La granja de criptominería intervenida ayer miércoles en Quiindy (Paraguarí) generaba una pérdida estimada en G. 800 millones al mes a la Administración Nacional de Electricidad (Ande). En el predio se hacían trabajar más de 700 máquinas con un transformador de 45 kilovoltamperios (kVA) que alimentaba a otro de 3.150 kVA, según lo denunciado.
“Se encontró una potencia de más de 3 megavatios y poco más de 700 máquinas de criptominería en el lugar intervenido, esto generaba una pérdida de G. 800 millones por mes a esa zona”, expresó Hugo Rolón, gerente comercial de la Ande, a la 1000 AM.
Señaló que se trata de la intervención número 11 en lo que va de este 2024, mediante las cuales se evita una pérdida de G. 6.500 millones por mes a la Ande. Las pérdidas se dan debido al uso que las criptominerías emplean a través de una conexión directa en media tensión de manera irregular, ya que precisan de mucha más potencia para generar las monedas digitales.
Lo cuestionado en estos casos de criptominería, que cada vez más están más al descubierto, es el método de sustracción de energía o la conexión clandestina que perjudica al resto de los usuarios de las comunidades, dejándolos con bajas tensiones e incluso, ante las altas temperaturas, sin suministro.
Si bien hubo un proyecto de ley en 2021 que pretendía regular la actividad de la criptominería; por el potencial de negocios que también puede representar, el Ejecutivo vetó en el 2022 la normativa que buscaba reconocerla como una actividad industrial, ya que, para la Ande, la minería es una actividad de consumo electrointensivo.