Si bien el desempeño económico del país y de la región fueron mejorando en los últimos meses, siguen registrándose señales de riesgo derivado de un entorno internacional menos estable. Afirman que una desaceleración global mayor a la esperada y nueva presión sobre los precios del petróleo son amenazas relevantes para las economías.
En su último informe de Política Monetaria el Banco Central del Paraguay (BCP) destacó las buenas perspectivas económicas que registra el país, teniendo en cuenta que las últimas proyecciones apuntan a un crecimiento del 3,8 % del Producto Interno Bruto (PIB) acompañado de una inflación baja, en el orden del 4 %.
No obstante, si bien los riesgos derivados del ámbito externo se han atenuado con respecto a los señalados en el IPoM de setiembre estos aún persisten. Un menor impulso externo ante una desaceleración global mayor a la esperada y un eventual aumento del precio del petróleo ante la intensificación de las tensiones geopolíticas son las amenazas más relevantes actualmente.
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Añadieron que una profundización de las fragilidades del sector inmobiliario en China, además de deteriorar las perspectivas de dicho país, afectarían la dinámica esperada para la economía global. En cuanto a los precios de los commodities, los efectos del fenómeno del Niño siguen generando riesgos al alza en los precios de los alimentos a nivel internacional, mientras que la desaceleración global podría contribuir a mantener estables o a reducir los precios de los commodities agrícolas y energéticos.
Por otro lado, los recortes en la oferta y el escalada de las tensiones geopolíticas podrían incrementar los precios del petróleo o, al menos, generar una mayor volatilidad. Recientemente, los precios del crudo mostraron ciertas presiones al alza debido a los ataques a buques mercantes en el Mar Rojo, generando ciertas disrupciones en rutas marítimas que son claves para el comercio global.
Escenario local más favorable
En el ámbito local, los riesgos derivados del factor climático también se han mitigado en los últimos meses. Como se indicó en el informe anterior, el panorama para la agricultura, específicamente para la producción de soja, se había vuelto más favorable hacia finales de octubre por las últimas precipitaciones registradas, condiciones positivas que se mantuvieron en los meses siguientes.
En su informe el BCP añadió que si bien se había señalado un aumento en la probabilidad de niveles insuficientes de lluvias en la zona norte de la región Oriental, este riesgo se ha atenuado en el periodo reciente. Eventualmente, en un escenario de exceso de precipitaciones por el fenómeno conocido como El Niño, el sector de las construcciones podría verse afectado negativamente, mientras que para la generación de electricidad sería un factor positivo.
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