El director de aeropuertos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Rubén Aguilar, mencionó que se debe poner un especial énfasis en el interés que se está dando en venir a Paraguay para distintos fines, de modo a cuidar y fortalecer la receptividad a más de propiciar mayor conectividad.
Esto, debido a que según las estadísticas de la institución, el flujo de pasajeros viene aumentando ya un 7 % en lo que va del año, en comparación a lo que fue el 2023, lo cual evidencia una tendencia positiva incluso después de la temporada alta.
“Estamos de parabienes, creo que está llegando mucha gente y eso que teníamos previsto que esto iba a disminuir un poquito pasando la temporada alta, pero pasó lo contrario porque estamos teniendo un pequeño aumento de 7 % en el flujo de pasajeros en el aeropuerto Silvio Pettirossi”, expresó a la 650 AM.
Lea también: El guaraní, la antigua, estable y ponderada moneda de Paraguay
Generar condiciones
Aguilar remarcó que es una muy buena señal que se debe aprovechar y potenciar la buena racha, que es lo que siempre se anhela, de ir incrementando la cantidad de pasajeros. Para ello también el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi se está preparando y se prevé más compañías aéreas que quieren sumarse a la flota, dijo.
Es por ello que planteó realizar un análisis importante a nivel país del interés que se está teniendo para venir a Paraguay, principalmente por cuestiones comerciales, turísticas y de cara a realizar inversiones, incluso, de ahí la importancia de generar las condiciones, subrayó.
Entre alguno de los motivos de mayor tráfico de pasajeros por la principal terminal aérea del país, mencionó los eventos internacionales como partidos de fútbol que atraen a los hinchas, y otros de índole deportivo que van sumando en la receptividad de vuelos, acotó el director de aeropuertos de la Dinac.
Dejanos tu comentario
Prevén el arribo de unos 7.000 pasajeros en el aeropuerto para la final de la Sudamericana
El director de Aeropuertos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Rubén Aguilar, habló acerca de la afluencia masiva de pasajeros que se espera en el marco de la final de la Copa Conmebol Sudamericana 2024, que se desarrollará en Paraguay este sábado 23 de noviembre.
Mencionó que estarán reforzando todos los controles y lo que se refiere a atención en los sectores de rampa, migraciones y estacionamiento, debido al gran movimiento que representará este evento deportivo en el país, ya que se espera que ingresen vía aérea entre 5.500 y 7.000 pasajeros.
“Esto va a superar todas las expectativas, estamos manejando que se harán unos 35 vuelos extras o lo que serían los chárters además de los que ya tenemos registrados, y más o menos sumando tendríamos entre 5.500 a 7.000 pasajeros llegando y posteriormente saliendo”, expresó a la 1330 AM.
Lea también: La Conmebol Sudamericana inyectaría al país USD 50 millones
Gran despliegue
Ante ello, Aguilar indicó que están coordinando con las compañías aéreas que traerán a las hinchadas de los equipos de Racing (Argentina) y Cruzeiro (Brasil), a los efectos de ir dando un horario de llegada y salida, a fin de que no ocurra un colapso en el aeropuerto. Es así que se estima que esta final de la Sudamericana a realizarse en Asunción significará un aumento bastante considerable en las recaudaciones, por todo el despliegue que ya se está generando.
En ese sentido, desde la Conmebol ya habían adelantado que la alta demanda de los fanáticos argentinos y brasileños impulsó a varias aerolíneas a programar vuelos chárter, con al menos 15 vuelos comerciales no regulares y más de 30 aeronaves privadas que estarían arribando a la principal terminal aérea del Paraguay, el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.
A esto se suma igualmente los más de 100 buses que ingresarán al Paraguay por los pasos fronterizos o vía terrestre, además de la cantidad de empleo que generará, de unas 4.000 personas aproximadamente que estarán trabajando en la organización de la final deportiva. La final generaría una inyección económica al país de USD 50 millones aproximadamente, según datos proporcionados por la Conmebol.
Puede interesarle: La institucionalidad es un modelo clave de Paraguay, dice titular de Felaban
Dejanos tu comentario
El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
Se cumplen 110 años de uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional: el 17 de noviembre de 1914, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en el cielo guaraní, abriendo el espacio aéreo para una figura que se haría conocida a nivel mundial como el “Rey del aire”, el “Hombre pájaro”, el “insuperable” y el “As de ases”.
