Enrique Duarte, presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), se refirió a cómo se recibe en el gremio de los industriales la noticia del acuerdo histórico arribado en Itaipú.

El titular de la Unión Industrial del Paraguay (UIP) fue entrevistado en el programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, conducido por Augusto dos Santos. En la conversación Duarte comentó sobre cómo el sector industrial recibe la noticia del acuerdo al que ha llegado el gobierno paraguayo con el Brasil en torno a la tarifa Itaipú. También habla sobre las expectativas, sobre las materiales pendientes aún en el campo energético, y de otros temas, como la polémica de la criptominería.

–¿Cuál es la visión que tienen los industriales al respecto del acuerdo logrado con Brasil sobre la tarifa de Itaipú?

–Yo te voy a dar dos visiones, si me permitís. Yo soy una persona criada y malcriada en el mundo de la energía, ¿verdad? Tanto que la identidad industrial también está relacionada a la energía de la que hacemos. Y yo creo que estamos pasando un momento que lo que yo considero un hito histórico. Y es un éxito de la diplomacia, del gobierno, del comercio, de la sociedad. Y sin ninguna duda, y eso nos caracterizamos mucho los seres humanos, ¿verdad? Existe la mezquindad, ¿verdad? Va a existir el no reconocimiento y ocurre que cuando hay negociación hay que ceder para poder obtener posiciones. Yo particularmente creo que hoy el Paraguay necesita invertir. Está relegada nuestra inversión en infraestructura eléctrica y ahí entro en lo de la industria y qué queremos, calidad de energía, porque de b€alde vamos a tener buen precio cuando la factura se abulta por el problema de la calidad. Entonces considero que no tenemos que perder este momento que es histórico no solo por lo mucho o mal que se ha logrado, pero porque existe un capital fresco para recuperar todo eso que no hemos invertido y para generar realmente un servicio de calidad.

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Foto: Jorge Jara/ Nación Media
Esto que pasó nos dijo algo como “recuerden que la energía es algo que produce riquezas”, aun 50 años después del inicio de un proceso.

–Pero imagínate lo que significa la puesta en valor de lo que es la energía, la energía limpia y el activo que tiene la República del Paraguay en lo que es la represa de Itaipú. La energía para nosotros es el gran elemento. No solo del punto de vista de la generación para llevarnos al desarrollo a través de la manufactura que genera valor agregado a las materias primas y que es la que genera empleo. Donde puedas leer o experiencia que puedas escuchar, se entiende que el desarrollo no vino si no fuera de manos de la industria. Y pasar a la sociedad el conocimiento implica a través de la industrialización. La energía para nosotros es tan valiosa, es escasa no solo en el mundo, en la región, y no solo tenemos todo ese potencial, energía limpia, con generación hidráulica, sino que también tenemos un futuro es lo que es toda la bioenergía. Y la bioenergía necesita de la electricidad para ser totalmente limpia.

¿Qué es lo que no se hizo aún que el sector industrial percibe como materias pendientes en términos de la relación entre la energía y la productividad?

–Retrotraigámonos a 50 años atrás, qué era el Paraguay. Veamos lo que ocurrió durante la construcción de Itaipú. Y veamos dónde estamos hoy. Probablemente no sea lo ideal, o sea, no es lo ideal, pero estamos en un estadio diferente. ¿Qué no se hizo? Yo creo que diversos gobiernos en el pasado entendían que la energía era necesaria, pero el populismo les atrapó y evitó que nosotros realmente podamos ya haber aprovechado con mayor capacidad toda esa energía. Hoy la industria textil fuerte que requiere, por ejemplo, calidad de consumo, no está presente en el país. La tecnología, la producción tiene muchos problemas con los pestañeos y cortes. Entonces, ¿cuál es la materia pendiente? Y la materia pendiente es no haber invertido para que nosotros, los paraguayos, abandonemos esa posición rentista de querer vender o ceder la energía y adoptar esa posición desarrollista que es utilizar nuestra energía para generar empleo y generando empleo se genera desarrollo. Ir hacia lo que la llamada y la mentada equidad social. Yo creo que ahí está el deber, digamos, de diversos gobiernos de las visiones que tuvieron una visión que es además populista y decir en su momento “no toquemos tarifa”, porque es popular.

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¿Qué piensa de la controversial cuestión de la criptominería?, que es una industria potente hasta lo que se puede imaginar.

–Nosotros desde el sector industrial creemos que el procesamiento de datos es interesante. Solamente que nuestro país, la población económicamente activa necesita empleos. Y con todo el respeto es un sector dinamizador, es un sector tecnológicamente de avance y nosotros necesitamos generar empleos reales. Pero mientras no consumamos esa energía, ¿por qué vamos a jugar a lo del perro del hortelano. Utilicemos nuestra energía, hablamos de nuestra soberanía energética, pues usemos. Hoy, por ejemplo, estamos con un problema en Yacyretá. El Gobierno de Argentina no ve la necesidad de continuar Aña Cua, inclusive las inversiones que se necesitan en la central principal y es un problema, porque nosotros, al igual que ellos, en breve y hoy mismo, vamos a necesitar la totalidad de lo que nos corresponde en esa central.

La utilización de lo que nos corresponde, hasta hoy lo vemos como un asunto extraordinario, es tanto que tendría que ser una lógica de crecimiento.

