambio climático”.
“Existen planes para crear comunidades resilientes. Como ejemplos, la estrategia educativa con el MEC para crear más conciencia, con el MAG para que con el productor tenga estrategias para evitar una pérdida total ante una sequía. Pero necesitamos tecnología y financiamiento”, asegura Ethel Estigarribia.
Acciones diarias que contribuyen:
Evitar las bolsas del supermercado.
Plantar árboles y arbustos nativos en los patios y veredas.
Cargar el lavarropas bien lleno para ahorrar agua y energía.
Reducir el uso de papel.
Evitar el uso de desechables, como isopor y plástico.
La correcta disposición de la basura
Galería de fotos: Las dos caras de una misma moneda: la lluvia.