El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) se encuentra reforzando los controles de bioseguridad en los establecimientos avícolas, en especial en granjas industriales para evitar la influenza aviar. La institución sigue alerta para detectar cualquier indicio de la enfermedad en el territorio nacional.
“Es un factor de riesgo que sigue latente, entonces el servicio está monitoreando permanentemente las aves silvestres con el Mades, en los espejos de agua principales del país donde hayan más aves migratorias que puedan posar”, indicó el doctor Carlos Ramírez, director de epidemiología del organismo veterinario.
Recordó que estas aves se encuentran en pleno proceso migratorio hacia nuestro país en esta temporada, desde el Norte a América del Sur. “En lo que respecta a las notificaciones que recibimos en el servicio, están vinculadas a la ciudadanía en general. Estamos insistiendo y alertando a que nos comuniquen sobre cualquier caso“, sostuvo a la 920 AM.
Así también, añadió que el servicio posee de una vigilancia activa que consiste en la elaboración de un diseño de muestreo a través de la selección de ciertos predios de aves del sector industrial o traspatio vinculados a factores de riesgo.
Ramírez enfatizó que sobretodo los espejos de agua son un factor de riesgo muy relevante, pues allí posan las aves migratorias autóctonas que son las que comparten el ecosistema con las aves de crías de traspatio familiar y es donde sucede la infección normalmente.
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Transmisión
La transmisión de la infección se da al contactar directamente con las secreciones y excreciones de aves infectadas, y de forma indirecta con piensos y agua contaminados con el virus. Las personas pueden actuar como transmisores mecánicos, mientras que las aves silvestres migratorias pueden trasladar el virus a largas distancias.
Si bien en Paraguay no se registran casos, recomiendan reforzar las medidas de bioseguridad (manejo sanitario e higiene) en los establecimientos avícolas. Evitar el contacto de las aves domésticas con las silvestres, controlar las fuentes de agua de bebida, e impedir el ingreso de personas ajenas a los establecimientos.
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