–Así mismo, tenemos lo que decir. Y después, cuando nosotros nacimos, mucha gente nació creyendo que iban a fallecer con energía abundante y eso no es así. El desarrollo come la energía. Y bueno, tenemos que entre todos nosotros hoy emitimos unos comunicados internos en donde hablábamos que ojalá este hito que ha ocurrido sirva no solamente para poder aprovechar esos ingresos frescos. Y te aclaro, no debemos perder la oportunidad para reconstruir nuestro sistema eléctrico. Si perdemos esta oportunidad, vamos a perder la oportunidad de consumir toda nuestra energía, pero también tiene que servir para la reflexión, para abandonar posiciones mezquinas, para que entendamos que hay una necesidad país que nos grita que tenemos que trabajar todos juntos en busca del desarrollo. Nosotros hicimos y vamos a seguir haciendo un llamado a la cordura, a la unidad, y vamos a abandonar posturas simplemente del querer decir “no, lo que está haciendo está mal”. Y por qué está mal, “porque está mal, porque no corresponde a la línea política o social a la que yo estoy de acuerdo”.

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¿Cuánto hay que avanzar en términos de redes, de construcción de facilidades tecnológicas para que la energía llegue a la industria o a la casa más humilde?

–Hoy en gran parte del Paraguay la energía llega, pero el problema es cómo llega. ¿Qué es lo que pasa con las utilities? Las utilities son el servicio de energía eléctrica, las telecomunicaciones, la comunicación y el agua. Ocurre que los mercados crecen, las economías crecen. Si dejás de invertir, no es que digo pongo más dinero y recupero. Y hay otro problema, el mercado sigue creciendo, o sea que no solo hay que ir recuperando, sino que hay que ir acompañando el crecimiento. Entonces, lo que yo trato siempre de explicar es que la gente debe entender que de repente lo agradable, una tarifa baja, una tarifa subsidiada, tiene consecuencias en el tiempo. Y resulta que las consecuencias no son remediables en el corto plazo y llevan mucho tiempo. Acá ganamos tres años, ¿verdad? Hay muchas cuestiones que van a salir todavía sobre esta negociación, pero no importa, ganamos tres años, aprovechemos estos tres años y recortemos ese problema que traía.

¿Cómo tenemos que aprovechar esos tres años?

–No todo tampoco tiene que ser energía, pero mayoritariamente tiene que ser invertido en lo que es el refuerzo sobre todo del sistema de distribución, que es el que llega a las casas y el que llega mayoritariamente a la industria, darle mejores condiciones al sistema de transmisión y trabajar en una zona del futuro, que es nuestro Chaco. Nuestro Chaco, la bioceánica, todos van a ser factores de desarrollo, pero tenemos que darle el condimento de la energía en condiciones en toda esa zona.

Chaco que per se es en próspero en términos de industrias, pero tiene un pendiente de no solamente de núcleos de pobreza, tiene un pendiente hasta de descubrimiento. Es otro país prácticamente.

–Hace unos días hablaba con una persona que está muy allá del fondo del Chaco, en donde tiene que autogenerarse para poder atender y está con una producción primaria e industrial a la vez, o sea, procesa su producción. Cuándo nosotros imaginábamos que la soja iba a ser rentable o iba a posibilitar el desarrollo del Chaco o el algodón. Estoy citando así dos rubros muy básicos, ¿verdad? Y pensábamos que la producción agrícola iba a reemplazar a la producción ganadera. Honestamente en mi mente no entraba eso.

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¿Cuáles son, te parece, las grandes líneas políticas que tienen que crecer en la sociedad en términos de diálogo y de consenso? ¿Qué reclamos harían como gremio al respecto de eso?

–Nosotros que estamos muy en contacto con los colaboradores, con recursos humanos, sentimos en la masa laboral una insatisfacción. Nosotros sentimos que no hay alegría en el trabajo. Entonces, ¿qué es lo que pasa? Hay una gran crispación, lo negativo está por delante de lo positivo. Yo creo que nosotros tenemos que llamarnos a una reconciliación, a entender que los momentos no se presentan o dos o varias veces en un periodo corto de tiempo y que si nosotros no aprovechamos hoy todo esto que se construyó con sacrificio, porque recordemos que en el año 2003 a través del acuerdo entre la sociedad civil y el Estado para nuestra reforma tributaria con los resultados que tuvo, empezó un camino que en el 2003 se continuó con la ley de estabilidad fiscal, que en 2019 implicó la reforma tributaria, que nuestra macroeconomía es sólida, que estamos siendo vistos por el mundo, pero donde todavía no está desembarcando esa inversión importante. Entonces yo creo que nosotros tenemos que evitar esa crispación. Tratemos de generar un país que tenga alegría, la alegría de vivir, que no vivamos de posiciones de repente de sectores de opinión que solamente buscan crispar, buscan la crispación.

Salir de las trincheras sería, ¿no?

–Imagínate, una persona que está produciendo, un artesano, que esté trabajando, qué diferente es cuando produce en un estado de alegría que en un estado de tensión y de crispación. Lo mismo ocurre en la industria grande y nosotros somos considerados inclusive por muchas empresas extranjeras y estamos exportando mano de obra especializada porque están considerando los niveles de formación y adaptación a los sistemas tecnológicos más favorables para los recursos nacionales.

Finalmente, agradeciéndote muchísimo la visita, tenemos que darle substancia a eso de que Paraguay está de moda.

–La palabra es no dejemos pasar la oportunidad porque probablemente nosotros, vos y yo no nos arrepintamos, pero seguramente habrán de criticarnos nuestros nietos. Aprovechemos la oportunidad y ese es un mensaje que me gustaría pasarle a todos, fuera de todo signo político y religioso, aprovechemos como paraguayos.


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