Paul Fernández

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Desde la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban) señalan que el 2023 fue un año de recuperación y crecimiento para el sector financiero, que logró crecer a una tasa mayor que los periodos previos. Para el próximo año, teniendo en cuenta las buenas perspectivas económicas y el mayor ordenamiento público, “ambicionan” una mayor profundización financiera.

Los datos de la Superintendencia de Bancos del Banco Central del Paraguay (BCP) reflejan el dinamismo que obtuvo el sector financiero durante todo el 2023. La cartera de créditos de los bancos creció a una tasa del 11 %, al cierre de octubre, en tanto, los depósitos demuestran un mayor dinamismo con una tasa de expansión superior al 13 %.

En ese sentido, Liz Cramer, presidenta ejecutiva de la Asoban, dijo en comunicación con La Nación/Nación Media que el año 2023 fue un año de recuperación de los efectos de la pandemia, pero en general se podría decir que fue más dinámico que los años anteriores. El PIB de intermediación financiera que, no sólo contiene a los bancos, también incluye financieras, cooperativas, seguros y cajas de jubilación, refleja el impacto post pandemia aun extendido y su recuperación en el corriente año.

Una vez superado el 2023, las acciones se están enfocando en un 2024 en donde la expectativa es favorable teniendo en cuenta que en términos de variables macroeconómicas el BCP proyecta que la economía paraguaya crecerá un 3,8%, el mayor ritmo de la región, con una inflación controlada y convergente a la meta del 4%.

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Sumado a estas variables macro, Cramer mencionó que las expectativas sectoriales con crecimientos en la industria, los servicios, la construcción, con algunas obras públicas anunciadas y el fuerte dinamismo de la agro ganadería con la apertura de mercados premium, conllevan a una expectativa en general optimista. “En materia de mejora del gasto público y manejo del déficit fiscal, hacemos votos por su convergencia de acuerdo al plan presentado por el Gobierno”, dijo.

“Por el lado operativo de nuestro rol de intermediarios entre los agentes del mercado, ambicionamos un año de más profundización financiera, trabajando articuladamente con el regulador. Tenemos que seguir trabajando como ecosistema en regulaciones, productos y servicios que nos permitan llegar a todos los ciudadanos a lo largo y ancho del país, fomentando productos accesibles y que permitan llegar independientemente a las distancias físicas”, agregó.

Dijo también que estarán atentos a los desafíos de la geopolítica internacional que siempre terminan por afectar directa o indirectamente; en especial al desempeño de la economía de los socios de nuestro país, es decir, Argentina y Brasil, así como las resultantes de las principales negociaciones que tenemos con ellos.

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En cuanto a la Tasa de Política Monetaria (TPM), es una de las herramientas más importantes con la que trabaja el BCP para controlar la inflación por lo que toda modificación tendrá siempre su incidencia; explicó que claramente se ve un manejo gradual y por ende sus efectos en el mercado también siguen la misma lógica.

La titular del gremio bancario mencionó que el cumplimiento de las metas macroeconómicas, la mejora de la calidad del gasto público, la reducción del déficit hacia la convergencia de la ley de responsabilidad fiscal, el avance en las normativas que faciliten dar más, mejores y seguros servicios a la ciudadanía, el combate a los delitos financieros desde todos los ámbitos que correspondan, son titulares de la realidad macroeconómica y de competitividad de mercado que impactan en la actividad por lo que estarán trabajando en forma propositiva y colaborativa con las instituciones públicas pertinentes.

Mencionó que como todo año electoral, el ambiente político se sintió en la economía y por ende en el sector financiero, con características típicas, que una vez superado el proceso, tiende a normalizarse. No obstante, fue un gran año también en el avance de una de las herramientas que facilita la inclusión financiera.

En ese sentido, citó el trabajo colaborativo de la banca matriz con las instituciones financieras reguladas para la implementación del Sistema de Pagos del Paraguay (Sipap) y su hoja de ruta en el Sistema de Pagos Instantáneos (SPI), que permiten hoy transferencias por hasta G. 5.000.000, 7x24, y que en una siguiente etapa está permitiendo operaciones como el “request to pay”, que es el “págame”.

Los últimos años los servicios financieros digitales o la banca digital se desarrolló de la mano de la inversión del BCP en el sistema de pagos y de la banca privada en sus servicios digitales lo que califica como parte de un esfuerzo conjunto y continuo del ecosistema que si bien experimentó avances aún tiene mucho por hacer en materia de inclusión y profundización financiera.

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Consideró que todo avance en el mundo digital trae consigo los desafíos de la ciberseguridad y, en ese sentido, indicó que este año fue uno de arduo trabajo colaborativo entre los diversos sectores afectados para enfrentar este desafío con las mejores prácticas internacionales. “Igualmente, por el lado de la seguridad física, se desarrollaron hechos delictivos que han sido enfrentados en tarea conjunta entre nuestro sector, la Policía Nacional y el Ministerio Público, con resultados positivos en el balance actual”, agregó.

Para Cramer, la inversión en ciberseguridad y seguridad física y el trabajo colaborativo seguirán creciendo por parte de la banca, de acuerdo con los estándares internacionales. En tanto, la informalidad de la economía sigue siendo un desafío enorme que no permite la incorporación de las personas al sistema para que puedan acceder a créditos sanos y proyectar su crecimiento, por lo cual, este sector representa un reto al que tienen que sumarse todos los sectores cada vez con más fuerza y creatividad.

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