La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) ratificó su postura crítica acerca del Reglamento 1115 de la Unión Europea (UE), atendiendo a las inflexibilidades de la medida para los productos importados. Así lo indicó el director ejecutivo del gremio, Hugo Pastore, quien señaló que esto se debe a que la cadena comercial tiene la responsabilidad de garantizar la liquidez de nuestra producción.
“Hoy la soja tiene una característica de que es dinero en efectivo. El productor entrega en los silos y si quiere cobrar se le hace el cheque o la transferencia y ya está, funciona muy bien la cadena comercial”, indicó. A su vez, enfatizó que la cadena de garantía debe trabajarse para que siga la senda virtuosa de la cadena totalmente integrada.
Pastore explicó que es importante preservar todos nuestros mercados posibles de una manera lógica y logísticamente factible para el productor, puesto que no contamos con China. “Hoy en día entre lo que se industrializa en Paraguay y va a la UE como harina de soja y lo que va a Argentina equivale más o menos a 1.300.000 hectáreas de las casi 3.000.000 que se producen en Paraguay”, mencionó.
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Apuntó a que hoy el punto más importante que hace referencia a la deforestación está finiquitado. “Nosotros ya tenemos un estudio que se hizo a través del Infona, cuya fecha de corte es de diciembre de 2020 que indica que el 99,7 % de la soja producida en Paraguay se hace en zona libre de deforestación”, añadió a la 1.000 AM.
Así también, expresó que como Capeco consideran que el proceso exigido por el bloque requiere tiempo, pero el planteamiento de gradualidad no fue respondido. Incluso existen esquemas voluntarios de clasificación en los granos para diferentes mercados, pero se trata de un proceso que en este caso precisará de tiempo para poder implementarse.
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