En 1935 emergía una nueva industria en Paraguay, la farmacéutica, con la inauguración de Laboratorios Lasca. Así se daba origen al primer laboratorio que fabricaba medicamentos en el país y a partir de entonces, tanto el sector como la empresa no pararon de crecer.
Pero, ¿cómo surgió la idea de incursionar en el rubro farmacéutico en el Paraguay de 1935, en plena guerra contra Bolivia? Vicente Scavone, un inmigrante italiano visionario que llegó al país en 1910, tenía la respuesta: el primer paso es creer y el futuro de Paraguay será la industria.
“Somos la primera empresa farmacéutica del Paraguay, nuestro fundador ya en 1935 decía que el futuro del país era la industria, y fue así como el 12 de setiembre del mismo año de su fundación se fabricó el primer medicamento, bajo el nombre “Ferralasca”. Ahora estamos a meses de cumplir 90 años”, expresó a La Nación/ Nación Media, Vicente José Scavone Cárdenas, director y vicepresidente de la compañía.
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Legado de visionario
El empresario llamó a su emprendimiento Lasca de Laboratorios Scavone, concretando la inauguración de la fábrica el 1 de marzo de 1935, dando origen así al primer laboratorio de medicamentos de Paraguay. “Don Vicente Scavone dejó un legado, nos enseñó a creer en el Paraguay y en nosotros mismos, a afrontar los desafíos y a crear el futuro”, agregó el directivo y recordó una anécdota de la compañía.
Relató que ante la inminente llegada de la segunda guerra mundial, don Vicente Scavone tuvo la valentía de invertir todo su capital para importar una gran cantidad de medicamentos y materia prima de Europa antes de estallar la contienda.
De ese modo, cuando la guerra comenzó, y América no podía importar, Paraguay pudo abastecer a compatriotas, e incluso existen indicios de que lo hizo a algunos países vecinos, gracias a esa visión del fundador, contó Scavone.
Claves del crecimiento
La visión de su fundador, sumado a los altos estándares de calidad internacional, el avance tecnológico y de infraestructura, la capacitación constante y la reinversión permanente, fueron claves para el crecimiento de Lasca, refiere Scavone a La Nación/Nación Media.
“Además de la firme convicción de ganar cada vez más mercados, y romper el paradigma que había sobre la calidad de los medicamentos paraguayos”, añade el directivo.
Marca consolidada
Para Scavone, no hay dudas de que el consumidor los elige justamente por la calidad, pues año tras año son distinguidos por organismos, tanto la empresa como los productos, los más reconocidos y utilizados. “Esto habla de la reputación de Lasca y sus medicamentos en el mercado farmacéutico nacional”, remarcó.
Hoy en día, la estructura de la empresa está dirigida por la tercera y cuarta generación, manteniendo viva la esencia del fundador, e incorporando la renovación permanente de una industria regulada por estándares internacionales, pero sin perder la esencia. “Somos paraguayos, presentes en todo el país, y muy cerca de cada habitante de esta tierra que nos elige día a día”, agregó el directivo.
La compañía opera con sucursales en las ciudades cabeceras del país, como Ciudad del Este, Encarnación, Pedro Juan Caballero, Coronel Oviedo, Loma Plata, además de la planta fabril que se encuentra en San Lorenzo.
Actualmente, Lasca posee 5 plantas productivas, emplea a más de 900 personas en sus más de 12 unidades de negocios y cuenta con más de 500 marcas. Produce 35 millones de fármacos por año y exporta a 8 países distribuidos entre Sudamérica, Centroamérica, Europa y Asia.
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