En el marco del inicio de la nueva auditoría al país para la exportación de carne y menudencia bovina al mercado de Egipto, los frigoríficos deberán obtener la certificación halal cumpliendo con los requisitos exigidos por la ley islámica para su consumo por la población musulmana. El mercado cada vez está creciendo más en cantidades, países y productos.
“Dentro de ese proceso lo encaramos como certificaciones comerciales del sector privado, es un tema religioso 100 % y privada que es casi obligatoria. Nosotros sí estamos dentro de la habilitación de la planta auditada que es la última que nos faltaba”, expresó José Carlos Martin, presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) a La Nación/Nación Media.
Agregó que se trata de una certificación de la carne que no lleva ninguna espectacularidad. Los principales proveedores son India, Brasil, Colombia, y Paraguay se encuentra en el cuarto lugar. “Nosotros creemos que pueden comprar más carne paraguaya, están comprando de otros países. Lo que se denota es el interés porque fue una visita muy temprana en el año y eso es importante”, agregó.
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Las gestiones para lograr la exportación por parte de nuevos establecimientos se vienen realizando desde mayo de 2023. Los compradores importan anualmente alrededor de unas 200.000 toneladas de la proteína roja. La inspección duró un día, y se solicitaron los documentos con los requisitos legales, sanitarios y de inocuidad. Se aguardará el informe preliminar que podría llevar unos 60 días como mínimo.
El lunes se realizó la primera reunión en las instalaciones del Senacsa con los técnicos especialistas enviados por el país árabe. La auditoría oficial fue a una planta frigorífica y se desarrollaron visitas a otros establecimientos con respecto a dicha certificación, puntualizó Martin a LN/NM.
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