Este primer vuelo fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo similar, siendo además increíble que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo, quien acababa de finalizar una gira por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto en el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a Asunción, se pudo percibir la gran admiración y respeto que los compatriotas sentían hacia el piloto que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
Podés Leer: José Asunción Flores y el retorno a su amado Paraguay
“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Maurice Becquet y el (avión) Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: “Mi hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos”, indicó el profesor Antonio Luis Sapienza Fracchia, académico de la Academia Paraguaya de Historia, en conversación con La Nación/Nación Media.
El historiador destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embargó de vuelta rumbo hacia Montevideo (Uruguay), donde contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
De Paraguay a Francia
El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887, siendo hijo del italiano Antimo Pettirossi y la paraguaya Rufina Pereira Roldán. Era el cuarto hijo de la pareja, detrás de sus hermanos Alfredo, Elvira y Delia; y el mayor a sus hermanas Honorina y Luisa.
A la edad de siete años, sus padres decidieron enviarlo a Spoleto (Italia) para estudiar en un liceo premilitar. Vivió siete años en Europa, donde empezó su amor por la aviación y a la edad de catorce años regresó a Asunción, donde prosiguió sus estudios. En 1904 estalló una cruenta revolución contra el gobierno del general Juan Antonio Escurra, y Silvio, que contaba con 17 años, se enroló al ejército, donde luchó valientemente y fue ascendido al grado de alférez.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wilbur y Orville Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Invitado por Villanueva, Pettirossi viajó a Buenos Aires (Argentina), donde se radicó un tiempo, trabajando en la Oficina de la Dirección de Inmigración del puerto y en los círculos bonaerenses. Se vinculó rápidamente con el ingeniero Jorge Newbery, pionero de la aviación argentina, quien quedó profundamente emocionado al sentir la pasión del paraguayo por la aviación.
“El precursor argentino estimuló a Pettirossi para que viajara a Europa, concretamente a Francia, la meca de los aviadores, para realizar sus estudios aeronáuticos y recibir su brevet (licencia) oficial de piloto. Así, Pettirossi, con toda la experiencia de vuelo encima, decidió volver a Paraguay con muchas ideas. Su objetivo fundamental era convencer a las autoridades paraguayas sobre la necesidad de contar con una escuela de aviación”, explicó Sapienza a La Nación/Nación Media.
El historiador comentó que, a su regreso del país vecino, Pettirossi empezó a hablar sobre su idea de viajar a Francia a estudiar aviación con importantes autoridades como senadores, altos jefes militares y hasta el propio ministro de Guerra y Marina, quienes terminaron intercediendo ante el presidente de la República, Eduardo Schaerer (1912-1916), para que el Gobierno le otorgue una beca de estudio.
Al ver el esfuerzo de su hijo por seguir su carrera como aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias respecto a la aviación, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños. Pettirossi partió a Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la escuela de aviación creada por el fabricante de aviones Armand Deperdussin, en Reims.
Deslumbraba al mundo
El 27 de enero de 1913, ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, tanto Silvio Pettirossi como toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentó a rendir el examen final. El piloto paraguayo cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por la audiencia.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de Teniente Primero en comisión, del Ejército paraguayo”, refirió Sapienza.
A partir de entonces, Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en un vuelo nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió otorgándole el título de “Rey del aire”.
El historiador puntualizó que el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon-le-Grand, cerca de Reims (Francia), además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras. “Fue después de uno de sus tantos vuelos que un periodista francés le preguntó cómo se sentía él en el aire, a lo que contestó: ‘Me siento dueño del espacio, después de Dios’”, precisó el historiador Sapienza.
Trágico final
El fallecimiento del “Rey del aire” se dio también en los cielos, el 17 de octubre de 1916, cuando volaba a bordo de su fiel Deperdussin “T”, y la tragedia ocurrió mientras realizaba su famoso “looping al revés”, en los cielos de Ensenada, en la Provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarla, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.
Los restos de Silvio Pettirossi fueron velados en la sede del Aeroclub Argentino, donde delegaciones de varios países sudamericanos le rindieron un último homenaje. Luego, el féretro fue trasladado al puerto para ser embarcado con destino a Asunción en un vapor. En la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná, el ataúd fue transferido al cañonero “Adolfo Riquelme” de la Armada Paraguaya, que lo trajo a Asunción.
En la capital paraguaya fue recibido por altas autoridades civiles y militares, y más de 30.000 personas siguieron el cortejo fúnebre hasta el Ministerio de Guerra y Marina y posteriormente a la Escuela Militar. Al día siguiente, se realizó un oficio religioso en la Catedral de Asunción, finalmente fue enterrado en el Mausoleo Militar del cementerio de Recoleta de Asunción.
