Paul Fernández
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En Paraguay no existe una ley de propinas y, por ende, su pago no es obligatorio y tampoco está regulado a pesar de mover cerca de USD 90 millones al año. Actualmente nace un gran desafío para algunos sectores que, en medio de un avance importante de los pagos electrónicos, deben agregar este ingreso extra en sus cobros.
La actividad en los servicios, específicamente el gastronómico, recuperó dinamismo en el país y representa uno de los sectores que más está creciendo y que, de acuerdo a los últimos datos, está empujando la economía. La evolución exige cada vez más tanto a los establecimientos, empleados como a los clientes que deben posicionarse y cumplir con las exigencias de un mercado cada vez más electrónico o digital. En medio de eso, sobresalen muchos desafíos que hasta ahora no cuentan con una solución, especialmente en el país.
Desde Geopagos, empresa líder en soluciones digitales, señalan que la irrupción de los pagos digitales y la progresiva, aunque lenta, retirada del efectivo impactan directamente en la forma en la que se pagan las propinas y no hay por qué negar que la industria de los pagos digitales tiene una deuda pendiente: facilitar el pago de propinas para garantizar a la vez el ingreso de quienes trabajan y una óptima experiencia de cliente.
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“La propina es uno de los desafíos que afrontamos como industria y es una problemática que trabajamos con muchos de nuestros clientes”, afirma Mariana Sigal, VP de Operaciones de Geopagos, firma que tiene presencia en 16 países de América Latina, incluido Paraguay.
Desafío
Sobre ese punto, La Nación/Nación Media habló con Oliver Gayet, presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay, quien afirmó que si bien en Paraguay no existe una ley que obligue o regule las propinas, los establecimientos se enfrentan a ese desafío o hasta incluso podría llamarse problema cuando los clientes piden incluir este “agasajo” de los trabajadores en sus pagos digitales.
“En Paraguay no existe ninguna ley de propinas, en otros países la ley te obliga a que coloques un porcentaje para la propina, en Paraguay es opcional. Nosotros estamos de acuerdo de que siga siendo opcional. El problema que existe es con la gente que quiere dejar la propina con la tarjeta de crédito”, dijo Gayet.
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Si bien, el titular del gremio indicó, que sólo algunos establecimientos aceptan, esta operación les genera la comisión de la tarjeta, el pago del impuesto a la renta y les genera tener que desembolsar en efectivo al mozo un dinero que va a recibir unos días después porque el cobro no es inmediato.
Otro de los inconvenientes, según Gayet, es que no existe una ley que pueda excluir a la propina del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) teniendo en cuenta que la factura deberá estar alineada al monto cobrado a través de la tarjeta de crédito. “La propina es un dinero que no es del establecimiento y si todo el mundo paga con 10 % de propina, al final del año el Ministerio de Economía va a pensar que ganaron más los establecimientos”, añadió.
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Una ley necesaria
El titular del gremio dijo que ya había propuesto realizar una ley de propina que no implique la obligación sino más bien que organice el cobro de ese ingreso extra y excluya a los establecimientos de retenciones y pagos de comisiones teniendo en cuenta que dicho porcentaje irá destinado a los trabajadores. “Ya lo hablamos en varias ocasiones, pero parece que no todo el mundo se muestra interesado en ello, pero para nosotros es un problema que ronda los USD 90 millones al año, eso es lo que mueve la propina al año”, reiteró.
Sostuvo que dicha situación se registra además en el sector supermercadista con los trabajadores que realizan servicio de embalado o traslado de bolsas que, en el caso de que los clientes no cuenten con efectivo, no pueden cobrar su propina por el servicio prestado. “Si existiese una ley de propina, inmediatamente al cajero del super se le podrá pagar esa propina”, aseveró.
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Desde Geopagos señalan que si bien la cultura de la propina es diferente en cada lugar, siempre debe cumplir una misma condición: la acreditación instantánea. El efectivo cumple con ese requisito, pero está lejos de ser la solución ideal. Una propuesta ya muy utilizada en todo el mundo es una combinación entre historia e innovación: una “caja de empleados” digital.
Plantean que con la creación de una cuenta especial para propinas y en base a una oferta amplia de medios de pago (desde transferencias instantáneas hasta tarjetas de crédito o QR), es posible pagar propinas de manera muy eficaz: fácil, rápido, transparente, de manera inmediata y sin comisiones.
El desarrollo de soluciones como estas requieren el trabajo codo a codo de los desarrolladores de tecnología con fintechs o bancos y luego con los restaurantes, hoteles u otros comercios que quieran aplicarlo y, en el caso de Paraguay, seguirá requiriendo de una ley que regule este ingreso extra.
Datos claves
- En Paraguay no existe una ley de propinas y, por ende, su pago no es obligatorio y tampoco está regulado a pesar de mover cerca de USD 90 millones al año.
- La irrupción de los pagos digitales y la progresiva, aunque lenta, retirada del efectivo impactan directamente en la forma en la que se pagan las propinas.
- Con la ley de propinas no se apunta a la obligación sino más bien que organice el cobro de ese ingreso extra y excluya a los establecimientos de retenciones y pagos de comisiones.
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