“Sin lugar a dudas, fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces y arriesgadas que nacieron del espíritu itálico, inquieto y creativo. Pettirossi sembró la semilla de la Aviación en Paraguay y a partir de él otros siguieron sus pasos como Carlos de Paoli y Francisco Montanaro, ambos pilotos paraguayos que pelearon en la Primera Guerra Mundial como voluntarios en la Aviación Militar Italiana, finalizó el historiador Antonio Sapienza.
Datos clave
- El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887.
- El 4 de octubre de 1912, en Francia, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
- El 17 de noviembre de 1914 realizó el primer vuelo oficial en cielo guaraní.
- El fallecimiento del “Rey del aire” sucedió el 17 de octubre de 1916.
- Fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces.
Lea También: Paraguay a través de sus Tratados: histórico archivo estará en exposición
Dejanos tu comentario
El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
- Por Sara Valenzuela
- sara.valenzuela@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza de Antonio Luis Sapienza
Un 17 de noviembre de 1914, quien fuera conocido a nivel mundial como el Rey de los Cielos, el Hombre Pájaro, el Insuperable y hasta como el As de Ases, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en nuestro cielo abriendo el espacio aéreo y marcando uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional.
Este primer vuelo no solo tuvo la distinción de ser el primero en su clase y el primero que fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo aéreo similar, sino que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo que acababa de finalizar un tour por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a la capital, se pudo percibir la gran admiración y respeto que todos los ciudadanos paraguayos sentían hacia el piloto, que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Becquet y el Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos’”, indicó el historiador aeronáutico Antonio Luis Sapienza.
NUPCIAS
El mismo destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embarcó de vuelta rumbo hacia Montevideo, donde al llegar contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Al ver el empeño de su hijo por seguir la carrera de aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias en la materia, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños y así fue como Pettirossi partió para Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
DESLUMBRANDO AL MUNDO
El 27 de enero de 1913, y ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, Silvio Pettirossi y toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentaron a rendir el examen final. Pettirossi cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por todas las autoridades presentes.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de teniente 1.° en comisión del Ejército paraguayo”, remarcó Sapienza.
A partir de entonces Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año de 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por toda Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en el aire nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió llamándole Rey del Aire.
Así también, el historiador puntualizó que en otra oportunidad, el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon, además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras.
TRÁGICO FINAL
El fallecimiento del Rey del Aire lamentablemente se dio también en los cielos, donde pasó gran parte de su vida adulta. Un trágico 17 de octubre de 1916 sufrió un accidente a bordo de su fiel Deperdussin T, cuando realizaba su famoso looping al revés, en los cielos de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarlo, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas y deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.
Dejanos tu comentario
Koica y Dinac inauguran el Centro de Entrenamiento de Aviación
El miércoles 13 de noviembre, a las 10:00, la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica) y la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) celebrarán la ceremonia de inauguración del Centro de Entrenamiento de Aviación (CEA), en el marco del “Proyecto para el Fortalecimiento de las Capacidades de los Profesionales de la Aviación en Paraguay”, implementado por ambas entidades.
El evento contará con la presencia del presidente de la República, Santiago Peña, el embajador de la República de Corea en Paraguay, Chan-sik Yoon; el presidente de la Dinac, Nelson Mendoza: la directora País de Koica Paraguay, Hyeyoung Shin; como así también, altos directivos y representantes de la Dinac, Embajada de Corea, Koica Paraguay y otros organismos y entes del Estado.
El proyecto de referencia, iniciado en el año 2019 y financiado por Koica, cuenta con un presupuesto de USD 12.100.000 y responde a la necesidad de desarrollar la industria de la aviación y al contribuir al crecimiento económico del Paraguay, mediante la mejora de capacidades de los profesionales de la aviación civil en las áreas de mantenimiento de aeronaves, control de tráfico aéreo y operaciones de vuelo en Paraguay.
Lea más: Estado paraguayo pide disculpas por la muerte del soldado Feliciano Vera
El CEA será un centro de referencia para la formación de profesionales del sector de la aeronáutica en Paraguay, por lo que será fundamental para garantizar la seguridad, eficiencia y sostenibilidad de la industria aeronáutica. Además de ofrecer formación especializada y actualizada, este centro permitirá simular distintos escenarios y promover un aprendizaje práctico en un entorno controlado.
Koica es la principal Agencia de Cooperación del Gobierno de Corea para el Desarrollo, que trabaja para erradicar la pobreza global y fomentar el desarrollo socioeconómico sostenible en distintos países. Koica trabaja en Paraguay contribuyendo a las áreas de administración pública, transporte, salud, desarrollo regional, envío de voluntarios y programas de becas.
Lea también: ONG: Peña dice que ley no cercena derechos y que “nadie debe estar renuente al control”